Así es el país más antiguo del mundo, una joya turística y arquitectónica escondida en Europa

Europa se ha consolidado como uno de los destinos preferidos de los viajeros de todo el mundo. Sus países están llenos de historia, cultura, diversidad y belleza natural, lo que lo convierte en una posibilidad ideal para todo tipo de turistas.

Esta parte del mundo es el hogar de muchas de las civilizaciones más antiguas del mundo, como los griegos, romanos y vikingos. Cada nación cuenta su propia historia a través de museos, castillos, ruinas y monumentos emblemáticos.

A esto se suma la belleza natural que se refleja en las montañas de los Alpes, las costas mediterráneas y las islas griegas, por lo que los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre encontrarán una gran cantidad de opciones para disfrutar.

Dentro de las muchas alternativas para visitar y que no es muy conocida, a pesar de tener una gran oferta turística, se encuentra San Marino, considerado el país más antiguo del mundo y también uno de los más pequeños. Se ubica en la península italiana y es un microestado autónomo.

Tiene 33.000 habitantes y un poco más de 60 kilómetros cuadrados. Está rodeado en su totalidad por Italia, como si se tratara de una isla.

Sitios de interés

Si bien es un destino de poco tamaño, es ideal para visitar, pues destaca por su riqueza arquitectónica, histórica y cultural. La mayoría de atractivos turísticos de San Marino se concentran en su capital, que lleva el mismo nombre.

San Marino se caracteriza por ser rica en arte y monumentos, y su centro histórico está rodeado por murallas medievales, que se extiende en la parte superior del Monte Titano, a 750 metros sobre el nivel del mar. En el punto más alto se encuentra la Basílica de San Marino, que acoge las reliquias del santo y es uno de los lugares de referencia de la ciudad. Muy cerca está la pequeña iglesia de San Pietro, que se caracteriza por su estilo neoclásico.

Uno de los imperdibles para conocer son las tres torres, que es uno de los íconos de este país europeo. Destaca la imponente Torre Guaita, que fue construida para la defensa del territorio. Está ubicada dentro de un doble recinto amurallado con otras torres de refuerzo en el exterior y edificios militares, una capilla y un el campanario que se puede admirar en su interior.

A esta se suma la Torre Cesta. Se dice que esta cumplía una función de vigilancia y actualmente es sede del Museo de Armas Antiguas; un punto desde donde se disfruta de lindas vistas de la ciudad. Finalmente, está la Torre Montale, inmersa en un bosque que rodea la ciudad y unida a las anteriores por un gran muro.

Otro lugar para no perderse en San Marino es la Piazza della Libertà, en donde se encuentra el Palacio Público, un edificio que es sede del Parlamento de la República de San Marino. Los viajeros tienen la posibilidad de visitar el interior de este palacio y conocer la sala donde se llevan a cabo las sesiones del parlamento.