Nicolás López Martínez

Opinión

Miguel Uribe: un precandidato en las nubes

Del afán electoral solo queda el cansancio y más cuando apenas empieza la carrera.

Nicolás López Martínez
29 de enero de 2025

A Miguel Uribe le salió el tiro por la culata en su más reciente visita a la capital nortesantandereana. En su intención de acompañar a la población afectada por la guerra entre el ELN y las Farc, el senador sobrevoló la región en helicóptero para, aparentemente, entender las realidades que vive el Catatumbo. Sin embargo, sería ridículo creer que un paseíto en el helicóptero le dará el conocimiento necesario para entender las complejidades de esta tragedia. Su verdadera intención terminó por parecerse a un mero acto de oportunismo político. Politiquería, a fin de cuentas.

En política se debe estar realmente conectado con las necesidades desatendidas de las personas, y su sobrevuelo en helicóptero demuestra su desacierto en la materia, o por lo menos, el de su equipo asesor. Estas estrategias de campaña, bastante prematuras, son un derroche de plata innecesario y un desgaste en su figura de candidato que solo lo alejan de la ciudadanía.

Lo cierto es que el show se pudo haber evitado y así la credibilidad de sus acciones merecer un poco más de respaldo. Aludiendo a su lema, Colombia no tiene futuro si vamos a solucionar los problemas buscando ser pantalleros desde un helicóptero. Seguramente su visita a Cúcuta no se redujo a eso, pero quedó desgastada por afanes electorales que le van a pasar factura en el camino hacia la Casa de Nariño, si es que logra el apoyo del CD.

Ahora bien, no es la primera vez que en el prematuro ambiente electoral resalta la figura del senador. Antes del primer foro de precandidatos del Centro Democrático, en Barranquilla, se dio a conocer una encuesta en la que Miguel Uribe estaría liderando en el uribismo. Según Creadorxs S.A.S., la encuesta fue directamente financiada para “evaluar el nivel de conocimiento y la percepción de la ciudadanía sobre Miguel Uribe Turbay”.

En respuesta, las también precandidatas, Cabal y Valencia, tildaron a su compañero de correr la línea ética “a lo Guanumen”, ya que, estaría, supuestamente, manipulando la percepción de la gente con “ventajas que están en entredicho” justo antes del tan esperado foro. En un momento, en el cual necesitan unión, lo único que genera con estas encuestas “amañadas” es división dentro de su partido. Ninguna aspiración debería nublar la vista ni considerar el juego sucio como forma digna para ganar.

Dicen las malas lenguas que es tal la desconfianza generada que algunas voces dentro del partido han pensado en que el saboteo que la senadora María Fernanda Cabal ha sufrido durante su intervención en los foros viene, supuestamente, de esos lados. ¿Estaremos ante el nacimiento de un Guanumen de derecha?

Por lo tanto, Miguel Uribe parece estar en las nubes, y no precisamente por su paseo en helicóptero. Del afán electoral solo queda el cansancio y más cuando la gente está cansada de la política oportunista. Hacer presencia en los lugares de la tragedia es necesario, pero de la forma correcta y no mostrando una desconexión con el país y su gente. Solo con los pies en la tierra, respetando con lealtad a sus contrincantes y viviendo los principios en los que siempre se ha afirmado vivir, se podrá considerar una opción sería como candidato.

¿De dónde salió la plata para el helicóptero? ¿Quién lo pagó? ¿Seguirá haciendo sobrevuelos, senador?

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