Turismo
Tres pueblos para no perderse en un viaje a Villa de Leyva; quedan a menos de una hora de este destino
Poblaciones cercanas a este lugar colonial ofrecen diversidad de atractivos para los viajeros.
Visitar Villa de Leyva, en Boyacá, es uno de los planes que muchas personas no quieren perderse, pues se trata de una de las poblaciones más lindas de este departamento. Un destino lleno de historia en el que es posible apreciar sus calles empedradas y su estilo colonial.
Es una población con arquitectura diferenciada, una cultura autóctona, gastronomía propia, entorno natural, y por guardar parte de la historia y del desarrollo del país, gracias a lo cual hace parte de la Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia.
Para el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, las poblaciones que hacen parte de este selecto grupo, se constituyen como una opción para el turismo cultural del país, aportándole al sector una diversificación en la oferta para los viajeros tanto nacionales como internacionales.
En este lugar, los visitantes pueden apreciar sus calles empedradas, fachadas blancas, ventanales y puertas de madera, además de las iglesias, conventos y monasterios, indica el portal oficial de turismo Colombia Travel. Sin duda, un plan para no perderse.
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Sin embargo, más allá de disfrutar de los encantos de esta población, es posible aprovechar un viaje hasta allí para conocer otros lugares que están muy cerca y en los que es posible realizar diversas actividades. Por ejemplo, Arcabuco, Ráquira y Samacá.
Arcabuco
Este municipio está situado a menos de una hora de Villa de Leyva y se dice que es cuna de los ecosistemas naturales de Boyacá. En este pueblo sus habitantes preparan algunas de las delicias gastronómicas más reconocidas de la región, como son los amasijos, las almojábanas y el queso de hoja. Este es un pueblo con una rica historia, cultura y tradiciones.
Como muchas otras poblaciones boyacenses, destaca por su arquitectura colonial, reflejada en sus casonas y calles empedradas y fuera del casco urbano, ofrece diversos atractivos que resultan imperdibles para quienes se encuentran de paseo por la región.
Según datos del Sistema de Información Turística de Boyacá (Situr), en la zona es posible apreciar las reservas naturales de Iguaque y Rogitama, el cañón del río Arcabuco, el cerro de Monserrate, la Laguna Negra, la Laguna Empedrada, la Cueva del Contento, el Alto de la Virgen y el humedal la Balsa de Oro.
Ráquira
A pocos minutos de Villa de Leyva se encuentra Ráquira, un pintoresco pueblo lleno de tradición, que destaca por sus coloridas casas coloniales y una fuerte tradición ancestral que se centra en la fabricación de artesanías de cerámica.
Allí los viajeros pueden vivir experiencias diferentes al recorrer sus talleres, con el fin de aprender sobre el proceso de alfarería, la cual se basa en técnicas ancestrales y se ha consolidado como uno de los principales atractivos no solo turísticos, sino de sustento económico para los habitantes.
De acuerdo con Situr, en una visita a Ráquira es posible recorrer lugares emblemáticos y tradicionales como el Monasterio y el Desierto de La Candelaria, declarado monumento nacional y bien de interés cultural de carácter nacional, entre otros.
Samacá
Samacá, por su parte, es ideal para los amantes de la naturaleza. Es un pueblo que está rodeado de paisajes que destacan por sus montañas y valles, que transmiten tranquilidad. Cuenta con diversidad de veredas que son perfectas para hacer senderismo.
Dentro de sus documentos y lugares icónicos se encuentra la Iglesia de San Juan Bautista, que es considerada un punto de referencia. Con su arquitectura colonial, es un recordatorio de épocas pasadas. Muy cerca de allí también está el Puente de Boyacá, que es un ícono de la historia. De igual forma, para los amantes de la aventura están los cerros de Samacá, que son ideales para un buen tiempo de trekking.