EL DEBATE
Si las marchas del 18 de marzo de nada sirven y el Senado dice ‘no’ a la consulta popular, ¿qué?: Benedetti responde con la “lloradera”
El ministro del Interior habló con ‘El Debate’, de SEMANA, acerca de la consulta popular propuesta por el presidente Gustavo Petro, de las marchas de este 18 de marzo de 2025, del día cívico y de las elecciones de Congreso y de Presidencia.

SEMANA: ¿Qué espera el Gobierno Petro de este martes y qué piensa también de esta decisión de algunos alcaldes de no seguir las indicaciones del día cívico?
Armando Benedetti (A. B.): Ese tipo de apreciaciones u opiniones o directrices que están generando los alcaldes es bastante triste. En ningún momento están pensando qué significa ir a marchar y expresar la voz de lo que alguien cree que se debe pronunciar. No hay nada en la democracia que más se valore que una marcha pacífica, que una marcha con alegría, que una marcha que sea carnaval, que sea una expresión del pueblo que está por encima de un Congreso, de un Concejo, de un alcalde. La participación ciudadana en las calles, la movilización ciudadana, es lo que la democracia ama realmente del pueblo y el pueblo ama de su democracia.
Y el meterse tajantemente a cortar eso de tajo porque les da la gana prácticamente es algo que muestra más bien un odio hacia Petro, que lo termina reflejando en un coletazo de un odio hacia ese tipo de manifestaciones de la democracia.
SEMANA: ¿Qué sondeo ha podido hacer? La gente va a salir masivamente a las calles, no está fácil... ¿cómo ve el termómetro frente a esta manifestación?
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A. B.: Una movilización nunca va a ser fácil para absolutamente ningún líder. Creo que el único líder, tengo la seguridad de que el único líder que realmente puede, hace y está haciendo marchas y movilizaciones es el presidente de la República.

Yo retaría a cualquier otro candidato a la Presidencia, desde el que tiene el 0,2 % hasta que lleve el 13, 14 %, que convocara una manifestación, que convocara una marcha, y le juro que le iría bastante mal. Entonces, nosotros esperamos que tenga un mejor resultado que las anteriores, que siempre han sido buenas.
Vea la entrevista con Armando Benedetti, ministro del Interior:

SEMANA: Sí, ministro. Ahora bien, mucha gente está cuestionando esta marcha porque lo que se requiere y lo que necesita el país es que haya productividad, que haya empleo, que haya trabajo, que la gente todos los días salga a ganarse el día, laboralmente hablando. Parar el país, decretar un día cívico un martes en el contexto de impulsar una consulta popular, eso es mal visto por algún sector de la opinión pública.
A. B.: El país está a todo vapor produciendo y usted encuentra que la economía va bien, que el desempleo ha bajado, que la inversión extranjera, que el turismo ha subido. Luego el país va a todo vapor. Así que es al contrario, las personas salen a apoyar una consulta y unos derechos colectivos que el Congreso los está negando en la Comisión Séptima del Senado. Y ahí lo que se busca entonces es que apoyen la consulta porque se está buscando es valorar y cambiar los derechos colectivos de un código que está desde 1950. Ese código, para actualizarlo al día de hoy, está esclavizando a la gente.
Los dirigentes empresariales no le están pagando el sueldo que les deben pagar a los empleados con el prurito de que entonces va a haber más empleo y más plazas de empleo. Y eso no está sucediendo y no es así y eso es lo único que se está buscando. Ahora, se la cambio por otros valores mucho más importantes que traer el país al vapor. Lo bueno en la democracia es que la gente pueda marchar. En los otros países dictatoriales, la primera premisa, la primera característica es que nadie puede protestar o mostrar su inconformismo o su apoyo a ciertas políticas del Estado o del mismo gobierno.
Aquí lo que se está proponiendo es movilizaciones ciudadanas, indígenas, estudiantiles que salgan a apoyar a una consulta a un cambio de los derechos de un régimen de trabajo colectivo. Entonces, lo que estamos buscando es ese tipo de movilizaciones. Eso es lo que la democracia ama. Eso es lo que caracteriza una democracia y si alguien se opone porque le tiene rabia y odio y con los hígados señala que ojalá no marchen por que sí, está atentando contra los mejores y mayores y más bonitos postulados de una democracia.
SEMANA: ¿La gente va a salir a a las calles de manera voluntaria? Se lo digo porque también se escucha que desde el Gobierno le están diciendo a las entidades, a sus funcionarios que salgan de manera “voluntaria” a las calles.
