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Acciones que están prohibidas el Viernes Santo, según la Iglesia católica
La religión católica establece una serie de prácticas devocionales y restricciones para los fieles.


El Viernes Santo es una de las fechas más importantes dentro del calendario litúrgico de la Iglesia católica. Este día, que forma parte del Triduo Pascual, conmemora la pasión y muerte de Jesucristo en la cruz. Por su carácter sagrado, la Iglesia indica una serie de prácticas devocionales y también establece ciertas prohibiciones que los fieles deben observar con respeto y recogimiento.

No se celebra la Eucaristía tradicional
Una de las principales restricciones es la prohibición de celebrar la Eucaristía. A diferencia de otros días del año, el Viernes Santo no se celebra la Misa. En su lugar, se lleva a cabo la Liturgia de la Pasión del Señor, una ceremonia que incluye la lectura del Evangelio, la adoración de la cruz y la distribución de la comunión con las hostias consagradas el Jueves Santo. Esta abstención simboliza el luto por la muerte de Cristo y subraya la gravedad del momento.
Consumo de carnes de rojas
La Iglesia establece el ayuno y la abstinencia de carne como una obligación para los católicos mayores de 18 años y menores de 60. El ayuno consiste en realizar una sola comida fuerte al día, permitiéndose dos pequeñas colaciones si es necesario.
La abstinencia, por otro lado, implica no consumir carne de animales terrestres. Estas prácticas buscan fomentar la penitencia, la reflexión y la solidaridad con el sacrificio de Jesús.
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Tocar las campanas de la Iglesia o hacer uso de instrumentos musicales
En el ámbito litúrgico, se prohíbe también tocar las campanas y utilizar instrumentos musicales. Durante el Viernes Santo, el silencio y la sobriedad son características esenciales del rito. Incluso, en muchos templos, se cubren las imágenes religiosas con telas moradas o negras y se evita toda ornamentación festiva. El ambiente debe invitar al recogimiento y a la contemplación del misterio de la cruz.
Celebraciones y distracciones mundanas
Desde una perspectiva moral y espiritual, la Iglesia prohíbe a los fieles a evitar actividades que resulten festivas. No se recomienda asistir a fiestas, consumir alcohol en exceso o realizar actividades recreativas que distraigan del sentido espiritual de la jornada.
Aunque no se trata de prohibiciones formales en todos los casos, se espera que los católicos vivan este día con un espíritu de respeto, meditación y recogimiento.

Hacer aseo en el hogar o trabajar más de lo acostumbrado
Se invita a reducir al mínimo las labores domésticas o profesionales, siempre que las circunstancias lo permitan. El objetivo es dedicar el tiempo a la oración, a la lectura de la Biblia, especialmente de los relatos de la pasión, y a participar en los oficios litúrgicos.
También se alienta la práctica del Viacrucis, una devoción muy arraigada en la tradición católica para revivir el camino de Jesús hacia el Calvario.