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El papa Francisco instó a los sacerdotes a no escandalizarse ante las discusiones y controversias moralistas
De igual forma, les pidió a los sacerdotes a ser humildes como Jesús.
El papa Francisco instó durante la misa de Jueves Santo a los sacerdotes a no escandalizarse ante las discusiones y controversias moralistas, leguleyas y clericales.
“Nosotros no nos escandalizamos porque no se escandalizó Jesús al tener que sanar enfermos y liberar prisioneros en medio de las discusiones y controversias moralistas, leguleyas, clericales que se suscitaban cada vez que hacía el bien”, comentó.
Agregó: “Nosotros no nos escandalizamos porque no se escandalizó Jesús al tener que dar la vista a los ciegos en medio de gente que cerraba los ojos para no ver o miraba para otro lado”.
“Nosotros no nos escandalizamos porque no se escandalizó Jesús de que su proclamación del año de gracia del Señor —un año que es la historia entera— haya provocado un escándalo público en lo que hoy ocuparía apenas la tercera página de un diario de provincia”, insistió.
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De igual forma, les pidió a los sacerdotes a ser humildes como Jesús y señaló que estos renovaron sus promesas sacerdotales junto al sucesor de Pedro, el cual es un rito propio de la misa de Jueves Santo.
“¿Queridos hijos y hermanos, en la conmemoración anual del día en que Cristo comunicó su sacerdocio a los apóstoles quieren renovar las promesas hechas una vez ante su obispo y al pueblo santo de Dios?, le preguntó el papa Francisco a los sacerdotes, a los que estos respondieron: “Sí quiero”.
Posterior, el papa ofreció bendiciones a los sacerdotes para que sean fieles ministros de Cristo, pero pidió que oraran por él para que cada día se convierta en imagen de Cristo, buen pastor, maestro y servidor de todos.
Igualmente, durante la eucaristía el pontífice dijo: “Abrazar la cruz con Jesús y como él, desde antes de salir a predicar, nos permite discernir y rechazar el veneno del escándalo con que el demonio nos querrá envenenar cuando inesperadamente sobrevenga una cruz en nuestra vida”.
Asimismo, señaló que Dios nos da siempre lo que pedimos, pero lo hace a su modo divino.
También añadió que la palabra de Jesús tiene el poder de sacar a la luz lo que cada uno tiene en su corazón, que suele estar mezclado, como el trigo y la cizaña, y esto provoca lucha espiritual.
“El anuncio del Evangelio siempre está ligado al abrazo de alguna Cruz concreta. La luz mansa de la palabra genera claridad en los corazones bien dispuestos y confusión y rechazo en los que no lo están. Esto lo vemos constantemente en el Evangelio”, dijo el pontífice.
Además, el papa recordó: “El cristiano nunca está solo, si cree en la eucaristía. Dios se ha acercado tanto a nosotros que nunca debemos sentirnos abandonados, porque siempre somos buscados por él, amados e invitados a obtener, mediante el arrepentimiento y el sacramento de la reconciliación, la alegría de su perdón y a iniciar una renovación espiritual con un corazón más abierto a Dios y a todos nuestros hermanos”.
Durante la misa de Jueves Santo, el papa no realizó el tradicional lavado de pies por las medidas sanitarias para contener la pandemia del coronavirus.
Viernes Santo
De acuerdo con la tradición católica, el Viernes Santo hace parte del Triduo Pascual, fecha en las que se recuerda la pasión y la muerte de Jesús de Nazaret en la cruz, tal como relata la biblia.
La celebración de la Semana Mayor entre los cristianos se realiza dependiendo, en principio, de la primera luna llena que ocurre en el equinoccio de primavera en el hemisferio norte, por lo cual la fecha cambia cada año, aunque normalmente se desarrolla entre los meses de marzo y abril.
“La cruz de Jesús es la cátedra silenciosa de Dios. Miremos cada día sus llagas. En esos agujeros reconocemos nuestro vacío, nuestras faltas, las heridas del pecado. Sus llagas están abiertas por nosotros y en esas heridas hemos sido sanados”, dijo el papa a través de su cuenta de Twitter.
Además, añadió: “La cruz de Cristo expresa amor, servicio, entrega sin reservas: es verdaderamente el “árbol de la vida”, de la vida sobreabundante”.
La cruz de Jesús es la cátedra silenciosa de Dios. Miremos cada día sus llagas. En esos agujeros reconocemos nuestro vacío, nuestras faltas, las heridas del pecado. Sus llagas están abiertas por nosotros y en esas heridas hemos sido sanados. #ViernesSanto
— Papa Francisco (@Pontifex_es) April 2, 2021