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Fuerte temblor en la tarde del 31 de diciembre sacude a Antioquia

El sismo tuvo una magnitud de 3.8.

Redacción Nación
31 de diciembre de 2024
Las autoridades locales no han reportado ninguna afectación significativa en la infraestructura.
Las autoridades locales no han reportado ninguna afectación significativa en la infraestructura. | Foto: Tomada de X: @sgcol

Este 31 de diciembre de 2024, en plena celebración del cierre de año, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) reportó un nuevo sismo en territorio colombiano. El movimiento telúrico se registró a las 2:07 p. m. en el municipio de Tarazá, ubicado en el departamento de Antioquia, una zona tradicionalmente afectada por la actividad sísmica debido a su cercanía con varias fallas geológicas.

Según la información oficial proporcionada por el SGC, el sismo tuvo una magnitud de 3.8, donde el epicentro se ubicó a una profundidad superficial menor a 30 kilómetros, lo que indica que el temblor ocurrió relativamente cerca de la superficie terrestre, lo que puede aumentar la sensación del movimiento para quienes se encuentran en las zonas afectadas.

Afortunadamente, hasta el momento, las autoridades locales no han reportado ninguna afectación significativa en la infraestructura de Tarazá ni en los municipios cercanos. Tampoco se ha informado de víctimas o personas heridas a causa del sismo. Sin embargo, el temblor generó alarma entre los habitantes de la región, que se encontraban en sus casas y lugares de trabajo en la tarde del último día del año.

Aunque el sismo no causó daños evidentes, el SGC ha destacado que continuará monitoreando la actividad sísmica en la región para asegurar que no se presenten réplicas o movimientos adicionales. Las autoridades locales también están en alerta para atender cualquier situación que pueda surgir en las próximas horas, asegurando que los ciudadanos estén preparados ante posibles eventualidades.

Este temblor en Tarazá es solo uno de los muchos movimientos sísmicos que Colombia experimenta a lo largo del año debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de alta actividad sísmica y volcánica. Aunque sismos de magnitudes menores son comunes en el país, la comunidad sigue alerta ante cualquier eventualidad mayor, dado el riesgo inherente a la actividad geológica de la región.

El 31 de diciembre, a pesar de ser una jornada de celebración y despedida del año, recordó a los colombianos la importancia de estar preparados ante situaciones inesperadas como estos temblores, que pueden ocurrir en cualquier momento. A medida que avanza la tarde y la noche, se espera que la situación se calme y las autoridades continúen informando sobre el monitoreo de cualquier posible réplica.

Por ahora, la población de Tarazá y sus alrededores puede continuar con sus actividades cotidianas, aunque siempre bajo la recomendación de mantenerse informados sobre la evolución del sismo y estar atentos a los protocolos de seguridad.