Gustavo Petro se negó a recibir los aviones de Trump, pero a Biden sí le aceptó 124 vuelos con deportados en 2024

Los mayores expertos en relaciones internacionales del país, en su mayoría excancilleres y exembajadores, están reunidos en un organismo que se llama el Consejo Colombiano de Relaciones Internacionales (CORI). De este grupo hacen parte, personajes de la vida nacional como Guillermo Fernández de Soto, Carolina Barco, Julio Londoño Paredes, Saúl Pineda, Alvaro Méndez, Andrés Rugeles, Flavia Santoro y Luis Carlos Villegas.

En medio de la crisis que está viviendo el país frente a la relación con Estados Unidos, el Cori emitió un sentido comunicado. En este recuerdan que las deportaciones han sido un instrumento usual desde hace muchos años y aseguran que, incluso, en 2024 “se efectuaron 124 vuelos con el beneplácito de ambos gobiernos”.

Este es el comunicado completo:

“El Consejo Colombiano de Relaciones Internacionales (CORI) hace un llamado al gobierno nacional para que su política exterior sea ejercida con responsabilidad, pragmatismo y estrategia, con el fin de asegurar la defensa de los más altos intereses nacionales.

No hay espacio para la improvisación en las relaciones internacionales, cualquiera que sea la ideología que defiendan los gobiernos. Colombia debe preservar la relación con Washington mediante el diálogo, la cooperación y el respeto mutuo. Estados Unidos ha sido un aliado clave a lo largo de la historia, bajo un espíritu de apoyo mutuo; es nuestro principal socio a nivel comercial, inversiones y turismo; y un actor clave en temas centrales de la agenda global como la democracia, el problema mundial de las drogas y la lucha contra el crimen organizado.

Los flujos migratorios deben ser abordados de forma integral y requieren un amplio entendimiento entre los países, bajo el cumplimiento de los principios y las normas del derecho internacional, las convenciones, y los acuerdos y protocolos bilaterales vigentes. En el caso particular de las deportaciones de Estados Unidos a Colombia, se resalta que en el 2024 se efectuaron 124 vuelos con el beneplácito de ambos gobiernos.

Este ha sido un mecanismo histórico y permanente. Lo humanitario es solucionar la situación de los deportados y recibirlos en el territorio del que son originarios, y no devolverlos para prolongar su sufrimiento. El diálogo diplomático se debe imponer para resolver este absurdo e innecesario impasse entre dos naciones amigas, y evitar su escalamiento y retaliaciones comerciales que solo perjudican a Colombia”.