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Papa Francisco: ¿podría renunciar al cargo una vez salga de peligro? Exembajador en el Vaticano explica los escenarios

Jorge Mario Eastman es uno de los colombianos que mejor conoce la Santa Sede. En entrevista con SEMANA, habló de lo que ha sido el liderazgo del sumo pontífice, explicó por qué nunca ha visitado Argentina y contó detalles de su visita a Colombia en 2017.

3 de marzo de 2025, 10:41 a. m.
El embajador de Colombia en el Vaticano, Jorge Mario Eastman habló sobre lo que fue el papado de Francisco.
El embajador de Colombia en el Vaticano, Jorge Mario Eastman habló sobre lo que ha sido el papado de Francisco. | Foto: Aporte de Jorge Mario Eastman

SEMANA: ¿Cuáles son las características que han definido estos años el papado de Francisco?

Jorge Mario Eastman (J. M. E.): Lo que busca este papado de amor y de cercanía es que la Iglesia se volque a los más débiles y eso marca una diferencia. En la última década hemos visto la fragmentación de nuestras sociedades, inclusive ahora lo vemos más evidentemente en la fragmentación de los sistemas políticos, pero las sociedades comenzaron primero a fragmentarse en individualismo, en la soledad de los individuos, la marginación, y este papa llega como reacción a esos procesos y aprovecha para quitarle el velo a una Iglesia que miraba hacia el poder, hacia las normas, las tradiciones. La transformó en una Iglesia que va al encuentro de la persona humana y creo que esa ha sido la gran diferencia: la ruptura que hizo el papa Francisco, que espero que continúe.

SEMANA: En un mundo que gira hacia sociedades más conservadoras, ¿cree que el futuro de la Iglesia cambie drásticamente con la sucesión del papa?

J. M. E.: No creo. De los 252 cardenales, 138 pueden votar en este momento por ser menores de 80 años, de estos, el papa ha nombrado 110, es un número demasiado importante. Tradicionalmente los papas escogían a obispos de los lugares importantes de cada país y, casi que por jerarquía, eran los llamados a ser cardenales.

Este papa ha buscado esos cardenales de abajo, en aquellas jurisdicciones donde nunca hubieran tenido un cardenal, porque no son importantes desde el punto de vista social o político. Ha buscado cardenales con las características de la Iglesia que él ha querido transmitir, misioneros que se ponen las botas, que se untan de barro, que van a la periferia, que trabajan con las comunidades más débiles y más abandonadas.

Entonces, en términos generales son obispos dedicados a ser buenos pastores, esa es la característica que él buscó, probablemente no los más brillantes en teología o los más asentados desde el punto de vista de relaciones políticas sociales, sino los realmente del barro, a imagen y semejanza, un poco, de lo que había sido su historia de vida. Yo pensaría que no va a haber un revolcón en ese sentido, sino va a haber una continuación en esa eventualidad.

Papa Francisco y Jorge Mario Eastman
Papa Francisco y Jorge Mario Eastman en un encuentro público en el Vaticano. | Foto: Aporte de Jorge Mario Eastman

SEMANA: El papa ha tocado temas polémicos como el matrimonio homosexual, el aborto, la participación de las mujeres en la Iglesia. ¿Cómo ha tomado el mundo esas rupturas?

J. M. E.: No ha sido un papado fácil, creo que hay varias características que lo hacen complejo. Uno, lo que está pasando en el mundo en los aspectos sociales, el individualismo ha hecho a las personas más solas. Eso es difícil para una Iglesia, pero también ha sido una propuesta para renovar la Iglesia, que es lo que ha tratado de hacer y obviamente ha causado unas fracturas, unos episodios complejos tanto en la derecha como en la izquierda.

La derecha, más representada en la jerarquía católica de Estados Unidos, la ha interpretado como una iglesia comunista, izquierdosa, progresista. Eso ha causado tensiones con algunos representantes de esa iglesia norteamericana y de figuras importantes, como personas de poder que han acompañado la Iglesia en Estados Unidos. Por el lado de la izquierda, sobre todo con la iglesia alemana, ha liderado movimientos para reclamar una posición más progresista de la Iglesia, más avanzada en estos temas.

SEMANA: Teniendo en cuenta la situación actual del papa, ¿cree que podría renunciar al cargo?

J. M. E.: Puede que sí, lo ha dicho, lo ha dejado establecido desde el principio que comenzó su papado. El ejemplo también de Benedicto XVI es algo demasiado reciente como para no tenerlo en cuenta en un momento como este. Él siempre ha dicho que si en algún momento ve que su condición física no le permite ejercer a plenitud su papado, él no tiene ningún problema en la renuncia.

Al mismo tiempo, cuando el papa tuvo operación de rodilla y la gente comenzó a decir que luego de esa operación difícilmente iba a ejercer el papado, lo dije claramente, es un papa, no un futbolista y por lo tanto mientras tenga las condiciones mentales y de salud para poder ejercer el papado, lo va a seguir haciendo.

SEMANA: ¿Qué se juega en el Cónclave?

J. M. E.: Comienzan a jugar cosas como las regiones, entonces, si el último fue un papa latinoamericano, dirán que hay que volver a un papa de Estados Unidos, o hacia donde se está moviendo la Iglesia católica, que es mayoritariamente hacia África y Asia, donde son los movimientos numéricamente más importantes y donde hay la mayor movilización de personas hacia la Iglesia católica. Puede ser la oportunidad para un papa asiático, por ejemplo.

No diría claramente que haya nombres, siempre suenan por épocas, que el cardenal Parolin, que el cardenal Tagle, que es de Filipinas y —por lo tanto— asiático. Siempre hay ese estilo de movimientos, pero creo que es muy temprano, y más aún cuando el papa ha venido estabilizándose dentro de la crisis que ha sufrido.

