Estados Unidos

Donald Trump saca chispas en el mundo con su guerra de aranceles: exministro explica por qué el escenario es “desastroso”

El exministro de Comercio Luis Guillermo Plata explica qué significa que el mundo esté ad portas de una guerra comercial y cuáles son los efectos “desastrosos” que podrían venir.

Cristina Castro

Cristina Castro

Editora General

15 de marzo de 2025, 2:57 a. m.
Luis Guillermo Plata. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA PARDO

SEMANA: ¿Qué significa la guerra arancelaria de la que tanto se habla?

Luis Guillermo Plata: Una guerra de aranceles surge como respuesta a un país que aumenta sus aranceles, o impuestos a las importaciones, sin considerar las reglas acordadas para el normal funcionamiento del comercio internacional. Esa decisión unilateral tiende a generar retaliaciones de los países afectados, adoptando medidas similares.

SEMANA: ¿Y estamos en eso?

L.P.: Estamos al borde de ella. A nivel global, las medidas proteccionistas se vienen incrementando en los últimos años, con el despertar de los sentimientos nacionalistas generado por el resurgimiento de movimientos populistas. Desafortunadamente, la probabilidad de una guerra abierta se incrementó con las decisiones del presidente Trump. Por ahora, Trump ha mostrado los dientes y está usando los aranceles como amenaza para forzar a los socios a la contención de la migración ilegal y a frenar el comercio ilegal de drogas. Hasta la fecha, los únicos aranceles que se mantienen son los del aluminio y el acero, y los aplicados a las importaciones de China. El riesgo de entrar en una guerra comercial depende de cuáles sean las reacciones. Por ahora, veo riesgos crecientes, pero creo que la cordura no se ha perdido del todo.

La guerra de aranceles está a la orden del día. | Foto: tanaonte - stock.adobe.com/AP

SEMANA: ¿Qué significa para el mundo una guerra comercial?

L.P.: Significa un gran riesgo y efectos desastrosos. Se puede iniciar una escalada de aumentos de aranceles en la que cada retaliación sea incremental. Eso podría llevar a un escenario absurdo de parálisis del comercio internacional. Eso acarrearía graves crisis económicas. Hoy en día, las cadenas de valor son integradas, lo que significa que incluso un producto Made in USA tiene una parte muy importante de componentes y materias primas importadas. Un aumento de aranceles hace que ese mismo producto, que tiene componentes importados, sea más caro para el consumidor local y además pierda competitividad en los mercados externos. La fragmentación de la producción y la dependencia de la sincronización de las cadenas globales de valor hacen muy sensible la producción de muchos bienes a cualquier alteración. La experiencia de la Gran Depresión mostró que la guerra proteccionista agudizó los problemas de la crisis y demoró la salida de ella. Las características de la globalización reciente hacen que los daños puedan ser mucho mayores. En síntesis, sería un pierde-pierde, para ponerlo en términos de la teoría de juegos. Como toda guerra, el balance sería negativo y no habría ganadores, solo perdedores.

CLAUDIA SHEINBAUMPresidenta de México
Claudia Sheinbaum, presidenta de México. | Foto: AP

SEMANA: Donald Trump les ha prometido a los estadounidenses que van a ser más ricos. ¿Van por este camino?

L.P.: Al contrario, van por el camino equivocado. Estudios del propio Gobierno norteamericano advierten que los efectos serían negativos para el país. La United States International Trade Commission (USITC) publicó en 2023 un estudio sobre los impactos del aumento de los aranceles del acero y el aluminio en la primera administración Trump. En esa evaluación se comenta que hubo un pequeño incremento en la producción de acero y de aluminio; pero los precios de importaciones y producción nacional se incrementaron en 2,4 y 1,6 por ciento, respectivamente. Además, hubo efectos negativos en las industrias transformadoras de estos productos, cuya producción disminuyó en 2021 en cerca de 3.480 millones de dólares.

SEMANA: Muchos dicen que con estas medidas subirá la inflación...

