Donación de sangre: expertos advierten que, aunque no hay escasez, es mejor estar cubiertos ante posibles eventos catastróficos

Aunque, por ahora, según las cifras del Instituto Nacional de Salud, INS, el 80& de las instituciones prestadoras de salud tiene aprovisionamiento de sangre para responder por más de tres días, el cierre de la temporada navideña y de vacaciones pone en jaque, de nuevo, al sistema nacional.

La razón es sencilla: aunque no hay escasez y está descartada una crisis, sí hay que reforzar la donación para mantener los niveles de reserva. Por estos días, los bancos de sangre del país están cubiertos, pero si no fuera por un trabajo en llave muy consolidado, tal vez enfrentarían problemas para atender una emergencia realmente grave.

“30% siempre es lo que se disminuye en los meses de diciembre y enero de 2023, pero la articulación de los 83 bancos de sangre en todo el país es buena, el Instituto Nacional de Salud, a través de su coordinación, se ha encargado de fortalecer esos lazos”, explica Ayda Nubia Rodríguez, directora del Banco Nacional de Sangre de la Cruz Roja Colombiana.

Dado que no es posible calcular cuál sería la necesidad de sangre que se requeriría para enfrentar un evento catastrófico -que además es imprevisible-, ciudades como Bogotá, que siempre están por encima de la reserva recomendada, refuerzan las campañas de donación en estos días

“En Bogotá tenemos una reserva de cinco días para los grupos A, B, y AB y de tres días para el grupo O, que es el donante universal, y ese un promedio bueno. Pero hay momentos del año en el que tenemos requerimientos adicionales. En las fiestas de fin de año aumentan las personas quemadas y heridas o con lesiones por causas externas, que presionan más estos requerimientos de sangre, y coincide con que las familias viajan salen de la ciudad y se baja el número de donantes diarios”, sostiene Eliana Hurtado, subsecretaria de Servicios de Salud y Aseguramiento de la capital.

Según el INS, a diario cerca de 1.000 personas, entre ellas pacientes con enfermedades crónicas como leucemia, o maternas y sus recién nacido, requieren transfusiones. De hecho, se necesitan cerca de cuatro mil litros diarios para atender esa demanda.

Nadie sabe a ciencia cierta cuánta sangre se puede necesitar. Por ejemplo, si se presentara una tragedia como la de Armero o como el terremoto del Eje Cafetero, el sistema de bancos de sangre coordinados por el INS actuaría de inmediato y eficientemente, pero las reservas se agotarían pronto si no hay suficientes donaciones.

“En los países desarrollados donan 40 por cada 1.000 personas aptas para hacerlo; en Bogotá estamos en 25 por cada 1.000 y a nivel de país estamos un poco por debajo. Pero en general lo que nos falta es educación a la población en general y entender que la sangre no es algo para el momento que se necesita, sino que deben permanecer los stocks”, explica la directora del banco de sangre de la Cruz Roja Colombiana.

La sangre no es eterna

Otra de las razones por las cuales es necesario reforzar la donación es porque la sangre, lejos de lo que muchos creen, no dura para siempre, así permanezca, como sucede en todo el sistema de bancos del país, bajo estrictos cuidados.

“La sangre tiene una vida útil de 32 a 42 días, porque si no después se vence, se daña y eso hace que se estén requiriendo a diario los componentes; las plaquetas duran cinco días y eso es lo que no está faltando, tener conciencia y educación”, explica Ayda Nubia Rodríguez.

Se calcula que, si todas las personas entre 18 y 65 años que están habilitadas para donar lo hicieran cada seis meses, salvarían, en un espacio de 40 años, cerca de 300 vidas. Por eso, todo el sistema de bancos de sangre, coordinados por el INS, refuerza la necesidad de donar en todas las épocas porque nadie puede prever una tragedia.

“A pesar de que el 50 por ciento de la población colombiana es O positivo tenemos escasez de ella. El O positivo tiene el beneficio de servirle al A, al B, al AB; y si hablamos del O negativo, ni se diga, porque ese es el grupo de solo el 5 por ciento de la población, y ese el donante universal que se requiere para todos los casos de urgencia”, explica Rodríguez.

Pero esa lucha constante para que la donación sea frecuente y sostenida enfrenta, además, una serie de mitos que ahuyentan a los ciudadanos de las carpas instaladas en puntos estratégicos. A menudo quienes se niegan argumentan que donar sangre engorda, adelgaza o debilita, que es un procedimiento doloroso o que se pueden adquirir infecciones. Pero no hay tal.

“Es un acto para compartir la vida, porque no hay manera de producir la sangre como se producen otras cosas; hay 16 bancos de sangre den la ciudad que cumplen unos estándares, que tienen vigilancia nacional y tenemos un monitoreo de la calidad del procedimiento y de los hemocomponentes que se obtienen”, sostiene Eliana Hurtado.

¿Quiénes pueden donar?

La pedagogía a cargo del INS y de los 83 bancos de sangre han insistido en que donar es fácil, rápido, seguro y solo requiere cumplir pocos requisitos.

“A todas las personas entre 18 y 65 años, que tienen buen estado de salud y pesan más de 50 kilos la invitación es para que se acerquen a donar; las mujeres no deben estar embarazada y deben esperar un año después del parto para hacerlo”, acota la directora del Banco Nacional de Sangre de la Cruz Roja.

Bogotá, por ejemplo, ya puso en marcha una campaña pedagógica y les está enseñando a los estudiantes de varios colegios distritales la importancia de que convenzan a sus padres y cuidadores para que vayan a donar sangre regularmente.

“Ellos van a ser gestores del cambio cultural, de la manera de pensar de sus padres, son maravillosos en ese tema de convencer, y, además van a ser los adultos de un futuro muy cercano”, relata Hurtado.