Árbol de jade: así es el cuidado de esta planta que atrae dinero, salud y prosperidad al hogar

El árbol de jade es una de las plantas a la que más se le atribuye un gran simbolismo, alguno de los más sorprendentes dicen que atrae la abundancia y la buena suerte.

Se conoce comúnmente como árbol de jade o de la abundancia a la Crassula ovata, una planta suculenta originaria de Mozambique. Esta planta forma parte esencial del Feng Shui y tiene relación con la mitología oriental.

La leyenda cuenta que el árbol de jade cuenta con una naturaleza sagrada y divida, ya que según la miología china, sus hojas son lágrimas de jade derramadas por los dioses y que, al tocar la tierra, se transformaron en esta hermosa planta.

Según el Feng Shui, el árbol de jade, que recibe su nombre de la piedra con la que comparte el mismo color verde, es símbolo de buena suerte y de abundancia, salud y prosperidad.

Así se debe cuidar el árbol de jade

El Feng Shui indica que a en cuanto mayor sea la atención que se le preste al árbol de jade, mayores serán sus beneficios, por ejemplo, traerá mejor suerte al hogar. Al ser una planta de interior de hoja perenne, requiere de pocos cuidados.

El árbol de jade es una planta suculenta de lento crecimiento, pero muy duradera, que solo necesitará regar una vez cada 15 días en los meses con altas temperaturas y una vez al mes durante el invierno. No necesita de mucha agua, se debe evitar que se mojen las hojas y es necesario que cuente con un sustrato con buen drenaje y echarle fertilizante.

Por otra parte, el Feng Shui, el mejor lugar para ubicar esta planta es el salón o sala de recibir. Colocar el árbol de jade en estos lugares atraerá la buena suerte. Si se siguen los consejos de la botánica, la suculenta debe ubicarse en una zona interior con buena luz natural, pero que no le vaya a dar los rayos de sol directamente, ya que sus hojas se pueden quemar.

Por último, la poda también mezcla misticismo y jardinería. De acuerdo al Feng Shui, el rito de la poda consciente del árbol de jade hace que se fortalezca la conexión entre el cuidador y la planta, esto termina contribuyendo al bienestar del árbol y a una mejor canalización de la energía positiva hacia el hogar.