Turismo
Este es el verdadero motivo por el cual no se permite fumar en un avión
Los pasajeros deben aguantar la ansiedad de consumir cigarrillo en todo tipo de viajes.
Uno de los pocos espacios en los que fumar está prohibido a nivel mundial, son los aviones. Si bien en muchas aeronaves, los ceniceros y las señales de prohibido fumar siguen estando presentes, lo cierto es que ningún pasajero debería infringir esta norma global.
Para muchas personas es un tema difícil de manejar, más si se trata de vuelos muy largos. Sin embargo, los fumadores pueden controlar las ganas de poner en práctica este hábito con alternativas como los productos sustitutivos de la nicotina o con las escalas planificadas.
Es importante tener presente que las infracciones de la prohibición de fumar en los aviones pueden acarrear importantes sanciones, incluidas multas y, en algunos casos, incluso penas de prisión, dependiendo del país.
Esto se debe a que hay motivos de gran peso que llevaron a que las autoridades aeronáuticas en todo el mundo tomaran esta decisión. Una de las razones determinantes es el tema de seguridad del vuelo, la cual se puede poner en riesgo por cuenta de un cigarrillo.
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Riesgo en la seguridad
El sitio web Fligh Tright, indica que fumar a bordo de un avión genera riesgos considerables en esta materia, debido a que una colilla que no se apague completamente puede provocar un incendio que se propague rápidamente debido al espacio limitado y a las escasas opciones de lucha contra las conflagraciones.
Además, el ambiente de la cabina de las aeronaves está ajustado a un nivel específico de presión atmosférica. Fumar puede afectar a los sensores y poner en peligro el correcto funcionamiento del sistema de presión de cabina. También podría provocar una falta de oxígeno, lo que es problemático con las altitudes de vuelo.
Según información de la compañía Latam Airlines, un solo cigarrillo encendido puede provocar un incendio rápido e incontrolable, poniendo en riesgo la vida de todas las personas a bordo.
Por fortuna, la mayoría de los aviones modernos están equipados con detectores de humo para identificar posibles incendios y esto puede activar las alarmas y alertar a la tripulación de lo que sucede con el fin de que pueda actuar de manera rápida.
Afectación de la salud
A los riesgos en seguridad se suma que fumar en el avión afecta la calidad del aire y salud de los pasajeros, pues este hábito no solo es perjudicial para quien lo tiene, sino también para los demás viajeros. El tabaquismo pasivo puede provocar graves problemas de salud y el humo se propaga rápidamente, sobre todo en espacios cerrados como los aviones.
El humo del cigarrillo puede circular en el aire confinado y producir olores desagradables. Esta es una práctica que deteriora la calidad del aire de la cabina y pone en peligro la salud de los pasajeros, incluidos los niños, y de la tripulación.
¿Cómo evitar las ganas de fumar en los vuelos?
Los expertos aseguran que el deseo de fumar en los vuelos de larga distancia puede reducirse poniendo en marcha diversas estrategias.
La primera es sustituir el ansia de nicotina por otras alternativas como los chicles, los caramelos o incluso los productos especiales de sustitución de la nicotina, como los parches o los chicles de nicotina.
Una segunda alternativa aprovechar las escalas del vuelo. Este tiempo puede servir para tomar un poco de aire fresco en el aeropuerto y reducir las ansias de fumar un cigarrillo. Esta pausa no solo proporciona una breve distracción, sino también la oportunidad de moverse y centrar los pensamientos en otras cosas.
Una posibilidad más es elegir bien los horarios de los vuelos. Por ejemplo, si se escogen horas de vuelo que no coincidan con las habituales de fumar, es posible que el fumador logre reducir las ansias. Si el vuelo no coincide con el horario habitual de fumar, le resultará más fácil dejar de lado el hábito.
Y, un último consejo, es buscar distracciones como ver películas, escuchar música, leer un libro o incluso jugar con el sistema de entretenimiento del avión. Esto ayudará a concentrarse en otras cosas y lograr que el paso del tiempo sea más llevadero.