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Teniente del Ejército que reveló montaje contra el general Jhon Rojas fue expulsado de la institución. ¿Represalia por contar la verdad?
La decisión se tomó en primera instancia por lo que la defensa del oficial apeló de inmediato al encontrar supuestas irregularidades en el proceso. Además, se le impuso una inhabilidad de 12 años.
En noviembre de 2023, SEMANA reveló la confesión del teniente Fredy Acuña, quien dijo haber participado en un montaje contra el general Jhon Rojas, uno de los oficiales más reconocidos y troperos de la institución.
El testimonio de Acuña generó revuelo. En ese momento, él explicó que contó la verdad por la injusticia cometida con Rojas. También advirtió una “persecución” en su contra y dijo sentir “temor” por su vida y la de su familia.
Luego de más de un año, y un proceso que culminó este 30 de diciembre, el Ejército tomó la decisión de sancionar al teniente Acuña con su retiro de la institución y una inhabilidad de 12 años. El fallo es en primera instancia.
SEMANA conoció el fallo firmado por el coronel Wilson Alexander Gómez Sánchez, comandante del Batallón de Acción Directa y Reconocimiento n.° 2. El retiro es inmediato y la inhabilidad se impone para ejercer cualquier cargo público.
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Según el documento, la orden de retiro y la inhabilidad se produjo por “no cumplir la orden emitida el 16 de octubre de 2023 en las instalaciones del Batallón de Despliegue Rápido n.° 5, sobre las 16:00 horas”.
Ese día, Acuña recibió una instrucción del mayor Franklyn Corredor, apoyada por el coronel Juan Carlos Usamag Barahona, para ingresar a un área de operaciones.
Sin embargo, la decisión del Ejército parece tener un manto de duda, porque cuando empezó todo el capítulo del general Rojas, el teniente Acuña fue trasladado al departamento de Nariño para patrullar, a pesar de que su carrera militar se desarrolló en inteligencia.
Acuña estaba en el Batallón de Contrainteligencia militar n.° 5 y fue trasladado al Badra 5 (Batallón de Despliegue Rápido n.° 5).
Ese traslado fue clave y unió dos nombres relevantes en esta historia. El primero es el teniente coronel Camilo Osorio Rodríguez, comandante del Batallón de Contrainteligencia, a quien Acuña denunció por hacer parte del montaje contra el general Rojas. El teniente Acuña detalló cómo el coronel Osorio le sugirió infringir la ley.
El otro nombre clave es el del teniente coronel Usamag, comandante del Badra 5, quien fue compañero de curso de Osorio Rodríguez y son muy cercanos.
Aunque las coincidencias existen, el teniente Acuña fue trasladado por las denuncias que hizo y fue enviado a un lugar donde el comandante era cercano al denunciado.
De hecho, en el fallo se evidencia que Acuña detalló un acoso laboral de Usamag, “tras una llamada que habría recibido por parte del coronel Osorio, quien habría impartido órdenes puntuales de ingresarlo al área de operaciones”.
Todo inició porque el teniente Acuña se habría negado a ingresar a un área de operaciones “para efectuar el acompañamiento y dispositivo de seguridad de la población civil del sector Boca de Imbapi y La Peñuela del municipio de Tumaco, Nariño”. El teniente desarrolló toda su carrera militar en el área de inteligencia y no cuenta con la experiencia para estar en una zona de conflicto.
Además, el abogado de Acuña le contó a SEMANA que existe otra irregularidad porque el teniente coronel Usamag está vinculado a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) con un caso de falsos positivos por una masacre.
Como se enteró de esa situación, le pidió al tribunal certificar si el oficial estaba acogido o investigado y se le respondió que existía una vinculación por un proceso que nació en la Procuraduría y posteriormente pasó a la JEP por competencia, situación jurídica que no se ha resuelto.
“El presidente de la JEP expidió una orden judicial diciendo que a los investigados o vinculados deberían quitarles el mando y no dirigir operaciones militares ni portar armas. Esa orden se recibió, se envió un oficio a todos los batallones y se hizo una reubicación para que los oficiales con procesos en la JEP pasaran a cargos administrativos”, contó el abogado.
Según el abogado, al ordenar el traslado a cargos administrativos, el teniente coronel Usamag no tenía por qué estar al frente de un batallón ni mucho menos impartiendo órdenes de operaciones en Nariño. “Las órdenes de Usamag no eran legítimas por los hechos mencionados, así que la decisión de Acuña de, supuestamente, no atender una orden tampoco es una falta disciplinaria”.
Según el abogado, Usamag habría cometido fraude procesal porque, al no tener legitimidad para dar órdenes a la tropa, pidió una actuación disciplinaria en contra de un subordinado. “Además, habría prevaricato por omisión, porque un funcionario público debe hacer lo que dice la ley”.
Llama la atención que la práctica de pruebas en el caso del teniente fue realizada por un sargento, un rango inferior al del oficial en las filas del Ejército, y eso también sería ilegal. Para la defensa de Acuña, el proceso estaría viciado desde ese punto porque “la ley dice que eso es ilegal”.
Esta decisión contra Acuña será apelada y, el próximo 2 de enero, se presentará la sustentación para acudir a la segunda instancia y dar a conocer las irregularidades que se cometieron en su contra. Todo por haber tenido la valentía de contar la verdad y denunciar un complot contra el general Rojas, a quien, según Acuña, le hicieron un montaje para vincularlo con pruebas falsas con las disidencias de las Farc y sacarlo de la institución. Rojas estaba llamado en su momento a ser el comandante del Ejército, dada su trayectoria y sus resultados operativos.