ENTREVISTA
Grave advertencia de Iván Duque en SEMANA a días de la posesión de Donald Trump: “Es bastante probable que Colombia sea descertificada”
El expresidente Iván Duque advierte las graves implicaciones que tendrá para el Gobierno del presidente Petro y para el país la llegada de Donald Trump al poder. Este es el alarmante panorama que plantea.
SEMANA: ¿Qué significa para Colombia el giro que da Estados Unidos con la llegada de Donald Trump al poder este lunes?
Iván Duque: Colombia es un país que ha tenido históricamente una relación bipartidista y bicameral con Estados Unidos, en la que han sido prioridad la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, el comercio y la defensa de la democracia. El Gobierno Petro ha permitido la mayor bonanza de narcotráfico en 40 años, tanto en área cultivada como en producción y ventas de drogas a Estados Unidos. Ha debilitado esa lucha y ha designado a terroristas como “gestores de paz”. Del mismo modo, ha espantado la inversión y ha golpeado a muchas empresas de Estados Unidos en Colombia con políticas populistas. Por último, el Gobierno Petro ha sido un validador de la dictadura de Maduro en Venezuela. Todo eso muestra un panorama muy complejo para Colombia, con una administración que va a darle un gran énfasis a la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. Es bastante probable que Colombia sea descertificada en la lucha contra el narcotráfico y eso pondrá en duda mucha asistencia económica a nuestro país.
SEMANA: Colombia siempre ha tenido una relación de amistad y cooperación con Estados Unidos. El presidente Gustavo Petro ha sido abiertamente agresivo con Trump, ¿eso cómo impactará la relación de ambos países?
I.D.: Petro ha sido hostil con los Estados Unidos y con Trump también, pero además ha buscado relaciones cercanas con Rusia, Irán y también China, que son países con los cuales la próxima administración de los Estados Unidos va a tener relaciones más tensas. Pero creo que lo más grave son las más de 300.000 hectáreas de coca que tiene hoy Colombia, producto de las decisiones del Gobierno Petro.
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SEMANA: En términos de cooperación, ¿qué tanto recibe Colombia de Estados Unidos en la lucha contra las drogas y otros asuntos estratégicos?
I.D.: Colombia recibe recursos importantes de ayuda y está en el top 10 de mayores receptores en el mundo. Esa situación va a cambiar. Ya el respaldo bipartidista se ha dañado y la complicidad de Petro con el régimen cubano ha generado un gran rechazo de la comunidad cubanoamericana, que hoy tiene su mejor punto de influencia política en Estados Unidos. Se vienen recortes grandes para la ayuda a Colombia por el debilitamiento de la lucha contra el narcotráfico también.
SEMANA: ¿Esa cooperación está en riesgo con el cambio de Gobierno?
I.D.: No hay la menor duda.
SEMANA: ¿Cómo cree que verá el nuevo Gobierno de Estados Unidos la apuesta de paz total del Gobierno Petro, que implica tanta impunidad en delitos con impacto en ese país como el narcotráfico?
I.D.: La paz total es una fachada de impunidad y lavado de activos para grupos terroristas. Los gestores de paz designados y la alianza con muchos de ellos están enmarcados en lo que se conoce como el Pacto de La Picota. Todo lo que represente impunidad y concesiones al narcotráfico y el terrorismo será rechazado de manera categórica por Estados Unidos.
SEMANA: Debido al aumento histórico de los cultivos de coca y el potencial de producción anual de cocaína, ¿qué consecuencia podrá enfrentar Colombia bajo la nueva administración Trump?
I.D.: Como lo dije, es muy probable que Colombia sea descertificada. Petro acabó con la erradicación. La meta en 2024 fueron 10.000 hectáreas, la cifra más baja en décadas, y Colombia ya supera las 300.000 hectáreas sembradas. Cuando yo llegué a la presidencia, en 2018, la administración Trump iba a descertificar al Gobierno Santos. Logramos que eso no ocurriera en mi administración y definimos metas grandes después del crecimiento exponencial entre 2015 y 2018. Hoy el crecimiento de cultivos ilícitos es más alarmante que nunca, luego eso será la prioridad de la nueva administración norteamericana.