L.P.: Es muy probable que eso ocurra; los economistas afirman que los efectos inflacionarios pueden darse, al menos, por tres vías: 1) El efecto de los mayores aranceles que conlleva un aumento en los precios de los productos, pues al final del día los aranceles los pagan los consumidores. Basta con ir a Walmart y ver la cantidad de productos importados que aumentarían de precio. 2) Hacer posible la supervivencia de industrias ineficientes, pero que un arancel alto las mantiene artificialmente con vida. 3) Desviación de comercio hacia productores menos eficientes de países sin arancel.

DONALD TRUMPPresidente de Estados Unidos
Donald Trump, presidente de Estados Unidos. | Foto: AP

SEMANA: ¿Cómo son los antagonistas de esta guerra con Trump? Comenzando por China, donde usted vivió.

L.P.: China es una potencia económica emergente, que representa para Trump el principal enemigo, no solo por la pérdida de empleos estadounidenses, sino por los presuntos robos de propiedad intelectual. Además, está la guerra tecnológica, en la que Estados Unidos se rezagó, y Trump quiere cerrar esa brecha.

SEMANA: ¿Y México?

L.P.: Hoy en día es el principal socio comercial de Estados Unidos. Numerosas empresas se han ubicado allí para aprovechar las ventajas del TLC. Trump pretende perseguir a las empresas chinas instaladas allá, lo cual puede impactarlo negativamente. México está en la mira de Trump por la inmigración ilegal y las drogas ilícitas.

SEMANA: ¿Canadá?

L.P.: El tema más sensible es el del acero y el aluminio, puesto que es el principal proveedor de las importaciones que hace Estados Unidos. Por su parte, Canadá ha amenazado con aumentar los precios de la energía eléctrica que vende a los estados del noreste de Estados Unidos, lo cual sería devastador. También está el problema del fentanilo. Por último, está la ilusoria aspiración de Trump a convertir a Canadá en un estado más de Estados Unidos.

MARK CARNEYPrimer ministro de Canadá
Mark Carney, primer ministro de Canadá. | Foto: AP

SEMANA: ¿La Unión Europea?

L.P.: La Unión Europea es un socio económico importante desde el punto de vista geoestratégico. Trump ha decidido romper esa tradición, amenazando con su retiro de la Otan y anunciando que los europeos deben ser los únicos responsables de su propia seguridad. Esto aumenta los riesgos frente a Rusia, especialmente cuando numerosos analistas hacen un paralelo entre la situación actual y la preliminar a la Segunda Guerra Mundial. Sin duda, para Estados Unidos las consecuencias de entrar en una guerra arancelaria en simultánea con todos estos actores serían desastrosas.

SEMANA: ¿Hay algún riesgo de echar para atrás la globalización?

L.P.: Históricamente, se ha comprobado que la globalización puede retroceder por tiempos y lo más probable es que hoy estemos en ese camino. Los aranceles se están manejando sin respetar los acuerdos de la OMC; los TLC se ignoran; se tiende a establecer bloques comerciales proteccionistas con el friendshoring; hay un resurgir de políticas industriales proteccionistas; y la inmigración está siendo perseguida en el mundo en desarrollo. Estamos en un mundo en transición, pero todavía no sabemos para dónde.

SEMANA: ¿Se acaba la OMC?

L.P.: La OMC ha perdido relevancia, como la mayoría de las instituciones multilaterales, pero esto no implica que vaya a desaparecer.

SEMANA: ¿Se acaban los TLC?

L.P.: Ese es un riesgo. Pero está en las manos de los líderes nacionales el evitar que eso ocurra. La Unión Europea ha reaccionado a Trump fortaleciendo la integración. Es un ejemplo a seguir. En Colombia, en lugar de andar pensando en el espacio sideral, el presidente debería estar liderando el fortalecimiento de los estancados procesos de integración económica en América Latina para explorar y aprovechar las ventajas de ese nuevo escenario global.

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