Salud

¿Qué es la medicina del dolor? Experto detalla por qué es importante prestarle atención a esta ‘señal de alarma’ y no subestimarla

El ser humano puede experimentar dolor por múltiples factores.

Redacción Salud
8 de agosto de 2024
La falta de atención a las señales del cuerpo durante la práctica de Pilates puede conducir a lesiones musculoesqueléticas, ya que el dolor agudo o las molestias persistentes no deben ignorarse.
La medicina regenerativa se enfoca en estimular la reparación de tejidos dañados para aliviar el dolor desde su origen. | Foto: Getty Images

La medicina, de la mano de la transformación tecnológica, está evolucionando rápidamente con diferentes especialidades y enfoques que permiten encontrar soluciones más específicas a las necesidades de los pacientes. En el campo de la medicina del dolor, la innovación y la integración de diversas terapias han transformado significativamente la forma en que se aborda el alivio y tratamiento del dolor crónico.

El dolor es un síntoma que cualquier persona puede experimentar en algún momento de su vida. Por lo general, se manifiesta luego de un golpe o como consecuencia de alguna afección. Sin embargo, en vista de que es común, hay quienes pueden caer en el error de pasarlo por alto.

SEMANA conversó con el doctor Joaquí, profesional experto en medicina regenerativa, para entender más sobre el dolor y por qué es clave prestarle atención para evitar que evolucione a condiciones de mayor gravedad.

El dolor, esa señal de alarma que nuestro cuerpo nos envía, es un indicador crucial de que algo no funciona correctamente. Cuando es agudo, solemos asociarlo a una causa específica, como un accidente o lesión. Sin embargo, cuando se cronifica, tendemos a normalizarlo, especialmente si no es incapacitante o si es común, como el dolor abdominal en el síndrome de colon irritable”, indicó.

En esa línea, advirtió que ignorar esta señal de alarma permite que la causa subyacente persista, generando consecuencias potencialmente graves. “Además, el dolor crónico puede afectar negativamente nuestro sueño, estado de ánimo, apetito y otros aspectos de nuestra vida, desencadenando a mediano y largo plazo disfunciones en diversos sistemas del organismo. Incluso puede conducir a una sensibilización al dolor, haciéndolo más intenso y difícil de tratar”, anotó el experto.

En términos prácticos, explicó que “subestimar el dolor es similar a ignorar una luz de advertencia en el tablero de nuestro automóvil. Aunque el vehículo siga funcionando, no atender la señal puede llevar a problemas mayores en el futuro”.

“Por lo tanto, prestar atención al dolor y buscar ayuda profesional es fundamental para identificar y tratar la causa subyacente, previniendo complicaciones y mejorando nuestra calidad de vida”, subrayó el doctor Joaquí.

tortícolis / dolor en el cuello
Aunque ciertas dolencias son comunes, es importante no subestimarlas. | Foto: Getty Images

En el marco de los tratamientos para el dolor destaca la medicina regenerativa, enfocada en estimular la reparación de tejidos dañados y así aliviar el dolor desde su origen. El experto relacionó los siguientes beneficios:

  • Abordan la causa del dolor: En lugar de simplemente mitigar el síntoma, estas terapias se dirigen a la raíz del problema, promoviendo una solución a largo plazo.
  • Potencian la capacidad de autoreparación: Brindan al organismo herramientas que amplifican su proceso natural de curación, acelerando la recuperación.
  • Reducen la dependencia de analgésicos: Evitan el uso prolongado de medicamentos para el dolor, disminuyendo el riesgo de efectos secundarios y la necesidad de terapias a largo plazo.
  • Pueden evitar o retrasar cirugías: En ciertos casos, estas terapias ofrecen una alternativa a intervenciones invasivas como las prótesis articulares, o pueden ayudar a prolongar la vida útil de la articulación natural, retrasando así la necesidad de una cirugía de reemplazo y reduciendo la necesidad de futuras intervenciones por desgaste de la misma, junto con los riesgos asociados.
  • Mínimamente invasivas y bien toleradas: Suelen ser procedimientos sencillos y seguros, con un bajo riesgo de complicaciones y una buena tolerancia por parte de los pacientes.
  • Favorecen una recuperación más rápida: Permiten un retorno más temprano a las actividades cotidianas y, en el caso de deportistas, a la competencia.

“Aunque cualquier persona puede acceder a estas terapias, su efectividad puede variar según el estado de salud y la gravedad de la lesión. Sin embargo, en general, ofrecen una alternativa segura a los tratamientos convencionales, ya sea como terapia principal o complementaria. Incluso en casos donde la cirugía es inevitable, las terapias regenerativas pueden optimizar las condiciones del cuerpo, mejorando los resultados de la intervención. Es clave hacerlo con un profesional que cuente con la experiencia y conocimientos en terapias de este tipo”, precisó el doctor Joaquí a SEMANA.

Meditación, yoga y ejercicio regular para el dolor

Además de las terapias regenerativas, la medicina del dolor ha visto un aumento en la aplicación de prácticas integrativas y funcionales. Esto incluye la meditación, el yoga y el ejercicio regular, que no solo ayudan a manejar el dolor, sino que también mejoran la calidad de vida general de los pacientes.