A. B.: El que diga que se está haciendo o se está buscando llevar a unas personas obligadas a marchar no sabe absolutamente nada de manifestaciones, movilizaciones, concentraciones por la democracia.
Usted puede obligar a un número determinado de personas, pero cuando pasan de 5.000, 10.000, 20.000, 30.000 es imposible que usted obligue. Entonces la primera respuesta es que es imposible obligar a alguien. La segunda: nosotros no estamos en plan de obligar. Lo único que estamos es invitando a movilizar a través de las redes sociales, de pautas en los medios de comunicación, a través de los líderes del Pacto Histórico y las personas que acompañan el Gobierno.
SEMANA: Sí, ministro, pero de todos modos la gente lo que dice es que el gobierno Petro ha puesto en marcha un plan para anticipar desde ya la campaña de 2026, que está convocatoria a la consulta popular es la primera fase y es una fase que se va a mantener de aquí hasta las elecciones del próximo año y que la consulta popular lo que busca es agitar las calles y buscar la mayor cantidad de réditos políticos para el petrismo. ¿Se está haciendo política con esta consulta popular?
A. B.: La gente cuando le dicen la palabra política la confunde con la palabra politiquería. Aquí, claro que se está haciendo política. Se está haciendo política amparada en la Constitución, en la ley que protege la participación ciudadana, en las consultas que se deben hacer.
Hay una sentencia, que es la C-180 de 1994, que sobre las consultas dice que es a la hora de dirimir diferencias entre el Legislativo y el Ejecutivo. Aquí queda muy claro que lo que queremos hacer nosotros es rescatar unos derechos colectivos que van inspirados en los convenios internacionales, en los fallos de la Corte Constitucional y al mismo tiempo en lo que fue el ADN, el corazón de la campaña del presidente Petro en el sentido de que son las reformas sociales.
Esas reformas sociales tienen que ver una de ellas con el tema laboral. Por ejemplo, que la jornada nocturna empieza a las 6 de la tarde, que el 100 % del día festivo y domingo se le pague estabilidad laboral, que a los aprendices se les pague el 66 % de lo que es un sueldo mínimo y el que ya sea practicante se le pague el 100 %, que la licencia paterna pase de dos a cuatro semanas.
Que las plataformas digitales como Rappi, etcétera, tengan contratos, que las madres comunitarias tengan contratos y prestaciones de servicios sociales, que las mujeres que tengan patologías menstruales puedan ir donde el médico, hay una cantidad de series, de cosas, que estoy seguro que le interesan a la clase obrera y no a la dirigente.
Lo que sucedió fue que hubo un bloqueo institucional. ¿Por qué está la prueba reina de que hubo un bloqueo institucional? Porque tenían que firmar seis ponentes, terminaron firmando ocho, dos de más con los cuales hacían mayoría y no les interesaba ni discutir, ni debatir, ni votar el proyecto. Ya habían tomado una decisión.
De forma sospechosa, y digo sospechosa, porque es obvio que aquí estuvo la clase dirigente, la Andi, los empresarios en los que vieron y hasta gobernadores, alcaldes y candidatos a la Presidencia cercanos a las regiones de algunas de estas personas o estos senadores que votaron que no y negaron votar.
Yo duré 20 años de congresista y nunca, nunca, jamás, yo vi realmente de que sucediera lo que sucedió, que firmaran unos ponentes y miembros de la comisión que no eran ponentes para que no hubiera en ningún momento ni discusión ni votación.
SEMANA: Ministro, ya que está tocando el fondo de este debate, hay reformas que se aprueban y no se aprueban. Al presidente Gustavo Petro se le han aprobado reformas; por ejemplo, la pensional, una reforma tributaria cuando arrancó el Congreso, muchas otras más. Entonces, ¿para unas sí sirve el Congreso y para otros el Congreso no le sirve?
A. B.: Usted lo dijo muy bien cuando me hizo la pregunta. Es que a veces se aprueban o no se aprueban. Es que aquí antes de discutirse y de aprobarse firmaron una ponencia personas que no eran ponentes. Eso nunca había pasado, nunca es nunca había pasado.
Es como si hubiera 10 ponentes de una plenaria del Senado que van a votar negativo, que van a presentar la ponencia negativa y aparecen 55 firmas antes de la discusión y antes de la votación. Eso nunca había pasado.
