Política
‘Armando’ una crisis: estos son los secretos de la tormenta política que sacude a la Casa de Nariño tras la llegada de Benedetti
SEMANA revela secretos sobre cómo se habría cocinado el consejo de ministros que implosionó al Gobierno y donde Benedetti se convirtió en la diana de los ataques. Laura Sarabia, entre las damnificadas.
![ED 2222](https://www.semana.com/resizer/v2/ZZLA7P7MJVGL3DRWC4M6FI5WSY.jpg?auth=9084bfd63b900de659f17fc5c3bc237c4dacd82778363726223f66d9dc2135d9&smart=true&quality=75&width=1280&height=720)
La llegada de Armando Benedetti a la jefatura de despacho de la Casa de Nariño desencadenó un terremoto político en el Gobierno Petro, cuyas consecuencias aún están por verse. De paso, desnudó una crisis interna por cuenta de un grupo de ministros de izquierda que pretende alejar al presidente de todo lo que no forme parte del progresismo.
El salto de Armando Benedetti de la asesoría a la jefatura de despacho, tras renunciar a la FAO, encendió las alarmas en la Casa de Nariño, especialmente en la izquierda que venía ganando terreno y se sintió amenazada por el curtido político barranquillero. En los pasillos de Palacio se habla de ministros de izquierda que, al parecer, se unieron desde el segundo semestre de 2024 con el objetivo de erosionar la cercanía de Laura Sarabia y Armando Benedetti con Petro. Y lo lograron en enero de 2025, cuando Sarabia se convirtió en la nueva canciller de Colombia. Con Benedetti ha sido imposible.
Sarabia –a juicio de varios sectores políticos– cayó parada, pero perdió poder y cercanía con el presidente. No trabaja en la oficina ubicada al lado del jefe de Estado ni decide quién ingresa o no al despacho. Sin embargo, quiere seguir demostrando que es una mujer poderosa, como quedó reflejado en un almuerzo al que invitó a algunos directores de medios de comunicación un día después de ese polémico consejo.
El grupo que busca radicalizar a Petro lo integran la vicepresidenta Francia Márquez; el director de Planeación, Alexánder López; el director del DPS, Gustavo Bolívar; la ministra de Ambiente, Susana Muhamad; el director de la Unidad Nacional de Protección, Augusto Rodríguez, y Jorge Rojas, exdirector del Dapre. Todos hablaron contra Benedetti y Sarabia en el consejo de ministros. Una fuente dijo que en ese coro también está el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
![](https://www.semana.com/resizer/v2/OGAZQNKIAFB5VFTGDQWHH4A2GE.jpg?auth=4d03b7c4713bd943b98d75f13834be9643777d040d1372ea81c39e07dec320d9&smart=true&quality=75&width=1280&fitfill=false)
Los negocios y escándalos por los supuestos excesos cometidos por Andrés Sarabia, el hermano de la entonces directora del Dapre, y la cercanía de ella con gremios y empresarios, entre otros hechos, habrían minado la confianza entre Sarabia y el presidente. Personas cercanas a Petro aseguran que él no confía en la actual canciller como ocurría al comienzo de su mandato. De hecho, no la defendió en el consejo de ministros del martes. Ese día, Sarabia se ubicó frente al presidente y no a su lado, como ocurría.
Con Sarabia fuera de la Casa de Nariño y despachando desde el Palacio de San Carlos, el siguiente objetivo fue Benedetti. Por eso, Jorge Rojas –quien pertenece a la Colombia Humana– llegó a la dirección del Dapre. “El plan era quedarse con el poder en la Casa de Nariño”, le dijo otra fuente a SEMANA.
Rojas fue la primera piedra en el zapato para Benedetti y puso a circular la versión que apuntaba a que el barranquillero sería el jefe de gabinete y, en adelante, exigiría cuentas y resultados a los ministros. Todos los funcionarios entraron en cólera.
“Sin puentes”
Petro, enterado de las rabias y divisiones entre su equipo de trabajo, no tuvo otra alternativa que aclarar a través de redes sociales las funciones de su jefe de despacho: “No hay puente entre el presidente y el ministro”, precisó.
![Jorge Rojas, director del Dapre, renunció a su cargo tras consejo de ministros televisado.](https://www.semana.com/resizer/v2/J6SV5WQ62RDLTMNRN7NP7PT56Y.jpg?auth=faafa05b811e9a26b851d17b69501e8db465544383d876b28f3817e5a78c0567&smart=true&quality=75&width=1280&fitfill=false)
Rojas, quien no escondió sus diferencias con Benedetti, renunció al Dapre, donde no duró ni una semana. El exdirector dijo que había salido en los mejores términos con el presidente. Sin embargo, Petro lo invitó en sus redes sociales a leer cuáles eran las funciones de Benedetti “antes de irradiar un infundio desastroso”. Los comentarios del exdirector del Dapre sobre las funciones de Benedetti “levantaron mucha indignidad”, escribió el primer mandatario en sus redes sociales.