Papa Francisco visita a Colombia
El papa Francisco en su visita a Colombia en 2017. | Foto: Carlos Julio Martinez Semana

SEMANA: ¿Pero ya hay favoritos para la sucesión?

J. M. E.: Desde el día cero del papado en 2013, siempre hay favoritos. Dentro de la Iglesia ocurre lo que ocurre en cualquier organización humana, hay personas que se quieren candidatizar, que además representan algo importante dentro de la Iglesia o, por así decirlo, tendencias dentro de la Iglesia. Seguro van a haber candidaturas o ya hay candidaturas en la sombra. Creo que es muy difícil ahora lanzar hipótesis de quién puede ser un candidato. Normalmente esos candidatos, que afloran en los momentos de crisis como candidatos favoritos, no terminan siéndolo.

Creo que por el número de cardenales que pueden participar en la elección, pensaría que son el 79 % que ha puesto el papa Francisco, muy probablemente sea alguien que represente esa identidad que le ha tratado de impregnar el papa Francisco a la Iglesia.

SEMANA: ¿Cómo ha logrado el papa llevar a la Iglesia esa ideología que lo representa?

J. M. E.: El papa Francisco lo ha manejado bien, lo ha buscado a través del proceso que la Iglesia llama sinodalidad. Sinodalidad significa caminar juntos y el proceso tan interesante que ha tratado de hacer el papa es que, estos últimos cuatro o cinco años de proceso sinodal, ha sido buscar la convergencia de la Iglesia, no solamente de los cardenales, sino de los laicos, de las parroquias más pequeñas en África, en Asia, en América Latina, para ir tocando los temas más complejos, como el matrimonio homosexual, los temas de la ordenación sacerdotal de la mujer, temas actuales. Pero también temas importantes para la Iglesia, como lo que ha sido el proceso dolorosísimo de pederastia en la Iglesia.

Todos esos temas han requerido que se reúna la Iglesia, pero no solamente los curas, sino también los laicos. A la derecha le ha parecido demasiado lejos de la doctrina, y la izquierda, representada sobre todo en Alemania, ha querido que ese proceso sea menos participativo, que sea más decretado por una decisión del papa.

Eso no ha sido fácil para él y creo que los procesos de cambio de los estados y de la Iglesia requieren un proceso de socialización y de concientización, mucho más allá de la simple decisión de un papa que imponga nuevas reglas en la Iglesia; requiere un poco más de apropiación y me parece que le ha salido bien. Y él no ha estado exento de momentos complejos.

Papa Francisco visita a Colombia
El papa Francisco ha revolucionado la Iglesia católica, según Eastman. | Foto: Juan Carlos Sierra

SEMANA: ¿Por qué el papa nunca volvió a Argentina, su tierra natal?

J. M. E.: Los temas políticos eran evidentemente complejos y yo creo que por esa razón no visitó Argentina. Siempre es un tema que yo me lo imagino supremamente tenso, porque él ha sido muy precavido en que no se instrumente la Iglesia para efectos políticos. Y es inevitable que una invitación del papa a un país tenga esos objetivos.

Argentina, estos últimos 13 años, ha tenido procesos políticos muy convulsionados, además de críticas internas por ser papa argentino. Hasta recientemente la derecha exigía que el papa se involucrara más para luchar contra todo el peronismo kirchnerismo, que gobernó las últimas décadas, con unas consecuencias gravísimas en la desigualdad y en la pobreza del país. Pero al mismo tiempo ir allá, de la mano del gobierno, era para ser utilizado políticamente por el gobierno de turno. Yo creo que ha sido muy complejo para él

SEMANA: ¿Cómo ha influido el papado de Francisco en Colombia?

J. M. E.: El papa siempre ha sentido una predilección por Colombia porque siente a los colombianos como una nación y un pueblo absolutamente amoroso y un pueblo que expresa su emotividad, inclusive su religión y su fe de una manera espectacular. Él tiene en su cabeza esa venida a Colombia, en 2017, como un momento de conocer un país totalmente energizado, entregado en su fe, en el cariño que demostraron los colombianos hacia él, es una cosa loca, y él lo siente así.

Al mismo tiempo, para esa persona que ve un pueblo tan cariñoso, tan expresivo, tan emocionalmente extrovertido de cariño, como el que él recibe, es un pueblo que se mata con una facilidad enorme. Para él es una preocupación grandísima que seamos un pueblo que aún no hayamos podido resolver los problemas de violencia tan grandes. Esa es su gran preocupación hacia Colombia.

Como líder moral ha tocado unos temas en los que Colombia es bastante importante. Nosotros logramos que él viera a Colombia con los ojos de la Amazonía colombiana, logramos que el papa entendiera los procesos de relaciones entre las comunidades indígenas y la protección del medio ambiente en Colombia. También el tema de la migración. El entendido del papa y la defensa de la migración en el mundo es, uno, defensa de la dignidad humana, indistintamente de su religión, de sus credos, de su raza, de su etnia; entonces, lo primero es ver al migrante bajo los ojos de la dignidad humana. Y dos, entender que esos procesos de migración han sido procesos naturales del ser humano, también ahora presionados por los procesos de cambio climático, etc.

El estatuto del migrante que se expidió en Colombia para permitirles educación, salud y estatus temporal en el país fue modelo mundial. Y el papa lo dijo en su momento: si un país como Colombia, que no es un país rico, es capaz de recibir con esfuerzo pero con convencimiento a la segunda migración más grande del mundo después de la de Siria, es un ejemplo.