Salud
Dolor de cuello: aprenda a reconocer los síntomas y saber cuándo debería preocuparse
Este tipo de molestia puede surgir debido a múltiples causas.
El dolor cervical se caracteriza por ser una molestia en cualquiera de las estructuras del cuello, entre ellas, los músculos, los nervios, los huesos (vértebras), las articulaciones y los discos intervertebrales, según expone la enciclopedia médica MedlinePlus.
Generalmente, cuando se presenta dolor en el cuello, la persona experimenta dificultad para moverlo hacia los lados. A esta condición se le denomina ‘cuello rígido’ y, en principio, no se constituye como un síntoma grave, aunque puede llegar a ser bastante molesto.
Otro tipo de dolor de cuello está asociado con sensación de entumecimiento, hormigueo o debilidad en el brazo o la mano. De ser el caso, lo más probable es que se deba a una compresión de los nervios.
Las causas del dolor cervical son variadas. De acuerdo con el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, estas son las más comunes:
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- Agacharse sobre un escritorio durante varias horas.
- Tener una mala postura mientras ve televisión o lee.
- Colocar el monitor de la computadora demasiado alto o demasiado bajo.
- Dormir en una posición incómoda.
- Torcer y girar el cuello bruscamente mientras hace ejercicio.
- Levantar cosas demasiado rápido o con mala postura.
“Las caídas o accidentes pueden causar lesiones cervicales graves, como fracturas de las vértebras, latigazo cervical, lesión de los vasos sanguíneos e incluso parálisis”, anota MedlinePlus.
En ese sentido, ante la aparición de dolor cervical es de vital importancia tener en cuenta si existen antecedentes que puedan incidir sobre el mismo. De igual manera, si el dolor es extremo y no cesa con el pasar de los días, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud para evaluar el caso y definir un tratamiento adecuado, en función de las características del paciente.
Causas complejas del dolor de cuello
Como se expuso anteriormente, el dolor cervical puede aparecer como consecuencia de acciones tan simples como dormir en mala posición. No obstante, también puede ser causado por afecciones más complejas y que necesitan de la valoración médica.
Algunas causas complejas del dolor cervical son:
- Afecciones como fibromialgia.
- Artritis cervical o espondilosis.
- Ruptura de disco.
- Pequeñas fracturas de la columna por osteoporosis.
- Estenosis raquídea (estrechamiento del conducto raquídeo).
- Esguinces.
- Infección de la columna (osteomielitis, disquitis, absceso).
- Tortícolis
- Cáncer que compromete la columna.
MedlinePlus sostiene que afecciones graves como el cáncer, la osteoporosis o incluso una infección en la columna también pueden estar relacionadas con el dolor cervical. Precisamente, esta es la razón por la que las dolencias en el cuello no deben ser subestimadas cuando se tornan frecuentes o son demasiado intensas.
¿Cuándo hay que preocuparse?
Los dolores o molestias en el cuerpo suelen ser ese primer aviso de que algo no anda bien. Aunque en algunos casos se trata de una situación pasajera y sin peligro, no se está exento de un escenario completamente opuesto.
En tal virtud, la comunidad médica expone aquellas señales de alarma que no deben pasarse por alto:
- Fiebre y dolor de cabeza.
- Si el cuello está tan rígido que la persona no puede tocarse el pecho con el mentón (podría ser un caso de meningitis).
- Síntomas de un ataque cardíaco, como dificultad para respirar, sudoración, náuseas, vómitos o dolor en el brazo o la mandíbula.
Contactar al médico si se cumplen los siguientes escenarios:
- Los síntomas no desaparecen en una semana con cuidados personales.
- Presenta entumecimiento, hormigueo o debilidad en el brazo o en la mano.
- El dolor en el cuello fue causado por una caída, un golpe o una lesión.
- Presenta inflamación de los ganglios o una protuberancia en el cuello.
- El dolor no desaparece con dosis regulares de analgésicos.
- Tiene dificultad para tragar o respirar junto con el dolor en el cuello.
- El dolor empeora cuando usted se acuesta o lo despierta durante la noche.
- El dolor es demasiado fuerte.
- Pierde el control de la orina o al evacuar el intestino
- Tiene problemas para caminar y mantener el equilibrio.
Cuidados caseros para el dolor de cuello
Si bien no reemplazan el tratamiento médico, existen algunos cuidados básicos que podrían ayudar a aliviar el dolor cervical.
Las recomendaciones incluyen:
- Tomar analgésicos de venta libre.
- Aplicar calor o hielo en la zona del dolor. Usar hielo durante las primeras 48 a 72 horas y luego aplicar calor.
- Aplicar calor con duchas calientes, compresas o almohadillas térmicas. No dormir almohadillas térmicas ni bolsas de hielo puestas, pues podrían causar lesiones en la piel.
- Suspender la actividad física normal durante los primeros días.
- Realizar ejercicios de rango de movimiento lento, arriba y abajo, de lado a lado y de oreja a oreja (ayuda a estirar suavemente los músculos del cuello).
- Dormir en un colchón firme con una almohada que le dé soporte al cuello.