Esa relación terminó rota. Benedetti será un apoyo para el presidente, estará atento para contestar los derechos de petición que le lleguen al jefe de Estado, resolverá asuntos de la Casa Militar, coordinará viajes, comisiones, viáticos y la relación con alcaldes y gobernadores. Bajo la mesa, el excongresista de La U trazará la hoja de ruta de la izquierda de cara a 2026. Esa versión nadie la confirma en público, pero no hay duda de que Petro está pensando en 2026 y, tal como ocurrió en 2022, le dejará esa responsabilidad a Benedetti.
La puja contra el barranquillero viene de atrás, desde cuando él en la campaña presidencial se opuso a que los candidatos al Senado por el Pacto Histórico se subieran a las tarimas con Petro y les exigía que hicieran campaña por su lado. No olvidan, por ejemplo, que el experimentado político pasó por encima de la izquierda radical y le habló al oído al entonces candidato. Dormían en hamacas, viajaban en avión, se tomaron fotos con guantes de boxeo y hasta se retrató plantándole un beso en la cabeza a Petro.
En noviembre del año pasado, cuando Benedetti renunció a la embajada de Colombia ante la FAO, y le reveló a SEMANA que sería asesor de Petro, el mismo grupo de ministros le reclamó en privado a Petro por ese fichaje. El mandatario se incomodó, pero aclaró que Benedetti, a quien señalaban por presunta corrupción y supuesta violencia intrafamiliar, no intervendría en sus funciones.
![Para muchos en la izquierda, Laura Sarabia fue enviada a la Cancillería para que no siguiera cerca del presidente Petro, quien habría perdido parte de su confianza en ella durante los últimos meses.](https://www.semana.com/resizer/v2/7FBOMPB4W5FKFHKRPIQPLTGTIM.jpg?auth=2132b4785fec7f5f6f3c70dfc3bc23ed7170c3b9caa1d38d9786aeba0135c68c&smart=true&quality=75&width=1280&fitfill=false)
Enfrentando el malestar
Desde el lunes pasado, Petro conocía el malestar entre algunos de sus ministros por el ascenso de Benedetti y decidió programar un consejo. Su objetivo era desnudar que los funcionarios no estaban cumpliendo y hacer un ejercicio de autocrítica.
Pero su estrategia no salió bien. Y el consejo se convirtió en un ajuste de cuentas a los ministros y una rebelión contra el presidente por parte de los funcionarios. Petro, quien nunca pensó en el lamentable desenlace, lució desencajado, como si hubiera perdido el control de su tropa. Y después de seis horas envió un mensaje general y se levantó de la mesa sin despedirse. Estaba molesto. El presidente no se fue contento y tampoco lució cómodo al inicio.
SEMANA confirmó que ese martes, horas después de posesionarse, Benedetti le pasó su primera tarea cumplida: unas cifras preocupantes sobre la ejecución del Gobierno.“De 195 compromisos se han incumplido 146”, se leía en el documento que también elaboraron Juliana Guerrero y María Fernanda Gaitán, asesoras de la Casa de Nariño.
El presidente divulgó las cifras y los ministros entendieron el regaño como una mostrada de dientes, una zancadilla de Benedetti, y en bloque lanzaron una artillería en su contra. Él optó por el silencio, mientras escribía el resumen de la jornada y le caía la tormenta encima.
Benedetti se atornilló en el poder y ni siquiera el llamado a juicio de la Corte Suprema por supuesto tráfico de influencias en el caso Fonade lo distanció de Petro. En el consejo de gobierno, por ejemplo, el presidente lo comparó con Jaime Bateman, del M-19, le reconoció sus habilidades y ejerció una defensa en términos que ni el propio político barranquillero se la esperaba.
![Concejo de ministros
Gustavo Petro
Febrero 4 2025](https://www.semana.com/resizer/v2/XSXEX4OONRG53AMKNXRBYPUCHU.png?auth=c02f7fff17663f56b154095abf915f3b73871686cc25362ff8b1a029314b7a36&smart=true&quality=75&width=1280&fitfill=false)
“El presidente es leal con sus amigos”, dijo Gustavo Bolívar. Otros creen que, más allá de la lealtad, Petro está jugado para que su proyecto político continúe después del 7 de agosto de 2026 y sabe que, tal como ocurrió en 2022, la izquierda no lo lograría sola y tendría que aliarse con otros sectores políticos en los que Benedetti será clave.
La continuidad de los ministros que mostraron su rebeldía pende de un hilo. Algunos funcionarios ya habían hablado con el presidente antes de su viaje por Medio Oriente. “La conversación fue cordial”, le dijo a SEMANA el director de la Unidad Nacional de Protección, Augusto Rodríguez, quien dialogó con el mandatario el pasado 5 de febrero. Mientras tanto, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, buscaba definir su futuro al cierre de esta edición.
“No he participado en ninguna conspiración, tengo la tarea de la protección física del presidente, también el deber de ayudarlo a proteger su proyecto. Con el señor Benedetti tenemos una mirada distinta y discrepo del concepto de este señor”, explicó Augusto Rodríguez. A él también lo han señalado de liderar una presión interna hacia Laura Sarabia. “Es absolutamente falso”, le ratificó a SEMANA.
Petro saldrá del país en los próximos días, seguramente, sin que se resuelva el futuro de su gabinete.
A juicio del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, ese equipo “es insostenible”. En encargo quedará el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, quien, aun cuando es de izquierda, guardó un prudente silencio durante el explosivo consejo de gobierno.