Vida Moderna
Quistes ováricos: estas son las señales y síntomas de alerta
Sangrados, cambios en la mición y dolor pélvico pueden ir acompañados con molestias digestivas persistentes o cambios en los hábitos intestinales.
Por lo general, las mujeres suelen tener varios problemas respecto a su salud después de los 30, o incluso en su etapa del desarrollo donde sus organos reproductivos se ven afectados. Entre las multiples afecciones está la aparición de quistes ováricos, la cual afecta a muchas mujeres a lo largo de su vida, a pesar de que algunas nunca llegan a saberlo, según datos obtenidos por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Los quistes son unos sacos pequeños llenos de líquido que se ubican dentro o en la superficie de los ovarios. Su principal causa de reproducción son los descontroles hormonales y suelen desarrollarse a cualquier edad durante los años reproductivos, según el portal Mejor Con Salud.
Mayo Clinic señala que el sistema reproductor femenino tiene dos ovarios, uno a cada lado del útero. En contexto, los ovarios (cada uno del tamaño de una almendra) producen óvulos (ovocitos) y las hormonas estrógeno y progesterona.
Inicialmente los quistes no son un problema de mayor gravedad, aunque en ciertos casos se pueden presentar con deformidades y aumento de tamaño, que puede ser bastante incomodo para cualquier mujer que lo padezca.
Tendencias
A pesar de no ser una amenaza grave para la salud, es importante detectarlos de manera oportuna para evitar que continúen creciendo. Por esta razón es fundamental descubrir una serie de síntomas que pueden servir como señal de alerta para su diagnóstico:
Sangrados anormales
- Según un estudio realizado por el Hospital Virgen del Camino de Pamplona (España), afirma que uno de los síntomas comunes de desórdenes hormonales son los sangrados, aunque algunas lo experimentan ocasionalmente. Por eso se recomienda visitar al ginecólogo si se padece frecuentemente.
Cambios en la micción
- Si las personas de un momento a otro sienten más deseos de orinar, o si tienen dificultades para hacerlo puede ser un síntoma de quistes ováricos, según un estudio realizado por el Hospital General Universitario Dr. Gustavo Aldereguía Lima, (Cuba).
- El ardor tras orinar, indica que los músculos del suelo pélvico están infectados o debilitados. En caso de que persista durante más de dos días, lo más conveniente es consultar al médico.
Dolor pélvico
- Según un estudio realizado por la Universidad de Ciencias Médicas, el dolor pélvico es un signo muy importante del síndrome de ovario poliquístico.
- Además, puede ir acompañado con molestias digestivas persistentes y cambios en los hábitos intestinales. Si este dolor se produce ajeno al periodo menstrual debería ser una razón para consultar al especialista.
Dolor durante el coito
- Generalmente, la inflamación y las infecciones vaginales suelen ser la razón por la que se produce cierto dolor al mantener relaciones sexuales.
- Sin embargo, si los síntomas son frecuentes podría indicar la presencia de quistes ováricos.
Vómitos y náuseas
- Gracias al desequilibrio hormonal que se produce por los quistes, algunas mujeres padecen nauseas y vómitos de forma continua, según Mayo Clinic.
Inflamación abdominal
- Generalmente este síntoma es ignorado por la mayoría de mujeres ya que suele presentarse debido a diferentes factores.
- La distención o inflamación de la zona abdominal puede llegar a ser muy molesta y en ocasiones puede venir acompañada de dolor.
Dolor en la espalda baja
- Una sensación de dolor o tensión en la zona lumbar no siempre indica un problema muscular. Este tipo de molestias requieren más atención ya que puede tratarse de una infección renal o dificultades relacionadas con la presencia de quistes ováricos.
- Aún no existen evidencias científicas que lo avalen, pero es recomendable consultarlo con el médico.
Sensación de fatiga
- La mala alimentación y el estrés son los factores que más inciden en los episodios de fatiga. Sin embargo, ante los desequilibrios hormonales también suele darse de forma crónica y continua.
- Sentirse sin energías y con problemas de concentración son señales suficientes para considerar este problema, según afirma este un estudio de la Universidad de San Buenaventura (Cuba).