CORONAVIRUS

El confinamiento hizo que los delfines rosados volvieran a Hong Kong

Ante la suspensión de los ferries entre Hong Kong y Macao a causa del coronavirus, los delfines rosados volvieron a ser vistos en el delta del río de las Perlas. Sin embargo, sigue la preocupación por la disminución de su población.

17 de octubre de 2020
La población de los delfines rosados en este lugar en los últimos 15 años ha disminuido entre un 70 y 80 por ciento. Foto: May Jame - AFP | Foto: Delfin rosado Hong Kong - May Jame - AFP (Único Uso)

En el delta del río de las Perlas, al sur de China, volvieron a salir del agua algunas aletas, hocicos y torsos rosados. Pobladores de la región y defensores ambientales han captado imágenes de la vuelta de los delfines a esta zona industrial, pero también alertan por las bajas poblaciones de estas especies.

En barcos y mediante GPS los investigadores y defensores ambientales intentan recopilar datos sobre el comportamiento de de los delfines en el delta. Una de ellas es Naomi Brennan quien explica que “hoy identificamos tres grupos de delfines, seis adultos y dos jóvenes, que buscaban alimento, se movían y socializaban”.

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La población de los delfines rosados en este lugar en los últimos 15 años ha disminuido entre un 70 y 80 por ciento. El delta del río de las Perlas además de ser conexión entre Hong Kong y Macao incluye las enormes ciudades de Shenzhen, Cantón y Dongguan, lo que lo convierte en una de las áreas más industrializadas del planeta. 

Esto ha complicado el estudio de los delfines y solo la crisis causada por el coronavirus logró que estas especies volvieran a verse ante la suspensión del tránsito de ferries. Según los científicos desde el mes de febrero, estos mamíferos se han adaptado a una "calma sin precedentes".

La oceanógrafa Lindsay Porter señaló a AFP que "estamos viendo grupos mucho más grandes, más comportamientos de apareamiento y socialización, inéditos desde hace casi cinco años". Según su equipo, desde marzo el número de delfines blancos chinos, llamados "delfines rosados" en Hong Kong por su color, aumentó casi un tercio en estas aguas.


Según WWF solo quedan unos 2.000 delfines rosados en la desembocadura del río de las Perlas. Foto: Daniel Sorabji - AFP

"Este lugar parece importante para su alimentación y su socialización, así que es genial que tengan este refugio", indicó Brennan, miembro de su equipo.

¿Por qué el delta dejó de ser el hogar de los delfines rosados?

La construcción de gigantescas infraestructuras, como el aeropuerto de Hong Kong y el puente marítimo que conecta a Macao con la ciudad de Zhuhai, en la provincia de Guangdong, han destruido el hábitat de estos cetáceos. Aún así los grandes proyectos no paran y está en marcha la construcción de una tercera pista para el aeropuerto.

Según WWF solo quedan unos 2.000 delfines rosados en la desembocadura del río de las Perlas, el número mínimo para permitir la supervivencia de la especie.

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"Los delfines, y en particular los de estuario, tienen una tasa de reproducción y crecimiento lento", señala Laurence McCook, responsable de la conservación oceanográfica para WWF en Hong Kong.

La ausencia de transbordadores proporciona actualmente un respiro a esta especie, pero esto es sólo temporal. Estos barcos generan una contaminación acústica que afecta su comunicación y navegación. También representan una amenaza física para ellos, con riesgo de sufrir lesiones o la muerte.

Además, la costa sur de la isla Lantau de Hong Kong es un santuario para estos delfines en caso de tifón o en presencia de depredadores. Pero por ahí es donde circulan los ferries de Macao a Hong Kong.

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Los ambientalistas piden la ampliación del parque marino ya existente para proteger mejor a las especies vulnerables. "Ahora hemos identificado un hábitat que podría recuperarse y usarse para ayudar a su gente”, dice Brennan.

Según la investigadora, los descubrimientos realizados durante la suspensión del tráfico de transbordadores son una gran oportunidad para "modificar el rumbo" ante el declive de esta población de cetáceos y además agrega que “el hecho de que hayamos asistido a un cambio tan espectacular, aunque este solo sea el comienzo, es verdaderamente positivo".

Pero el tiempo se acaba para los delfines, dice McCook de WWF: "Son parte del patrimonio cantonés, llevan aquí milenios y sería una tragedia mundial perder a esta criatura icónica del futuro de la región".

*Con información de AFP