POLÍTICA
Gustavo Petro no se dejó intimidar de sus ministros: le entregó facultades a Armando Benedetti y lo nombró jefe de despacho
En noviembre de 2024, varios ministros se quejaron con el presidente por la llegada de Armando Benedetti a la Casa de Nariño. Hoy, Petro lo ungió como jefe.

El presidente Gustavo Petro les demostró a sus ministros más cercanos y al Pacto Histórico, la coalición de gobierno que empujó su candidatura en 2022, que él es quien manda en la Casa de Nariño.
Lo hizo luego de nombrar este martes, 4 de febrero, a Armando Benedetti como jefe de despacho, el cargo más poderoso después del director del Dapre.
El barranquillero —como ocurrió en la campaña presidencial— trabajará a su lado, manejará parte de su agenda diaria y les pedirá cuentas a los ministros y directores de entidades descentralizadas.
Su función, entre otras, es garantizar que se cumpla el Plan de Desarrollo y la ejecución presupuestal de cada despacho.
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El aterrizaje de Benedetti nuevamente al círculo más cercano a Petro fue aparatoso porque el presidente debió sortear a su equipo de máximos colaboradores el 24 de noviembre de 2024 cuando el barranquillero renunció oficialmente a la Embajada de Colombia ante la FAO y llegó a trabajar directamente a la Casa de Nariño en Bogotá.

SEMANA confirmó con varias fuentes de la Casa de Nariño que algunos de los ministros y directores de entidades descentralizadas aprovecharon una reunión privada con el presidente para pedirle una audiencia privada.
En el despacho del jefe de Estado le manifestaron su inconformismo con el arribo de Benedetti como asesor presidencial. Petro guardó silencio, escuchó y, posteriormente, les dijo que el exsenador no tendría nada que ver con ellos.
Estuvieron el director del DPS, Gustavo Bolívar; la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez; la ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad; el director de Planeación, Alexánder López, entre otros. El encuentro lo presidió la vicepresidenta Francia Márquez.
Benedetti fue prudente y, contrario a lo que se decía, casi que desapareció después de ser nombrado asesor. Guardó distancia, estuvo entre Barranquilla y Bogotá, y públicamente no tenía ninguna función.

No obstante, con la llegada de Laura Sarabia a la Cancillería, el espacio quedó abierto para Benedetti en la Casa de Nariño. Él terminó como jefe de gabinete, como el jefe de los ministros, el puente entre el presidente y sus funcionarios.
Por eso, en los pasillos de la Casa de Nariño hay quienes creen que Petro se impuso sobre sus funcionarios e, incluso, sobre el Pacto Histórico, que hasta la tarde de este martes ha guardado silencio frente a la designación del barranquillero, pero cuyos líderes, en voz baja, estarían molestos por el poder que asumió el exsenador.
Este fin de semana, el político costeño, al parecer, sorteó la oposición del director del Dapre, Jorge Rojas, quien, según trascendió, se opuso a su llegada a la jefatura de gabinete. Al final, como era de esperarse, la decisión en favor de Armando Benedetti la tomó el propio presidente.
¿Qué pensarán los ministros que se quejaron con Petro sobre la llegada de Benedetti a la jefatura de gabinete? Ninguno ha reaccionado este martes, pero el mensaje del jefe de Estado es claro y más allá de las especulaciones, el primer mandatario les dejó claro que el presidente es él.
La propia Adelina Covo, suegra de Benedetti, habló con SEMANA y reconoció que a los ministros de Gustavo Petro “se les acabó el recreo”.