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Opinión

Prendieron la aplanadora

¿Qué otras sorpresas nos esperan?

David René Moreno Moreno
26 de febrero de 2025

Es imposible desconocer que el gobierno está colocando sus fichas en el partidor automático para lograr mantenerse en el poder durante varios períodos, aplicando seguramente lo conocido como “todas las formas de lucha”, pero también para que en el corto espacio que queda de este período le aprueben en el Congreso sus funestas reformas, algunas de ellas ya rechazadas por el Legislativo y, tal vez lo más importante, lograr con componendas y compadrazgos políticos la voluntad de los gamonales locales y regionales para que aporten los votos a la izquierda en 2026.

La ‘paz total’ seguirá en veremos, pues el ELN sigue demostrando, como lo ha hecho durante los últimos 30 o 40 años, que no está interesado en entregar las armas y, posiblemente, tampoco coincidan en dejar el secuestro, la extorsión, ni el narcotráfico, pues lo que realmente buscan es llegar directo al poder y recibir más impunidad que la entregada por Santos a las Farc; esta es otra promesa de campaña del candidato Petro, que ha sido incumplida a pesar de que prometió, públicamente, que en tres meses haría la paz con estos bandidos o, sino, renunciaba. Estamos esperando que cumpla su palabra, pues la inseguridad en el país crece exponencialmente a los ojos del mundo entero.

Otros grupos al margen de la ley, como el Clan del Golfo, los depredadores de las selvas, montañas y cuencas hidrográficas dedicados a extraer oro o coltán, tampoco estarán interesados en La Paz, y los cultivadores de coca, los productores de cocaína —que hoy están en guerra en Catatumbo, Choco, Cauca y sur de Bolívar— mucho menos se adhieren a la ‘paz total’ que prometió el candidato Petro y que lleva más de dos años repitiendo sin cesar. Muchos de los cargos de ministerios e instituciones estatales han sido asignados a dedo por afinidad ideológica izquierdista para pagar favores o compromisos de la misma tendencia, pero muy pocos por su conocimiento profesional.

Pero los últimos movimientos dejan sin habla a cualquiera. De Canciller, para manejar las relaciones internacionales del Estado, colocan a una persona sin la mínima experiencia, pero que debe tener una memoria muy importante de los desafueros, desatinos y secretos de campaña. Ni se diga nada de quien ahora asumirá el Ministerio de Interior, personaje que todos los colombianos deberían rechazar por su funesta trayectoria, por dejar al país por el suelo, por su adicción a las drogas y por posiblemente la corrupción que impulsó en la campaña, según sus propias palabras.

Si desde afuera Benedetti tenía poder, especialmente después de haber sido bendecido por “el derecho a la segunda oportunidad” —frase tan mencionada por el jefe de Gobierno en la ”alocución presidencial”— que durante la ausencia del jefe por su periplo al Medio Oriente logró reunir a muchos congresistas de diferentes bancadas, parece que haciendo entrar a muchos de ellos por una puerta especial para que no quedara registro de su visita, según menciona un medio; ahora, con el nuevo cargo, podrá lograr lo que desee en el Congreso, porque marrullerías se las conoce o se las inventa. Pero los secretos de campaña continúan.

La gestión, directa o indirecta, que logre con la Comisión de Acusaciones, donde deben estar cursando algunas demandas contra el candidato Petro, seguro tendrán sello de no responsabilidad, lo cual también le cae a Benedetti como anillo al dedo, pues de carambola lo eximiría a él. Pero está confirmado, el jefe de Gobierno sigue en campaña y lo que suceda en el país parece que le resbala, pues está alistando otro viaje al Asia, posiblemente para congraciarse con el gobierno Chino y desafiar seguramente al gobierno Trump.

Del tema de macroeconomía parece que el jefe de Gobierno está muy mal al mencionar que ojalá se acabara el TLC con EE. UU., ignorando, en forma adrede o por incompetencia, que con ello se quedarían millones de personas sin empleo en el país, se incrementaría el hambre y la pobreza; el cuento de que entonces todos vamos a sembrar maíz es el mismo cuento chino de que íbamos a vivir del aguacate, pues si ha leído las noticias, los EE. UU. son también uno de nuestros más importantes compradores.

El país se está deshojando lentamente y este gobierno nos está llevando a la ruina; muchos a pesar de lo vivido, siguen esperanzados de recibir las migajas prometidas, pero se van a quedar esperándolas, porque esas promesas forman parte del engaño típico de los zurdos para ganar adeptos. Lo cierto está en que la maquinaria para las próximas elecciones ya está caminando por parte del gobierno y del centro o de la derecha, pero no se ve aún el líder que lidere el cambio que necesitamos.

Nuestro voto es fundamental para apoyar la democracia.