Así opera la aterradora ‘Dian’ del ELN en el Catatumbo: cobran por gramaje de cultivos ilícitos, extorsiones y todo tipo de negocios

Hay Alarma en la fuerza pública por la expansión que estaría planeando el ELN de las temidas Efer (Estructuras de Finanzas de Economías para la Revolución), uno de los brazos financieros de la guerrilla que quedó al descubierto con la guerra en el Catatumbo. Son los recaudadores de “impuestos” para la guerrilla, producto de las extorsiones, el contrabando, la minería ilegal, el gramaje a cultivos, entre otros.

El conflicto en Norte de Santander, entre la guerrilla del ELN y las disidencias de las Farc, que ha dejado cerca de 50.000 desplazados y 70 muertos, según las cifras oficiales, dejó al descubierto algo que hasta el momento estaba funcionando de manera oculta y sin levantar mayores sospechas.

Se trata de las Efer, que, en palabras de hombres expertos en inteligencia de la fuerza pública, es más una red de apoyo del ELN que tiene como propósito el fortalecimiento financiero de la guerrilla en ese departamento, en la frontera con Venezuela.

En un documento en poder de SEMANA se pueden leer los objetivos que tiene el ELN con las Efer. Allí se ordena al personal que hace parte de esta división criminal de la guerrilla no portar uniformes ni armamentos. Las acciones de recaudo de dinero se deben hacer de civil, diferenciando de este modo los combatientes de los recaudadores.

“El Efer no debe andar enfusilado ni uniformado en el momento en que desarrolle actividades directas de permanencia propia en el trabajo; deben previamente garantizar el sistema de seguridad correspondiente para dicho control territorial. No deben ser visibles”, dice uno de los documentos recuperados por la fuerza pública en uno de los computadores incautados a la guerrilla.

Pero para conocer cuál es el papel de las Efer en la guerrilla, personal de inteligencia de la fuerza pública le reveló a SEMANA que estas células del crimen hacen presencia en la región del Catatumbo, en lo que se conoce como el enclave cocalero que se encuentra ubicado entre los municipios de El Tarra y Tibú, y el corregimiento de La Gabarra. Son unas 7.000 hectáreas de cultivos ilícitos de las 40.000 que hay en Norte de Santander.

El papel de las Efer consiste en el cobro de extorsiones a comerciantes, ganaderos, campesinos y población civil. Manejan los ‘impuestos’ o gramaje por la producción de cocaína en los laboratorios del Catatumbo, y controlan las economías ilegales en la frontera con Venezuela.

De acuerdo con las fuentes de la fuerza pública, otro de los propósitos del ELN para haber creado esta unidad especial de finanzas sería el de evitar el uso de testaferros que terminaban desviando dineros o quedándose con propiedades de la guerrilla. Además, lo que busca el ELN con las Efer, según los documentos de inteligencia conocidos por este medio, es desligar a los cabecillas del frente de guerra nororiental de los dineros provenientes del narcotráfico.

La alerta de las autoridades se incrementó tras la aparición de varios documentos encontrados en los campamentos del ELN, donde se constata que las Efer tenían cada vez más poder al punto de dar instrucciones a las unidades guerrilleras que “las inversiones que se hagan en la zona deben ser consultadas con las Efer y los mandos del Frente de Guerra del área”.

En el Catatumbo se estima que está enquistada la unidad encargada del financiamiento del ELN, y se calcula que cuenta con cerca de 300 hombres bajo el control de alias Marisol, alias Darío y alias Daniel. Estos cabecillas, de acuerdo con los documentos de inteligencia, ordenaron redireccionar el trabajo en las cocinas (laboratorios de cocaína), en las bodegas de los insumos, y ajustar la política de ‘impuestos’ (extorsiones) en la frontera con Venezuela. Para expertos en dinámicas criminales del ELN, las Efer no son más que un sistema de control de los dineros ilegales que busca tener el Comando Central.

“La función de las Efer es el control de las finanzas del ELN en todos los niveles y que el Comando Central tenga una aproximación más real de qué recursos tiene, por lo que los encargados deben realizar reportes en tres instancias: al Frente de Guerra, a la Dirección Nacional (Dinal) y al Comando Central (Coce)”, dijo el coronel retirado del Ejército, Leonardo Tique, experto en inteligencia militar. El oficial agregó que la alerta de la fuerza pública sobre una posible expansión de las Efer es válida, tras el fortalecimiento de la guerrilla en medio de los diálogos de paz con el Gobierno Petro.

“Esta nueva organización se debió implementar por todos los frentes de guerra, pero el FG (frente de guerra) que implementó esta organización y la viene utilizando de acuerdo a lo ordenado, es el nororiental con un epicentro importante en la región del Catatumbo”, agregó.

Guerra en la zona

Quien terminó exponiendo las Efer del ELN fue el ahora enemigo de esa guerrilla, alias Jhon Mechas, cabecilla del frente 33 de las disidencias de las Farc. En un video que circuló en redes sociales días después de que estallara la guerra en el Catatumbo, que ya completa más de un mes, Mechas apareció en medio de la selva, sentado, con botas de caucho, un pantalón azul oscuro, un camisón verde, con un radioteléfono, equipo de campaña y sosteniendo una taza de café. Ahí mencionó a la unidad financiera del ELN. “A todos esos que llaman el Efer, que son los narcoelenos del Catatumbo, muchachos, mucha suerte”, dijo Mechas en tono irónico.

El conflicto en el Catatumbo, que ha sido alimentado por las rentas criminales, ha dejado, de acuerdo a cifras del Ministerio de la Defensa, a más de 2.610 personas en albergues temporales en Ocaña, El Tarra y Tibú. Un protagonista de esta guerra, como lo había advertido SEMANA, es alias Pablito, quien estuvo desaparecido durante muchos años, dando campo a especulaciones como que había muerto, pero a mediados del año pasado reapareció en un video del Comando Central (Coce) prendiendo las alertas en las agencias de seguridad del Estado.

Fuentes de inteligencia le revelaron a SEMANA que el Coce le había dado la misión a Pablito de fortalecer los frentes de guerra urbanos y acelerar el plan expansionista de la guerrilla, aprovechando la ‘paz total’ del Gobierno Petro.

Sobre Pablito hay que recordar que es uno de los guerrilleros más despiadados del ELN y fue el cerebro del atentado terrorista contra la Escuela de Policía General Santander, en 2019, en Bogotá, donde murieron 21 cadetes.