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Virus de Marburgo: ¿cuáles son los síntomas y cómo prevenir su contagio?
En África ya han sido detectados casos de esta enfermedad, provocando la alerta de las autoridades sanitarias.
Dos casos de la enfermedad del virus de Marburgo, una fiebre hemorrágica casi tan mortal como el ébola, se registraron en Ghana, los primeros en el país, según anunciaron las autoridades sanitarias el pasado domingo.
Previamente, el 8 de julio, las muestras de sangre de dos personas de la región de Ashanti (sur de Ghana) sugirieron la presencia del virus de Marburgo y las muestras se enviaron al Instituto Pasteur de Dakar (IDP) para su confirmación.
“Las pruebas adicionales llevadas a cabo en el IDP de Senegal han corroborado los resultados”, declaró Patrick Kuma-Aboagye, director general del GHS, confirmando la detección el virus.
A raíz de esta enfermedad, dos personas ya han fallecido y 98 han sido puestas en cuarentena, encendiendo las alarmas para prevenir un eventual brote masivo de este virus en la región.
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Vale recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había anunciado el fin del primer brote del virus de Marburgo en África Occidental en septiembre de 2021, 42 días después de que se identificara un único caso en Guinea. Sin embargo, los nuevos casos han generado preocupación.
¿Qué es el virus de Marburgo?
De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la letalidad de la enfermedad por el virus de Marburgo (EVM), que causa el virus que lleva este nombre, es de hasta el 88 %, pero podría ser mucho menor si se atendiera debidamente a los pacientes”.
La OMS, además, reseña que la enfermedad por el virus de Marburgo se identificó por vez primera en 1967, tras registrarse simultáneamente brotes en Marburgo y Frankfurt (Alemania) y en Belgrado (Serbia).
Sobre la transmisión en humanos del virus, la OMS explica que, inicialmente, la infección se debe a la estancia prolongada en minas o cuevas habitadas por colonias de murciélagos Rousettus. “La transmisión entre personas ocurre por contacto directo de la piel lesionada o las mucosas con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas, así como con superficies y materiales contaminados con dichos líquidos, como ropa personal o de cama”, detalla la organización.
Con respecto a la relación con la especie de murciélagos mencionada, la OMS reseña que, en 2008, se notificaron dos casos independientes de EVM en viajeros que habían visitado una cueva habitada por colonias de murciélagos Rousettus en Uganda.
No obstante, los primeros brotes en la década de los sesenta se asociaron al trabajo en laboratorios con monos verdes africanos (Cercopithecus aethiops) importados de Uganda. “Posteriormente, se han notificado brotes y casos esporádicos en Angola, Kenia, la República Democrática del Congo, Sudáfrica (en una persona que había viajado recientemente a Zimbabue) y Uganda”, agrega la autoridad sanitaria.
Síntomas de la enfermedad
La OMS precisa que el periodo de incubación, es decir, el intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas, oscila entre dos y 21 días.
Frente a los síntomas iniciales, la enfermedad incluye:
- Fiebre elevada.
- Cefalea intensa.
- Malestar general.
- Frecuentes dolores musculares.
Al tercer día después de que han iniciado los síntomas, pueden aparecer diarrea acuosa intensa, dolor y cólicos abdominales, náuseas y vómitos.
“La diarrea puede persistir una semana. En esta fase se ha descrito que los pacientes presentan ‘aspecto de fantasma’ debido al hundimiento de los ojos, la inexpresividad facial y el letargo extremo”, expone la OMS.
De hecho, referencia que, en el brote europeo registrado en 1967, la mayoría de los pacientes presentaron una erupción cutánea no pruriginosa de dos a siete días después del inicio de los síntomas.
Un importante porcentaje de los pacientes presenta manifestaciones hemorrágicas graves a los cinco o siete días. Sobre los casos mortales, estos suelen presentar alguna forma de hemorragia -a menudo- en varios órganos.
¿Existe un tratamiento?
Actualmente, según puntualiza la OMS, no ha sido autorizado ningún tipo de tratamiento para luchar contra el EVM. De igual manera, tampoco ha sido desarrollada una vacuna para prevenir la infección o reducir los síntomas.
No obstante, menciona que el tratamiento base consiste en la rehidratación oral o intravenosa, así como el cuidado específico en función de los síntomas.
¿Cómo prevenir el contagio?
En vista de que no ha sido desarrollada ninguna vacuna contra el virus de Marburgo, las personas deben atender a ciertas recomendaciones para evitar la infección.
Por ejemplo, la organización internacional Gavi, dedicada a promover el acceso a las vacunas, señala que las personas en África deben evitar comer o manipular carne de animales silvestres, pues se pueden exponer no solo al EVM, sino también a otras infecciones.
La OMS agrega que se debe evitar el contacto con cerdos u otros animales domésticos en áreas donde se hayan registrado brotes del virus. Otra recomendación está dirigida a los sepultureros, a quienes se sugiere no tocar el cuerpo de un fallecido por el virus de Marburgo.
Finalmente, la OMS señala que existe un riesgo de transmisión sexual, por lo que recomienda a los hombres que hayan padecido la enfermedad “no incurrir en riesgos y aplicar medidas protectoras durante las relaciones sexuales, además de mantener una buena higiene durante los 12 meses posteriores al inicio de los síntomas o hasta que los análisis del semen den dos veces negativo para el virus de Marburgo”. Asimismo, advierte que no se debe entrar en contacto con líquidos corporales.