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El inusual obstáculo que frena la llegada de las Fuerzas Militares a la ‘república’ del ELN en Chocó

SEMANA revela la historia del acueducto veredal que tiene en riesgo la seguridad del Chocó. Hay más de 14.000 personas confinadas.

17 de febrero de 2025, 11:05 a. m.
Acueducto del corregimiento Puerto Murillo de Chocó.
Acueducto del corregimiento Puerto Murillo de Chocó. | Foto: Semana / AFP

Las Fuerzas Militares llevan más de ocho años sin entrar al imperio de los grupos armados en Chocó por una manguera que está ubicada sobre el río San Juan. Los mandatarios locales denuncian que las comunidades están en manos de la delincuencia y ninguno se atreve a solucionar el problema porque son declarados objetivo militar.

Según la gobernadora Nubia Carolina Córdoba, el ELN y el Clan del Golfo están sobre el margen de este afluente en Sipí, Litoral del San Juan, Istmina y Medio San Juan: “La zona crítica no tiene presencia de la fuerza pública. Cuando se hace el reclamo de por qué no hay presencia, dicen: ‘Hay un tubo que no permite que suba el buque’”.

El problema es el acueducto del corregimiento de Puerto Murillo, un caserío ubicado a cuatro horas de distancia de Quibdó, donde viven 50 familias. Una de las mangueras está colgada sobre el río y frena el recorrido de las únicas embarcaciones de la Armada Nacional que pueden facilitar las operaciones en contra de los grupos ilegales.

El tamaño de la patrullera

Un alto mando de las Fuerzas Militares explicó a SEMANA que son 25 kilómetros los que están descuidados y no hay manera de llegar: “Las lanchas pequeñas pueden cruzar el río San Juan, pero no pueden desarrollar operaciones porque no tienen autonomía. Siempre deben estar acompañadas de la patrullera, el barco grande, y no cabe”.

Un funcionario de la Armada también lo confirmó bajo reserva: “Como nosotros no podemos llegar y no le podemos dar movilidad al Ejército, ellos han tomado esa área”. Él se refiere al ELN y al Clan del Golfo, los dos grupos que se están disputando ese corredor y afectan con su guerra a 50.000 personas, de acuerdo con datos de la Gobernación.

La mandataria departamental indicó que el poder del río San Juan es estratégico para cualquier organización delincuencial porque desemboca al pie de Buenaventura, pero es más apetecido el control de toda la región: “Es de altísimo interés porque en cuestión de horas estás en el Atlántico, luego en el Pacífico y luego en el Caribe”.

Acueducto de Puerto Murillo, en Chocó, que no permite la movilización de un buque de la Armada.
Acueducto de Puerto Murillo, en Chocó, que no permite la movilización de un buque de la Armada. | Foto: Suministrada a Semana.

Un problema de vieja data

La Procuraduría ya puso la lupa sobre el tema, y en junio de 2023 le profirió cargos al entonces alcalde de Medio San Juan, José Oliver Moreno, por la presunta omisión de sus funciones al no realizar la reubicación del tubo del acueducto, “lo que pudo afectar la seguridad y convivencia al obstruir el ingreso de la patrulla fluvial de la Armada”.

El problema sigue intacto y la actual administración municipal respondió a SEMANA que no tiene la capacidad de solucionar el problema, dado que la obligación recaería sobre el Gobierno nacional, que fue informado desde hace dos años de la grave situación y no hubo respuestas por parte del Ministerio de Defensa.

Ya han pasado ocho paros armados con miles de desplazados y el tubo sigue siendo el muro de contención de los ilegales. Detrás de esa manguera se concentra la guerra del ELN y el Clan del Golfo, pero también se espera la llegada de las disidencias de las Farc que comanda alias Iván Mordisco para intervenir en la confrontación.

“Una condena de muerte”

Las consecuencias son críticas, de acuerdo con la gobernadora del Chocó: “Quien están en el río haciendo los peajes, los retenes, reteniendo a la gente (y) bajando a las personas de las lanchas para pedirles cuentas, no es la fuerza pública, es el ELN, luego el Clan del Golfo, luego el ELN y luego el Clan del Golfo”.

Las unidades de inteligencia militar han advertido que los elenos han presionado a la población civil para que no dejen tumbar o levantar el tubo, dado que las Fuerzas Militares los podrían poner contra las cuerdas y perderían el control territorial, verían comprometidos sus negocios de cocaína y la explotación ilícita de yacimientos mineros.

Nadie se atreve a intervenir la manguera por iniciativa propia. La Alcaldía dijo no tener las garantías de seguridad ni cree que el acueducto sea un problema. La mandataria departamental afirmó que ningún civil asumirá el riesgo: “Eso no va a hacerse porque eso significa una condena de muerte para quien sea que lo haga”.

El ELN es el principal actor armado de la región y el Clan del Golfo quiere arrebatarle el poder. | Foto: EJÉRCITO NACIONAL

Las soluciones al problema

En todos los consejos de seguridad que se han realizado en el Chocó es motivo de debate el acueducto de Puerto Murillo. Las Fuerzas Militares no pueden arrancar la manguera porque afectarían a más de 200 personas y las autoridades locales no cuentan con los recursos para intervenir la obra bajo la sombra de las balas de los ilegales.

La propuesta de la Gobernación es que sean los uniformados los que asuman el reto y puedan devolverle la tranquilidad a la población. “Lo que hemos dicho: Hagámoslo a través de ingenieros militares que es una de las capacidades que tiene la nación. Dijeron en estos días que ya habían ido, no es cierto”, agregó Nubia Carolina Córdoba.

Oficiales en retiro de las Fuerzas Militares que conocen la problemática comentaron en SEMANA que la situación en Chocó seguirá siendo crítica si no se interviene el acueducto de ese corregimiento. Hoy sigue la guerra entre los dos grupos ilegales en las inmediaciones del río San Juan y no hay autoridad que pueda combatir el corazón del problema.

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