SEMANA: Usted es una persona que conoce profundamente a Estados Unidos. En aras de que los colombianos no paguen los platos rotos, ¿qué consejos le da al presidente Petro a la hora de relacionarse con el Gobierno Trump?
I.D.: No se trata de relacionamiento, se trata de acciones concretas. Petro tiene que luchar contra el narcotráfico y eso implica reducir el área sembrada, y eso es lo contrario a lo que Petro hace. Las incautaciones son importantes, pero con menos coca, porque de nada sirve sacar pecho por incautaciones si hay libertinaje en la siembra y producción. De otro lado, la permisividad con el terrorismo debe parar.
SEMANA: Hay una esperanza muy grande en que Estados Unidos pueda desempeñar un rol estratégico en la salida de Nicolás Maduro del poder. ¿Ve eso posible?
I.D.: Hoy la única salida a la dictadura de Maduro es una intervención humanitaria que implica el uso disuasivo de la fuerza para proteger de manera efectiva los derechos humanos y el restablecimiento del orden democrático. Eso será imposible sin Estados Unidos y requiere también de una amplia coalición y del apoyo de las Fuerzas Militares de Venezuela.
SEMANA: ¿Hoy es posible una intervención armada del tipo Irak con Sadam Huseín, o Panamá con Manuel Antonio Noriega?
I.D.: Hoy existen equipos, tecnologías y herramientas de presión y disuasión que no requieren del mismo tipo de acciones del pasado. Creo que Venezuela puede ser el lugar donde se pruebe que es posible una intervención humanitaria con mayor efectividad en el siglo XXI. El presidente legítimo, Edmundo González, debe pedir esa intervención a la comunidad internacional.
SEMANA: ¿La recompensa por Maduro y las sanciones económicas que ha impuesto Estados Unidos tienen implicaciones más allá de lo simbólico?
I.D.: Creo que estas decisiones también habilitan a terceros para contribuir en el fin de la dictadura y la judicialización de Maduro. También motivan a sectores de las Fuerzas Militares de Venezuela que han manifestado su interés en derrocar al dictador.
SEMANA: Usted ha sido líder en la acción que cursa para que Nicolás Maduro sea enjuiciado por la CPI. ¿Tiene esperanza en que este proceso funcione?
I.D.: Si la CPI no hace nada rápido con Maduro, estará sellando su defunción. Las evidencias son contundentes y los hechos ostensibles. La CPI está en deuda con la comunidad internacional; luego, espero que pronto venga una solicitud de arresto que valida aún más la intervención humanitaria.
SEMANA: Con guerras en Medio Oriente, Ucrania y tensiones en China-Taiwán, ¿Colombia será relevante para Trump?
I.D.: Creo que para el presidente Trump hay otros asuntos que son prioritarios, pero la llegada de Marco Rubio, Landau, Mike Waltz y Mauricio Claver muestra que Latinoamérica será una prioridad para la administración desde varios puntos de vista: una Latinoamérica sin dictadores, lucha frontal contra las drogas y la migración ilegal, y una agenda de nearshoring con países aliados. Quienes estén en contravía de estos postulados serán perdedores en la relación con Estados Unidos.
SEMANA: Muchas voces lo muestran a usted como una persona opcionada para ser el próximo secretario de la ONU, bajo la premisa de que le corresponde a un latinoamericano, ¿está en eso?
I.D.: Como ha ocurrido con varias posiciones internacionales, son rumores. Estoy dedicado a la Fundación I+D (Innovación para el Desarrollo), al Centro Iván Duque en el Woodrow Wilson Center, a mi agenda ambiental internacional como embajador del Campaign for Nature, a mis compromisos académicos en varias universidades y mis participaciones en espacios corporativos internacionales, al igual que en la coordinación del Grupo Libertad y Democracia. Aun así, quienes creemos en el multilateralismo debemos aportar ideas para que el multilateralismo se adapte a las características del siglo XXI, siendo ágil, efectivo, moderno y basado en resultados.