Turismo
El pueblo tolimense conocido como “tierra de grandes”, un destino bañado de cascadas y charcos cristalinos
Este municipio destaca por su oferta de naturaleza y lindos paisajes.
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El departamento del Tolima destaca por su diversidad de planes turísticos para desarrollar. Es una región en la que se pueden apreciar sus lindos paisajes, cascadas, ríos y montañas. Cada uno de sus municipios tiene una importante oferta que vale la pena conocer.
Una de las tantas opciones es Chaparral, que está ubicado al suroccidente del departamento y que, según la Gobernación del Tolima, su nombre obedece a la gran cantidad de plantas que se encuentran en esta zona y que reciben el nombre de chaparros. También se le conoce como “tierra de grandes”, debido a las personalidades del país que han nacido en este municipio.
Se trata de un importante centro estudiantil y de vocación agropecuaria, destacándose la caficultura como el pilar de su economía. Además, es un destino especial para el ecoturismo, gracias a la diversidad de sus paisajes y la exuberancia de la flora y fauna que predominan en esta región. Chaparral es un centro productor de agua; pues en él nacen importantes afluentes hídricos como los ríos Amoyá, Mendarco, Irco y Ambeima, entre otros.
Turismo de naturaleza
Así las cosas, es muy indicado para los amantes de la naturaleza y dentro de los atractivos que pueden disfrutar los viajeros que llegan hasta allí está el Charco La Tigrera, que se ubica en la vereda Los Algodones, conocido por sus dos cascadas y dos charcos de aguas cristalinas, especialmente atractivos durante la temporada de verano. Este paraje ofrece una experiencia refrescante y revitalizante en un entorno natural inigualable, precisa información de la Alcaldía del municipio.
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La Tigrera es ideal para los amantes del senderismo. El recorrido hasta las cascadas dura aproximadamente una hora y media. Se trata de una ruta perfecta para aquellos que buscan una aventura al aire libre mientras disfrutan de la belleza natural del área. Los charcos de agua cristalina y sus cascadas son perfectos para un baño refrescante después de la caminata.
Otro lugar para conectar con la naturaleza es Charco Azul, que también ofrece aguas cristalinas y una cascada de aproximadamente 10 metros de altura. La formación rocosa de esta caída de agua da lugar a una pequeña cueva, lo que añade un toque de misterio y encanto al lugar. Allí se puede realizar senderismo, explorar la cueva y nadar.
Salto del Ángel
Uno más es la cascada Salto del Ángel, una caída de agua de aproximadamente 140 metros de altura, situada al final de la meseta de la vereda Guayabal. Este destino es ideal para realizar caminatas ecológicas. En este punto es posible admirar la majestuosa caída de agua, el valle del río amoyá y disfrutar del entorno natural.
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Otra cascada es la conocida como Salto del Mohán, con una caída de 30 metros. La caminata hacia ese lugar permite a los visitantes conocer la historia del antiguo Chaparral, destruido por un terremoto en 1827.
Por último, un sitio más para no perderse son las Cuevas Copete, que según la Gobernación, es un paraíso natural que ofrece a los turistas aventura y diversión en un solo lugar. Se encuentran sobre la margen derecha de la quebrada El Totumo, y se han ido formando debido al agua que se ha infiltrado durante años en las rocas calizas que allí existen, creando un lindo paisaje en el que es posible para practicar ecoturismo. Son en total siete cuevas.