Nicolás Maduro acusa a la oposición venezolana y al expresidente Iván Duque de fortalecer al Tren de Aragua

El dictador venezolano, Nicolás Maduro, rechazó este martes, 25 de marzo, las acusaciones del gobierno de Donald Trump en Estados Unidos sobre un supuesto plan de invasión a través de grupos criminales como el Tren de Aragua. En un intento por desviar la atención de las crecientes denuncias internacionales contra su régimen, el líder del régimen calificó la versión estadounidense como “un insulto” y parte de una “campaña de estigmatización” contra los migrantes venezolanos.

“Nosotros quisiéramos que Estados Unidos dejara a un lado las mentiras que está diciendo (…) Es un insulto decir que Venezuela hizo un plan para invadir Estados Unidos. No, fue culpa de las sanciones y el bloqueo de ustedes mismos contra nuestra economía”, declaró Maduro durante la inauguración de una “casa de los abuelos y abuelas de la patria” en Caracas.

Las afirmaciones del dictador surgen en respuesta a los señalamientos de Washington, que ha acusado reiteradamente a su régimen de facilitar la expansión del Tren de Aragua, una de las organizaciones criminales más peligrosas de América Latina. El grupo, nacido en las cárceles venezolanas, ha logrado extender su influencia a varios países y, según funcionarios estadounidenses, sus miembros han ingresado a territorio norteamericano con la complicidad del régimen chavista.

En este contexto, el gobierno de Estados Unidos anunció esta semana la imposición de un arancel del 25% a países que comercien con petróleo venezolano, una medida que busca presionar económicamente al régimen. Maduro, lejos de reconocer la responsabilidad de su gobierno en la crisis migratoria y la proliferación de bandas criminales, intentó culpar a otros actores internacionales.

“La pregunta es por qué los protegen, de qué se beneficiaban. Fue una gran operación para llevarse a gente de Venezuela y lograron una millonada con lo ahorrado por los migrantes producto del bloqueo y las sanciones”, sostuvo el dictador, sin presentar pruebas sobre su afirmación.

Además, aseguró que alrededor de 500.000 venezolanos fueron víctimas de redes de tráfico de personas que operaban en Chile, Perú, Ecuador y Colombia, pagando entre cinco y diez mil dólares por ser trasladados ilegalmente. “Eso nos lo han contado los muchachos que regresan”, afirmó.

Según Maduro, esta misma estrategia se estaría utilizando para trasladar clandestinamente a venezolanos a través de la frontera sur de Estados Unidos. “Los capturan, los humillan, los patean, los secuestran, yo voy a seguir abogando para rescatar del secuestro a todos los venezolanos que están presos en Estados Unidos y en El Salvador”, aseguró.

En su discurso, Maduro también intentó desviar la responsabilidad de su régimen sobre la expansión del Tren de Aragua, asegurando que esta organización criminal fue utilizada por la oposición venezolana y el expresidente colombiano Iván Duque, quienes constantemente denuncian los crímenes de su gobierno en el vecino país.

“La banda del Tren de Aragua sirvió a los intereses de la oposición que ustedes han apoyado en Venezuela. Iván Duque se llevó las bandas de delincuentes a Colombia y los diseminó”, afirmó. Además, acusó sin pruebas a dirigentes opositores como María Corina Machado, Carlos Vecchio, Julio Borges y Leopoldo López de formar parte de una red de tráfico de personas.

En un señalamiento particularmente grave, Maduro involucró al exdiputado Gilber Caro y a Leopoldo López en la supuesta dirección de las actividades del Tren de Aragua, nuevamente sin evidencia. Todo como parte de la estrategia habitual del régimen para deslegitimar a la oposición y desviar la atención de sus propias responsabilidades en la crisis humanitaria y de seguridad que atraviesa Venezuela bajo su mando, recordando que ya cumple 13 años en el poder, en medio de acusaciones de crímenes de lesa humanidad y la usurpación del poder contra Edmundo González y María Corina Machado.