Política
Roy Barreras reapareció y salió a respaldar al presidente Gustavo Petro en su política antidrogas
El presidente Gustavo Petro afirmó que Estados Unidos ya no sería el destino de la cocaína, sino que las rutas se estarían dirigiendo con rumbo a Europa y Asia.
El expresidente del Senado y actual embajador de Colombia ante el Reino Unido, volvió a ser escudero de Gustavo Petro. En esta ocasión, respaldó el análisis que el mandatario hizo sobre el mercado actual del tráfico de cocaína.
Por medio de un trino, Barreras señaló que un error cometido histórico por parte de las naciones del llamado primer mundo fue impulsar la campaña de la prohibición, lo cual generó que las mafias se especialicen más en el mercado ilícito.
Con base a ello, dijo que en el caso de Colombia, la clave es lograr la redención. Sin embargo, mientras esto ocurra, es necesario seguir combatiendo a las mafias junto a sus fuentes de financiación.
“La lucha ahora deberá ser la prevención del consumo y la mitigación del daño. El gobierno de Colombia lidera el cambio de paradigma”, indicó.
Este mensaje surgió de un trino publicado por el presidente de la República en horas de la mañana del 12 de agosto. En este, Petro hizo un análisis sobre las estructuras actuales de producción y venta de cocaína.
“Ha cambiado la estructura del mercado de la cocaína. Las áreas de cultivo de plantas de Coca y la localización de laboratorios buscaban trazar rutas hacia el norte por el océano Pacífico o hacia el Caribe. Las rutas recorrían Centroamérica, las islas del Caribe y México hacia EE. UU.”, acervó el jefe de Estado.
Posteriormente, indicó que esas rutas han ido cambiado progresivamente, debido a que en la actualidad se dirigen hacia el sur, abandonando los territorios costeros para ingresar por la cordillera de los Andes con rumbo al Amazonas.
Petro afirmó que en este momento la mayor ruta cocalera no está en Tumaco, Catatumbo o alguna zona del pacífico. En realidad, está ubicada en la franja de diez kilómetros en la frontera colombo ecuatoriana.
“Desde esta zona alejada del mar se trazan las nuevas rutas por los ríos y van hacia el sur”, afirmó el presidente al señalar que desde allí parten con destino a Brasil, para hacer escala y llegar a Europa. De igual forma, llegar a Ecuador y Perú es la entrada a Asia oriental y Australia.
¿A qué se debe este cambio en la ruta? Petro señaló que el mercado de cocaína se desplomó en territorio estadounidense, lo cual hizo que se reemplazara esta sustancia por el fentanilo. Adicionalmente, dijo que la cocaína mataba a cuatro mil personas por las mezclas que tenía con otras sustancias venenosas en el mercado clandestino.
Ese contexto entonces generó que el precio de la hoja de coca cayera en las áreas dedicadas a la exportación destinada a Estados Unidos, influyendo negativamente en las finanzas de las organizaciones armadas asentadas. Para mitigar el golpe, estos grupos reemplazaron el narcotráfico por la comercialización de oro ilícito, extorsión y secuestro.
De igual forma, el mandatario indicó que también se ha generado que las rutas de marihuana vayan de la mano con las de la cocaína. “Es por esto que de ser un país pacífico, Ecuador ha superado en violencia a Colombia, y quizás es por esto que asesinaron al candidato presidencial Fernando Villavicencio”, manifestó.
Bajo esa lógica en términos geopolíticos, el presidente declaró que entonces el control del mercado de la cocaína estaría en manos de mafias paraguayas y uruguayas, las cuales estarían en búsqueda de construir un negocio ilícito en Bolivia. También consideró que habrían laboratorios ubicados en los destinos europeos para aumentar la competitividad.
“Quizás Colombia, ante su incapacidad industrial para producir Fentanilo pueda escaparse de esta geografía narcotraficante; escape que para nosotros sería la paz”, apuntó el jefe de Estado.
En ese orden de ideas, afirmó que el Gobierno debe prepararse para contrarrestar el consumo de fentanilo en la juventud, por lo que es importante llevar a cabo la instalación de puestos civiles para consumidores en las zonas donde se presentan las fiestas, junto con campañas pedagógicas sobre los efectos mortales que acarrea el consumo.
“De la marihuana del capitalismo del bienestar y sus juventudes rebeldes, pasamos a la cocaína, la droga de la competitividad y el neoliberalismo; y ahora entramos a la droga de la muerte, el fentanilo: la droga del capitalismo de la crisis climática y la guerra”, así concluyó el mandatario su análisis.