El profesional explicó a detalle cómo, desde su experiencia, estas prácticas ayudan en el tratamiento del dolor. “La meditación, el yoga y el ejercicio regular son herramientas poderosas para manejar el dolor, complementando los tratamientos médicos convencionales y mejorando la calidad de vida de quienes lo padecen”, resaltó.

  • Meditación: A través de la atención plena (mindfulness), la meditación nos enseña a observar nuestras sensaciones, incluyendo el dolor, sin juzgarlas ni reaccionar impulsivamente. Al cultivar una mayor conciencia de nuestro cuerpo y mente, podemos reducir la angustia asociada al dolor y desarrollar una actitud de aceptación, lo que a su vez disminuye su intensidad percibida. En mi caso, soy profesor de un programa internacional llamado Mindfulness y Compasión para la Salud MBPM, en el que la aceptación y la compasión, son los ingredientes principales que se entrenan en pacientes con dolor crónico.
  • Yoga: Esta práctica milenaria combina posturas físicas (asanas), ejercicios de respiración (pranayama) y meditación, promoviendo la flexibilidad, la fuerza y la relajación. El yoga puede aliviar la tensión muscular, mejorar la postura y aumentar la conciencia corporal, lo que contribuye a reducir el dolor crónico y prevenir lesiones. Se cuenta dentro de estas prácticas, el yoga restaurativo; una modalidad suave del yoga que utiliza soportes como mantas, bloques y cojines para facilitar posturas relajantes y sostenidas. El yoga restaurativo ayuda a liberar tensiones profundas, reducir el estrés y calmar el sistema nervioso, lo cual puede ser especialmente beneficioso para personas con dolor crónico, fatiga o ansiedad.
  • Ejercicio regular: La actividad física moderada, como caminar, nadar o andar en bicicleta, libera endorfinas, neurotransmisores o sustancias químicas que produce nuestro cuerpo, que actúan como analgésicos naturales. Además, el ejercicio fortalece los músculos, mejora la circulación y reduce la inflamación, factores clave en el manejo del dolor.
Postura del delfín en yoga.
El yoga es una práctica efectiva para mejorar la flexibilidad. | Foto: Getty Images

Métodos para aliviar el dolor en casa

Si bien una dolencia demasiado fuerte o que ya se ha tornado crónica debería ser tratada por un profesional, las personas pueden acudir a determinadas prácticas caseras que funcionan para aliviar el dolor. El doctor Joaquí mencionó a SEMANA las opciones más efectivas:

  • Aplicación de calor o frío: El calor relaja los músculos y aumenta el flujo sanguíneo, mientras que el frío reduce la inflamación y adormece la zona. Aplicar compresas calientes o bolsas de hielo puede aliviar dolores musculares, articulares o menstruales.
  • Estiramientos suaves: Realizar estiramientos suaves y controlados puede ayudar a liberar la tensión muscular y mejorar la flexibilidad, reduciendo así el dolor en áreas como la espalda, el cuello y los hombros.
  • Baños relajantes: Sumergirse en un baño tibio con sales de Epsom (sulfato de magnesio) o aceites esenciales como lavanda o menta o si es posible en aguas termales, puede aliviar dolores musculares y promover la relajación general.
  • Masajes: Masajear suavemente la zona dolorida puede ayudar a liberar la tensión muscular y mejorar la circulación. Se pueden emplear algunas cremas con agentes botánicos u homeopáticos, que pueden ser de utilidad para facilitar el masaje y por su propio efecto analgésico y/o relajante.
  • Técnicas de relajación: Practicar técnicas de respiración profunda, meditación o mindfulness puede reducir el estrés y la ansiedad, lo que a su vez disminuye la percepción del dolor.
El hielo es bastante usado en los tratamientos alternativos para aliviar el dolor.
El hielo es bastante usado en los tratamientos alternativos para aliviar el dolor. | Foto: Getty Images/Science Photo Libra

Finalmente, el doctor Joaquí aclaró bajo qué escenarios es imperativo acudir al médico ante un cuadro del dolor, sea agudo o crónico:

  • Dolor intenso o persistente.
  • Dolor acompañado de otros síntomas, como fiebre, inflamación, enrojecimiento, dificultad para respirar, mareos, náuseas o vómitos.
  • Dolor después de una lesión.
  • Dolor que limita la movilidad.
  • Dolor crónico.

“Desde mi perspectiva, considero que las terapias más innovadoras en el manejo del dolor son aquellas que abordan la causa raíz del problema y promueven la autocuración del cuerpo, en lugar de simplemente enmascarar los síntomas como se hace desde el abordaje de la medicina convencional, en la que los bloqueos, implantes de dispositivos, uso de esteroides entre otros, lo único que persiguen es callar el dolor. En este sentido, la medicina regenerativa, en particular las terapias con células madre, exosomas, prolozonoterapia y plasma rico en plaquetas (PRP), se destacan por su potencial para estimular la reparación de tejidos dañados y modular la respuesta inflamatoria, ofreciendo una alternativa prometedora para el tratamiento de diversas condiciones dolorosas, como la artrosis, lesiones musculoesqueléticas y enfermedades degenerativas”, concluyó el doctor Joaquí en diálogo con SEMANA.