Vida Moderna
En entrevista: nutricionista revela los alimentos que mejoran la memoria y potencializan la función cognitiva
En diálogo con SEMANA, la nutricionista - dietista Andrea Mosquera habló sobre la relación directa que hay entre la capacidad cognitiva y una alimentación saludable.
Tener una memoria activa es una de las mejores sensaciones para las personas, pues recuerdan con facilidad sucesos lejanos y recientes que los hace apreciar la etapa de la infancia y la adolescencia. Sin embargo, no siempre este tipo de recuerdos están presentes, pues la memoria con el paso de los años va perdiendo sus capacidades, entre ellas, la de almacenar información.
De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la pérdida de memoria se puede presentar por un corto tiempo, pero también puede no desaparecer y con el tiempo empeorar. Aunque la relación principal de este problema de salud es el envejecimiento, existen otros elementos que pueden deteriorar la memoria, como una alimentación deficiente.
SEMANA conversó con Andrea Mosquera, nutricionista - dietista adscrita a Colsanitas, sobre la relación entre los alimentos que se consumen a diario y el funcionamiento de la memoria. Frente a esto, la especialista señaló que la relación entre estos dos elementos es vital, dado que una alimentación no muy sana puede incidir de forma negativa en la salud de la memoria.
De hecho, la doctora Mosquera señala que “hay estudios que demuestran que el consumo de alimentos ricos en vitaminas, minerales o que se lleve una dieta del estilo mediterráneo es mucho más favorable para los estados de memoria, mientras que cuando se tiene una alimentación muy rica en grasas saturada o en azúcares, esto no favorece la memoria”.
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Así las cosas, cuando se afecta la memoria, una de las consecuencias más comunes son las enfermedades graves como la demencia y el Alzheimer. “Hay demencias que pueden ser reversibles porque son asociadas a enfermedades agudas o enfermedades, por ejemplo, como de origen metabólico. Al suceder esto se pierde esa capacidad de retención de memoria”, señala la especialista.
Alimentos que mejoran la actividad cerebral
La nutricionista en mención asegura a SEMANA que los nutrientes necesarios para una buena actividad cerebral son los ácidos grasos esenciales, específicamente, el omega-3 el cual está muy presente en la dieta mediterránea, como el salmón, las sardinas, el aceite de oliva, en las semillas secas (linaza, sésamo).
Asimismo, las frutas también son esenciales para tener una buena memoria “porque son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes. Como tal, los antioxidantes nos ayudan también a tener un estado de memoria más activo. En cuanto a los alimentos antiinflamatorios, es importante incluir en la dieta ingredientes como la cúrcuma, porque ayuda a mejorar los estadios de persecución y la memoria”.
De esta manera, una dieta rica en antioxidantes es la mejor opción para proteger las funciones cognitivas. Frente al consumo de frutos, es importante “controlar los niveles glicéricos, es decir, no frutas tan maduradas, no jugos preferiblemente”. También es fundamental incluir alimentos ricos en vitamina C, por la presencia de betacarotenos, que tienen un poder antioxidante y pueden prevenir las enfermedades neurodegenerativas.
Otro superalimento muy recomendado para potencializar la memoria es el té verde. Según la nutricionista Mosquera, esta infusión natural, al igual que los cítricos, también tiene un buen poder antioxidante y “hace que tenga un efecto neuroprotector, ya que es un antagonista de una molécula que se llama glutamato y este neurotransmisor esta ´presente en estos proceso de memoria”. De esta manera, el té verde podría ser una gran ayuda porque también ayuda a disminuir la beta amiloidea, una proteína que tiene especial presencia en los pacientes con Alzheimer.
Entre las recomendaciones de alimentación que aconseja la nutricionista para prevenir la pérdida de memoria es “el consumo de vino, pero no en exceso, puede ser una copita. Esto es más por la presencia de los flavonoides, que son pigmentos que se encuentra en alimentos como las uvas, que es el alimento base para la producción de vino, y ellos ayudan también a prevenir el estrés oxidativo y la neuroinflamación. Entonces, una copa de vino al día puede ser recomendable, no en todas las situaciones, pero tampoco es aconsejable exceder su consumo”.