El Nogal deberá pagar millonaria condena por la muerte de un empresario mexicano mientras estaba alojado en el club

2.300 millones de pesos. Este es el monto de la condena que deberá pagar la Corporación Club El Nogal a los familiares (padres e hijos) del empresario mexicano Luis Fernando Campos Yannelli, de 42 años de edad, quien falleció en el interior de la habitación 23 del exclusivo club en la noche del 27 de agosto de 2015.

En el fallo de primera instancia, el juzgado 10 civil de Bogotá, determinó la responsabilidad del club en los trágicos hechos. En la extensa decisión se concluyó que el empresario mexicano falleció por intoxicación por monóxido de carbono, esto por la filtración de los gases del ducto de la caldera del club, obra que se adelantó de manera irregular, desconociendo las advertencias de los encargados.

“(...) en la muestra de sangre, conservada por Medicina Legal, se indica la presencia de carboxilo hemoglobina en una concentración del 60%, lo cual es factor de relevancia para generar los efectos en el organismo de la persona”. El cuerpo sin vida de Campos Yannelli fue encontrado por Felipe Sánchez, su amigo, y con quien había viajado a Bogotá para asistir diferentes reuniones de negocios.

El caso de Sánchez también es mencionado en el fallo puesto que él sufrió un desmayo dentro de su habitación, cerca de la cama. Esto obligó a que se le prestara atención médica de urgencia: “luego de un día de cuidados, en horas de la noche, fue dado de alta, regresando por tanto a la misma habitación del Club El Nogal”.

Tras llegar al hotel, y atendiendo la recomendación de su compañera sentimental, le pidió colaboración al personal del Club con el fin de ingresar a la habitación de su compañero: “Encontrando a Fernando Campos sin vida, informando al gerente del establecimiento y dejando constancia del inventario de los bienes encontrados”.

Las pruebas testimoniales, revelaron que la conexión de las chimeneas fue errónea y puso en riesgo a las personas que se hospedaban: “Se demostró el hecho atribuible a la demandada, que consiste en la existencia de un orificio en el ducto de la chimenea o las modificaciones de la chimenea por la instalación de una tubería, sumada a la falta de mantenimiento de aquellas instalaciones, para la época de los hechos”.

Igualmente, se tuvo en cuenta un dictamen que indica que la “empresa contratada por el mantenimiento encontró un tubo roto, cuatro metros debajo de la habitación número 23, de todo lo cual se puede concluir que la ocurrencia de la muerte está vinculada con esa situación”.

El Club anunció que presentará apelación ante el Tribunal pues insisten en que no tienen responsabilidad alguna

El proceso penal que sigue pendiente

Para el próximo 31 de marzo están citados, nuevamente, exgerente del club El Nogal de Bogotá, Luis Fernando González Vargas, y los trabajadores de mantenimiento Juan Casadiego y Ricardo Muñoz por su presunta participación en los hechos que rodearon la muerte del empresario mexicano Luis Fernando Campos Yanelli.

Según el documento de la Fiscalía General , estas tres personas tendrán que responder por el delito de homicidio culposo. Esto debido a que tuvieron participación directa en los hechos que rodearon el deceso del empresario.

Según la investigación, pese a las advertencias, el gerente dio la orden de construir un ducto hechizo para liberar el calor en la zona de la lavandería. Sin embargo, pese a que no contaba con un estudio claro ni se hizo de manera idónea, lo que se hizo fue liberar una gran cantidad de gases, los cuales llegaron directamente a la habitación donde se estaba quedando el empresario.

“Manipularon los ductos por donde salían estos gases”. Para el representante de víctimas este es un claro caso de negligencia puesto que sabían los riesgos que corrían con la instalación de este tuvo y aun así prosiguieron. “Generó una congestión y una filtración por los rotos que tenían estos ductos”.

Tras hacerse pública la muerte del empresario mexicano se presentó un cruce de versiones y evasión en la presentación de las respectivas pruebas.