Pasta a la carbonara: ¿una receta que nació en la Segunda Guerra Mundial? Estos son los secretos de su preparación

En Italia se han originado centenares de recetas que cautivan al resto del mundo, pero sin duda, la pasta carbonara ha trascendido como un símbolo universal de su gastronomía. Su textura e intenso sabor la hacen irresistible en cualquier ocasión. Nutresa en Casa, junto a Monticello, le explican cómo preparar este clásico de la cocina italiana en casa.

Detrás del origen de esta deliciosa preparación hay diferentes teorías. Una de ellas se sitúa en los Apeninos, región montañosa de Italia, donde prevalecía la minería. Se dice que la carbonara nació como un plato para que los carboneros o mineros de la época tuvieran energía para sus largas jornadas de trabajo. Por eso su nombre, así como por la pimienta que se espolvoreaba sobre la receta, la cual se consideraba un homenaje al carbón.

Sin embargo, de acuerdo con algunos historiadores, la receta proviene de Roma durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la encargada de la alimentación de los soldados decidió cambiar el menú diario, combinando pasta y una mezcla de huevos, queso parmesano, aceite de oliva, pancetta y pimienta negra que resultó en una salsa exquisita que las tropas encontraron irresistible al paladar.

Independientemente de su historia, esta receta se ha convertido en la favorita de todos. A continuación el paso a paso para preparar este sabor gourmet en casa.

Ingredientes

• 1 paquete de pasta Vermicelli Monticello
  
• Aceite de oliva Monticello
  
• 125 gramos  de tocineta
  
• 2 huevos
  
• 80 g crema de leche
  
• Media copa de vino tinto
  
• 60 g queso parmesano
  
• Sal y pimienta al gusto
  

Preparación

Primero, cocine la pasta Vermicelli Monticello en abundante agua hirviendo con sal, por el tiempo que indica el empaque. Luego, en una sartén con aceite de oliva Monticello, agregue la tocineta picada en tiras con sal y pimienta al gusto junto con el vino tinto y saltee por un par de minutos.

Por separado, en un bowl ponga huevo y una yema, queso parmesano, crema de leche y bata. Después, retire del fuego, lleve la salsa a la tocineta y agregue la mezcla del huevo. Integre muy bien para que la cocción del huevo termine.

Finalmente, emplate con queso parmesano al gusto, un poco de sal y pimienta y ¡listo!, disfrute de un sabor tradicional y lleno de historia.

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Contenido elaborado con el apoyo de Monticello*