Vehículos
Colombia, en el top 3 de los países más importantes para la venta de carros eléctricos en América Latina
Las compañías chinas ven en esta región un gran potencial para instalar sus plantas de producción e impulsar el salto a la electrificación.
En los próximos años, América Latina terminará de consolidarse como el escenario clave para la expansión de los vehículos eléctricos (VE), especialmente impulsada por la entrada de marcas chinas en la región.
A medida que los gobiernos locales implementan políticas para fomentar la fabricación nacional de autos ecológicos, los gigantes automotrices de China se preparan para iniciar la producción en suelo latinoamericano, lo que promete transformar el panorama del sector automotriz en esta parte del planeta.
Una de las marcas más destacadas en este proceso es BYD, que tiene planes de comenzar a ensamblar vehículos eléctricos en Brasil en mayo de 2025. Se espera que, para finales de ese mismo año, la empresa alcance una producción completa de autos eléctricos en el país.
Este movimiento se enmarca dentro de una tendencia regional en la que otras marcas, como Great Wall Motor, también están tomando pasos similares, con planes de ensamblar sus propios vehículos eléctricos en Brasil a partir de 2025.
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Estos desarrollos no solo apuntan a la expansión de la oferta de vehículos ecológicos, sino que también podrían hacer que los precios de estos autos bajen considerablemente, alcanzando niveles más competitivos en comparación con los vehículos de combustión interna, lo que los haría más accesibles para el consumidor latinoamericano.
Brasil, que ocupa el puesto de mayor mercado automotriz en América Latina, está en el centro de esta revolución verde. Junto con México y Colombia, forma parte de los países más relevantes en cuanto a volumen de ventas de vehículos en la región.
Sin embargo, a nivel relativo, algunos países están experimentando un crecimiento destacado en la adopción de vehículos eléctricos. Costa Rica, por ejemplo, lidera la región con la mayor participación de ventas de autos eléctricos, alcanzando un impresionante 16 %, seguida de cerca por Uruguay, con un 15,6 %.
Estos porcentajes reflejan un notable interés por parte de los consumidores en opciones más sostenibles, lo que, a su vez, impulsa la creación de infraestructuras de carga y políticas gubernamentales orientadas a apoyar esta transición.
Según las previsiones de BloombergNEF, la penetración de los vehículos eléctricos en las ventas de autos nuevos en América Latina podría alcanzar entre el 10 % y el 20 % hacia 2028. Este crecimiento se basa en varios factores, entre ellos el fortalecimiento de la infraestructura de carga, la creciente conciencia ambiental entre los consumidores y el impacto de las políticas de incentivos fiscales y subvenciones a la compra de vehículos eléctricos.
Estos factores convergen para hacer que los autos eléctricos sean cada vez más atractivos, no solo por su bajo impacto ambiental, sino también por su costo total de propiedad, que es cada vez más competitivo frente a los tradicionales vehículos a gasolina.
El impulso hacia la movilidad eléctrica en América Latina es, sin duda, un reflejo de una tendencia global hacia la sostenibilidad, que está alcanzando a mercados emergentes como los de esta región. A medida que más marcas chinas se instalan y expanden en los países latinoamericanos, se espera que la oferta de autos eléctricos se diversifique y los precios se ajusten para hacerlos más accesibles. El ensamblaje local, además de contribuir a la reducción de costos, es una estrategia clave para que las automotrices puedan competir en un mercado en el que la demanda de opciones limpias sigue en aumento.
Por otro lado, los países con políticas más activas en el fomento de los vehículos eléctricos pueden beneficiarse tanto de la reducción de la huella de carbono como del desarrollo de nuevas industrias y empleos vinculados a la fabricación y distribución de estos vehículos.
En este contexto, Costa Rica y Uruguay se posicionan como ejemplos a seguir, con sus políticas de incentivos y la alta proporción de ventas de vehículos eléctricos en sus mercados. En cuanto a Brasil, aunque todavía falta tiempo para que las ensambladoras chinas inicien sus operaciones, el país ya se está posicionando como un jugador clave en la transición hacia la movilidad eléctrica en la región.