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Cartagena: turista extranjero está en cuidados intensivos luego de ser golpeado por un yate en las islas del Rosario
El joven se encontraba haciendo caretaje, una actividad común en las islas, cuando fue impactado por la embarcación.
Un nuevo accidente en la zona insular de Cartagena dejó gravemente herido a un turista costarricense de 21 años.
Se trata de Johan Andrés López Tremnio, quien se encontraba disfrutando de las islas del Rosario, cuando fue golpeado por la hélice de una embarcación que transitaba por el sector. De acuerdo con el reporte del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias del Distrito (Crued), el joven presentó heridas en el muslo izquierdo y glúteos.
Según las declaraciones del director del Crued, Álvaro Cruz, Johan se encontraba haciendo caretaje, una actividad común en las islas, cuando fue impactado por la embarcación.
La gravedad de las lesiones causó que el joven fuera trasladado al Hospital Universitario del Caribe, donde fue ingresado a cirugía y posteriormente a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde los galenos están a la espera de su evolución.
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Esta no es la primera vez que sucede algo como esto en la ciudad, pues el pasado mes de febrero, Daniel Herrera, un antioqueño de 33 años, tecnólogo en mecánica automotriz, visitaba por primera vez la ciudad de Cartagena, cuando resultó gravemente herido luego de un accidente en las playas de Bocagrande.
Exactamente, el viernes 3 de febrero, mientras la víctima departía con sus compañeros de trabajo dentro del agua, una moto acuática lo arrolló a él y a dos compañeros más, dejándolo con un trauma craneoencefálico severo y con afectaciones en el rostro y en la vista.
Al llegar al hospital fue remitido al quirófano para realizarle una cirugía muy importante que pudiera salvarle la visión, para entonces los médicos habrían confirmado que el paciente se encontraba en un coma inducido.
La clínica Medihelp dio a conocer que Daniel perdió el ojo derecho y que, además de haber estado en coma, presentó graves heridas en su cuerpo debido al trauma provocado por el jet ski. La víctima estuvo internada por lo menos un mes completo para recuperarse del accidente.
En cuanto a la persona que ocasionó el siniestro, aunque intentó huir, fue ubicado por la Policía y puesto a disposición de la Fiscalía, que “determinará el grado de culpabilidad por las lesiones personales que afectaron la integridad de estas personas y, asimismo, las intenciones que puedan tener en este delito”, explicó el coronel William Zubieta, subcomandante de la Policía de Cartagena.
¿Qué dicen las autoridades sobre el uso de las motos acuáticas?
Hay que recordar que durante la temporada vacacional de inicio de año, además del caso de un hombre que perdió un ojo a causa de un accidente con una moto acuática, una menor de edad resultó lesionada tras caer de un inflable de uso recreacional. Este hecho tuvo lugar en la zona insular.
Estos y demás accidentes causan preocupación en los visitantes, es por ello que SEMANA preguntó al capitán de Puerto de Cartagena, Javier Gómez Torres, adscrito a la Dirección General Marítima (Dimar), cómo es la regulación para este tipo de actividades marítimas durante la temporada de gran afluencia de visitantes.
De acuerdo con Javier Gómez Torres, específicamente en la zona insular —es decir, islas del Rosario, isla Grande, Tierrabomba, entre otras—, está completamente prohibido el uso del jet ski/moto acuática y/o de inflables, no solo por la seguridad de quienes los utilizan, sino para preservar los ecosistemas marinos.
Para el caso de las playas ubicadas en el casco urbano de la ciudad, como lo son las playas de Bocagrande, El Laguito, Castillo Grande, entre otras, aquí las restricciones son diferentes.
“Todo lo que son deportes náuticos, lo principal es que ellos deben estar constituidos como empresas y prestar el servicio precisamente, estas empresas tienen sus pólizas y el entrenamiento a cada una de las personas encargados de la operación de los jet ski o de los inflables; precisamente para que no se ponga en riesgo o la vida de quienes están operando estas embarcaciones o de los bañistas”, explicó Gómez Torres.
Agregó: “Debe haber unas zonas que están debidamente señalizadas (que indiquen) dónde son los puntos de entrada y salida de todas las actividades náuticas. Y su desarrollo es por fuera de la zona de bañistas, es decir, donde no se mezcle esta presencia y no se ponga en riesgo ni la vida de quienes están operando, ni de quienes están haciendo uso del agua como baño”.