Alberto Donadio  Columna

Opinión

Iván Velásquez defraudó

Velásquez sale desacreditado por la misma razón por la cual Petro se retirará irreversiblemente desacreditado. Demostraron que solo servían para criticar, no para ejecutar.

Alberto Donadio
22 de febrero de 2025

No todos los nombramientos del presidente Petro recayeron sobre ineptos como el ministro de Educación, Daniel Rojas, inepto pero altanero. Petro lo ascendió sin fundamento alguno a director de la SAE (Sociedad de Activos Especiales) y después a ministro. No todos los nombramientos del presidente Petro recayeron sobre personajes universalmente cuestionados, como el que hoy se sienta a su siniestra en el consejo deministros, Armando Benedetti.

Petro también nombró a figuras que tenían una trayectoria seria y cuya honorabilidad personal no había sido impugnada ni fueron nunca acusados de actos de corrupción, como el ministro de Defensa, Iván Velásquez. Fue llamado el investigador estrella de la Corte Suprema de Justicia que se convirtió en la piedra en el zapato de congresistas corruptos y de los partidos clientelistas. Lo llamaban decente y efectivamente no fue uno de los magistrados indecentes que en la Corte Suprema negociaron sentencias con los acusados (cartel de la toga). Pero Velásquez también le hizo un gran daño al país. Siendo una persona con larga trayectoria, y no un aparecido, no cumplió con las obligaciones que la ley y el sentido común exigían de su cargo. Permitió el avance de los grupos criminales y no protegió a la población civil. Como tantos altos funcionarios llegan a robar, nos hemos acostumbrado equivocadamente a aceptar que aquel que no se enriquece en los cargos es comparativamente un buen funcionario. Pero no es así. Quien no cumple con los deberes que le impone la ley, también defrauda a los ciudadanos y a la sociedad. Defraudador no es solo el que asalta los caudales públicos, sino el que engaña y decepciona.

La expectativa era muy alta. El país esperaba ver en acción a un director supremo de la fuerza pública que con mano firme, pero dentro de la legalidad y sin violar los derechos humanos, combatía a quienes con armas de guerra asesinan y aterrorizan a los ciudadanos más indefensos, los que no pueden ir al Centro Andino a tomarse un capuchino porque viven en regiones muy alejadas de las ciudades, dominadas por delincuentes de la más alta peligrosidad. El país esperaba que los organismos de inteligencia del Estado volcaran sus esfuerzos contra el narcotráfico, porque eso prometió el candidato Petro en la campaña y porque eso dijo que debía hacerse el congresista Petro cuando a él y a Iván Velásquez y a otros los chuzaron y persiguieron las agencias de inteligencia. Velásquez sale desacreditado por la misma razón por la cual Petro se retirará irreversiblemente desacreditado. Demostraron que solo servían para criticar, no para ejecutar.

No eran alternativa de gobierno. Llegaron a su máximo nivel de competencia como denunciantes, pero no eran idóneos para gobernar. Se le aplica a Velásquez la calificación que una vez Daniel Samper Pizano le dio a Petro: “Petro fue un extraordinario senador, muy valiente, muy responsable. Que luego pasó a su nivel de incompetencia, según el principio de Peter. Y llegó a ser alcalde de Bogotá, un puesto para el cual no tenía las condiciones. O no tenía las condiciones personales, o no tenía las condiciones de acompañamiento político, o no tenía simplemente las condiciones de habilidad política necesarias”.

Al posesionarse como ministro, Velásquez prometió que “Aportaría mi carácter, que lo he tenido”. El aporte no se vio. Gracias, señor ministro Velásquez, a nombre de los campesinos de El Plateado, Cauca, porque usted, por falta de articulación, no fue capaz de protegerlos. Que se encomienden a santa Articulada. Velásquez dijo en el alucinante consejo de ministros: “No se ha entrado porque no ha habido una decisión articulada del Gobierno”.

Cuando se posesionó, Velásquez prometió “Encauzar una fuerza pública hacia la paz con todo el reconocimiento de la realidad. No es que nosotros seamos ingenuos o soñadores sin apoyo en la realidad y que entonces digamos que con la llegada de este Gobierno se transformó el mundo. Sabemos que este es un proceso complicado, delicado y probablemente demorado. Pero tenemos todo el compromiso por sacarlo adelante”. A los funcionarios no se les premia por compromiso, sino por los resultados de la gestión. El ministro, pese a su carácter y compromiso, resultó otro paquete chileno, como tantas figuras de esta administración. Velásquez descabezó a 50 generales para arrancar con una nueva cúpula militar con el fin de “Buscar mayor efectividad. Mayor eficacia”. No vimos ni la una ni la otra. Vimos que defraudó.

Noticias Destacadas