Tibú amanece paralizado tras masacre de familia: el comercio cerró, no hay transporte intermunicipal y tampoco producción agrícola

En la región del Catatumbo, Norte de Santander, se respira miedo. La comunidad, campesina en su mayoría, ha quedado en medio de los enfrentamientos desatados entre el ELN y las disidencias de las Farc, agrupadas en el Frente 33. Uno de los hechos violentos que muestra parte de la barbarie es la masacre de Miguel Ángel López, su esposa Zulay Durán Pacheco y su hijo de tan solo nueve meses de nacido.

SEMANA conversó con un líder social de Tibú, quien relató la angustia que se vive en esa región: “Desde la noche anterior, el municipio está consternado por este hecho violento sobre la vía Cúcuta, en el cual le quitan la vida a esta familia, en la que hay un bebé de nueve meses que fallece en el lugar junto con sus padres. El señor Miguel era el encargado del tema de una funeraria y su esposa estaba vinculada a un programa social, por lo que estaba en permanente contacto con familias y la comunidad”.

Este líder señaló que en el sector donde se presentó este hecho hay constante presencia de grupos armados. “La situación es crítica sobre la vía, donde salen personas armadas sin identificarse. En ocasiones, estos hechos derivan en amenazas, homicidios, masacres o hurtos de los diferentes vehículos que transitan por la carretera. Es un modo de control, de ejercer presión y mostrar su presencia a través de estas situaciones. Detrás de eso está todo el tema de las extorsiones, las famosas vacunas y las cuotas que les solicitan a los diferentes sectores, gremios y empresas que operan en el municipio o ejecutan proyectos”.

Sobre los precios de las llamadas vacunas, aseguró que son relativos: “Lo que sí se sabe es que casi todo lo relacionado con la canasta familiar, los peajes y cualquier tipo de control económico está sujeto a sus exigencias. Ellos tienen esa forma de imponer pagos para permitir el desarrollo de cualquier actividad económica en el municipio. Prácticamente, todo tiene su precio”.

Y además agregó: “Actualmente, el comercio está cerrado y se ha anunciado para este viernes un cierre en señal de protesta. Las comunidades y los diferentes líderes han convocado concentraciones para buscar medidas. Algunas organizaciones sociales han emitido comunicados llamando al cese de la confrontación y exhortando al Gobierno nacional a buscar canales de diálogo. La preocupación es latente. Se debe evitar realizar salidas o viajes, y en este momento no hay transporte porque las dos empresas formales de transporte terrestre suspendieron sus operaciones. Existe un miedo generalizado a movilizarse en altas horas de la noche debido a los riesgos asociados”.

Frente a esto, el gremio Asocomerciantes de Tibú expresó a través de un comunicado que el cierre es una medida para “evitar más derramamiento de sangre”. “Por consiguiente y dada la situación de orden público que se vive en este momento y por la seguridad de todos los habitantes, empleados y comerciantes se informa que el día viernes 17 de enero de 2025 no se abrirá al público por seguridad y en una forma cívica de manifestar que queremos la paz del territorio. Tibú y su gente desde hace muchos años han sufrido el embate de la violencia y no queremos que nuestros hijos tengan que sufrir el miedo de una nueva confrontación armada entre dos organizaciones hermanas que habitan en la región. No queremos más derramamiento de sangre en nuestro Catatumbo”, dice el documento.

El líder social también asegura que los regímenes de terror no solo los imponen las disidencias de las Farc y el ELN, sino otras organizaciones armadas que están llegando a la región. “A través de llamados y comunicados se busca generar espacios de diálogo para evitar un mayor derramamiento de sangre, confrontaciones y desplazamientos. Ya se empieza a conocer que, tras las confrontaciones del día de hoy [jueves 16 de enero de 2025], algunas comunidades han comenzado a desplazarse desde los sectores afectados. En algunos casos, los mismos grupos armados han ordenado a las personas que abandonen sus viviendas”, dice.

Algunas familias están movilizándose hacia la cabecera del Tarra o, en otros casos, hacia el kilómetro 20 y la zona del kilómetro 25 en la vía a La Gabarra. También hay quienes se están trasladando hacia el casco urbano de La Gabarra o a la cabecera municipal de Tibú.