Bogotá
Un año de racionamiento de agua: Bogotá ha ahorrado el equivalente a 17.000 piscinas olímpicas. ¿Hasta cuándo irá la restricción?
Gracias a la medida, se ha logrado ahorrar el equivalente a 17.000 piscinas olímpicas, que alcanzan para abastecer a la capital por un mes. Gerente del Acueducto revela los planes para el futuro.


A punto de cumplir un año desde que se tomó la decisión de aplicar la medida de racionamiento en Bogotá por cuenta de la dramática sequía que sufrieron los embalses a inicios de 2024, los resultados entregados por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) parecen ser positivos. De hecho, dan un respiro a la ciudad, que estuvo al borde de una crisis por desabastecimiento en el suministro del servicio público en septiembre pasado, cuando se estableció el día cero.
Aunque los niveles de los embalses no son los óptimos todavía, la gerente de la EAAB, Natasha Avendaño, en conversación con SEMANA, aseguró que la capital ya no se encuentra en medio de una emergencia y que los pronósticos sobre la suficiencia del agua son alentadores debido a que la curva hidrometeorológica podría vaticinar altas temporadas de lluvia que impactarán de manera positiva el llenado de los embalses.
No obstante, esto no quiere decir de ninguna manera que ya se tenga una fecha oficial para el levantamiento de la medida, pues, aunque no hay crisis, sí hay un estado de alerta y monitoreo.
Cuando se decretó la emergencia por falta de agua en la ciudad, el nivel de llenado de los embalses que surtían casi el 70 por ciento de los hogares en Bogotá llegó a solo 16,78 por ciento; eso fue el 9 de abril de 2024, una de las cifras más bajas en al menos 40 años.
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Hoy en día, aunque los embalses tienen un llenado del 37,81 por ciento, muy cerca del límite del día cero que se estableció en 2024, la gerente ha dicho que, incluso llegando a ese nivel, no habrá modificaciones en los turnos de racionamiento ni aumento en la severidad de las medidas, pues los embalses cuentan con 48 millones de metros cúbicos de agua más que en la misma fecha del año anterior.
“Las lluvias de los meses de enero y febrero, que estuvieron por encima del promedio histórico, la llegada de la temporada de lluvias en abril y la confiabilidad en la producción de la Planta de Tratamiento de Agua Potable Tibitoc alejan, por ahora, la llegada del día cero, trazada en septiembre del año pasado por la EAAB como un indicador que, en su momento, obligaría a incrementar la intensidad del racionamiento”, señaló Avendaño.
Pero este resultado no ha sido gratis. El ahorro de la ciudadanía, dijo el Acueducto, ha sido la pieza clave para mantener el nivel de los embalses, pues se pasó de un consumo de 18 metros cúbicos por segundo antes del racionamiento a uno de 16 metros cúbicos por segundo, en promedio, a pocos días de cumplir el año de la medida.
Si se revisan las cifras de ahorro, lo cierto es que el agua que se dejó de usar por los bogotanos corresponde al llenado de 17.000 piscinas olímpicas, que en un eventual momento de crisis alcanzaría para abastecer a toda la ciudad hasta por un mes.
Ahora bien, aun cuando los resultados muestran una tendencia positiva, el Acueducto también se ha venido preparando para que estos sean sostenibles en el tiempo. Un estudio financiado por la banca multilateral abriría la posibilidad de explorar aguas subterráneas, se amplió la capacidad de la planta Tibitoc y se está en la puja para finalizar la construcción de la Ptar Canoas. La de Salitre ya fue entregada.
“Hemos hecho un trabajo muy juicioso para revisar cuáles van a ser las obras del futuro, como, por ejemplo, Chingaza II o la línea expresa de Tominé a Tibitoc. Todo esto está siendo analizado por el Banco Mundial en el modelo de sistema de abastecimiento con consideraciones del cambio climático, que nos van a entregar en dos semanas. No podemos seguir pensando que el agua va a durar para siempre”, anunció Avendaño.