Las contradicciones de Deyanira Gómez en proceso contra Álvaro Uribe Vélez: así fue el intenso contrainterrogatorio que la dejó en evidencia

“Ella nunca me dijo nada”. De esta forma, el abogado Héctor Romero Agudelo recordó la conversación que tuvo en febrero de 2018 con Deyanira Gómez sobre el ingreso de los famosos relojes con cámara a la cárcel La Picota, de Bogotá.

El abogado, quien aseguró que tenía una relación familiar y profesional desde hace varios años con Deyanira Gómez y su compañero sentimental, recordó que solamente le dijeron que tenía que ingresar el aparato tecnológico para entregárselo al exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, quien para ese momento, supuestamente, ya habría recibido presiones para retractarse de lo que había dicho contra Álvaro Uribe Vélez.

Sin embargo, como lo evidenció el abogado Jaime Granados Peña, esta versión dista mucho de lo manifestado hace pocos días ante ese mismo estrado judicial por Deyanira Gómez, quien aseguró que ella misma le había dado todas las instrucciones al abogado frente a la forma en que debía usarse ese reloj espía.

“Ella también afirmó que le había entregado el reloj explicándole que era una grabadora y cómo se activaba, para que usted se lo explicara a Juan Guillermo Monsalve Pineda. ¿Eso ocurrió así, entonces, como dice Deyanira Gómez Sarmiento?“, preguntó Granados. Frente a esto, el testigo indicó claramente: ”No, no es cierto, ella no me explicó nada”.

La ronda de preguntas y respuestas siguió así:

Jaime Granados: También dijo ella, aquí bajo juramento, que le había llamado mucho la atención que si Juan Monsalve cambiaba la versión, usted podía ayudar a mediar y que podía recibir una buena plata. Eso implicaba unos años más de cárcel, pero ustedes se van a quedar con una buena plata. ¿Usted dijo eso?

Héctor Romero: No es cierto, nunca dije eso.

Jaime Granados: ¿Y que es su ofrecimiento que haya una buena plata provenida del abogado Diego Cadena? ¿Eso es cierto?

Héctor Romero: Nunca, nunca dije sobre eso y no es cierto.

Jaime Granados: Muchas gracias, doctor Romero. Ahora bien, concentrémonos en esa visita del 22 de febrero, ya estando dentro del salón comedor, que usted relató aquí el día de hoy.

Y le pido agradecidamente que haga un esfuerzo de recordación de eso —que sé que pasó hace ya siete años prácticamente, pero que es muy importante para este juicio porque son unos temas centrales—: el relato lo más exacto y pormenorizado de lo que ya ocurrió.

Antes de que usted estuviese ese día en ese salón comedor visitando a su cliente, Juan Guillermo Monsalve Pineda, ¿había visto, tratado, hablado, cualquier día, con el abogado Diego Cadena?

Héctor Romero: Nunca lo había visto a él. No sabía de él, solo hasta ese día y allá en La Picota.

Jaime Granados: Exacto. ¿Esa reunión en ese salón era una reunión en un cubículo que estuviese cerrado o era un sitio abierto?

Héctor Romero: Un sitio abierto.

Jaime Granados: ¿Había una o había varias mesas?

Héctor Romero: Muchas mesas y varios abogados con varios clientes.

Jaime Granados: Ok. Cuando usted llega, ¿usted escogió al azar la mesa donde sentarse?, ¿o tenía comunicación?

Héctor Romero: No, no.

Jaime Granados: ¿Y mientras estaba ahí esperando, conversó con alguien?

Héctor Romero: No, en la mesa con nadie.