Significa ello que había un pacto de sangre en favor de los dirigentes para decir “esto es una muerte” y tratar de darle un golpe al gobierno. Cuando nosotros decimos que nos vamos a la consulta, usted no puede decir que es a las malas. Es un mecanismo de participación ciudadana. Es que ya se hundió porque son 14 miembros y firmaron ocho. Eso nunca había pasado. Pero fue tan tonto, tan apresurado y tan tosco el hecho de que firmaron los ocho antes por tener una victoria temprana y hacer el bloqueo institucional.
Es que ya nos dijeron que no hay discusión. Es que ya nos dijeron cómo van a votar antes de la discusión. Es que a los otros dos que son colados no les importó en ningún momento qué iba a pasar en la discusión. Se plegaron a esos seis.
SEMANA: Ministro, pero a ese mismo Congreso al que ustedes acusan de bloquear institucionalmente al presidente Petro van a tener que llevar la propuesta de la consulta popular, porque la ley dice que debe tener el visto bueno en la plenaria del Senado. ¿Cuándo va a llevar usted como jefe de la cartera política la consulta popular a discusión de la plenaria del Senado y si usted está confiado de que la plenaria del Senado le va a dar el visto bueno para que se haga esa consulta popular?
A. B.: Empecemos por el principio. El presidente de la República, con la firma de suministros tiene que firmar la petición de la consulta, se lleva al Senado de la República y el Senado lo tramita como si fuera una proposición. Ojo con lo que le voy a decir que es muy importante. Si el Senado dice que sí, el presidente los siguientes tres meses se va a una convocatoria. Si no hay decisión, el presidente puede entonces también llamar a una consulta.
SEMANA: ¿Usted tiene los votos en la plenaria del Senado para que se la decidan a favor o usted cree que el Senado no va a decidir y con ese argumento el presidente la convoca de todos modos?
A. B.: Le voy a decir que más que tener los votos, yo creería por qué se pueden dar los votos. A mí me costaría muchísimo trabajo entender y ver que unas personas que son elegidas por el voto popular no sean capaces en ningún momento de aceptar que el pueblo se pronuncie. Sería muy absurdo que el Congreso de la República, el Senado de la República, elegido popularmente, le niegue la oportunidad al pueblo colombiano de que se pronuncie.
Que se pronuncie no sobre un tema cualquiera, no sobre un capricho, sino sobre los derechos laborales colectivos que no se reforman desde 1950 y que están completamente desactualizados. Entonces, ¿por qué se lleva una consulta? Porque es la esencia de lo que fue la campaña presidencial, que hoy está siendo negada por ocho personas que no quisieron ni discutir ni votar y que firmaron para decir que estaban en contra la reforma sin discutir.
SEMANA: Es decir, ministro Benedetti, que con o sin el visto bueno en la plenaria del Senado, si en la plenaria del Senado no decide, pues de todos modos va a haber consulta popular en Colombia...
A. B.: Esta semana, a más tardar la otra, debe estar lista las preguntas. Luego se podría enviar al Senado en los próximos 10, 15 días.
SEMANA: Le entiendo que usted dice si al Senado no decide. Y si el Senado dice no, ¿qué pasa ahí?
A. B.: Me cuesta creer que el Senado viniendo de origen de voto popular le diga al pueblo que no se puede pronunciar. ¿Cuál es el miedo a la consulta? O sea, si yo estuviera en la oposición, yo diría “Vámonos a la consulta”, cualquier político medianamente sabido sabe que conseguir 13 millones de votos es bastante difícil. Cualquier político medianamente diligente sabría, como lo supo en su momento, nosotros lo vivimos con el plebiscito, la oposición en ese momento representada por el presidente Álvaro Uribe en contra del plebiscito ni siquiera tuvo bien claro hasta último segundo si se iba por la abstención o se iba por el no.
Yo no entiendo por qué están, por qué se ven como a la defensiva, desde aquí parece que estuvieran asustados, como si estuvieran preocupados, yo no sé cuál es la lloradera.
SEMANA: Pero si sacan a las urnas 5 millones de votos, pues ahí el petrismo tiene un capital político para el 2026 y eso es lo que se critica, ministro, que ustedes con esta consulta popular lo que pueden estar haciendo es política, pero con fines a las elecciones de 2026, más allá de las preguntas legítimas y de la necesidad de preguntarle a la gente si está o no de acuerdo en el fondo lo que hay es una intención electoral.

A. B.: A ver, si fuera solamente electoral, yo le pudiera decir, nos vemos en marzo de 2026 donde le puedo decir desde hoy que el Pacto Histórico va a ganar las elecciones.