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Hambre en el mundo podría duplicarse en los próximos meses

La Coalición para la Alimentación y el Uso del Suelo ha advertido que la restricciones establecidas por los gobiernos para evitar el contagio del coronavirus podrían comprometer la seguridad alimentaria global. Piden a líderes mundiales acciones inmediatas.

12 de abril de 2020
Los campesinos deben ser tratados como proveedores de servicios esenciales, así como los médicos, selaña FOLU. Foto: archivo/Semana.

Antes de que comenzará la pandemia mundial por la covid-19, en el mundo habían 821 millones de personas que padecían hambre, según el informe denominadoEl estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2018 realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

Esta cifra, según la Coalición para la Alimentación y el Uso del Suelo (FOLU, por sus siglas en inglés), podría aumentar drásticamente como consecuencia de que la oferta alimentaria podría verse interrumpida debido a las medidas implementadas por los gobiernos para controlar la propagación del coronavirus.  

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Ante ese panorama, los integrantes de esa coalición (empresas, asociaciones de productores, industria, organizaciones no gubernamentales y academia) realizaron una carta dirigida a los líderes sociales para que diseñaran medidas de respuesta frente al virus que minimicen los riesgos de comprometer la seguridad alimentaria global y regional en los próximos meses. 


FOLU hace un llamado a los gobiernos a adquirir semillas más resistentes. Foto: archivo/Semana. 

En la misiva, firmada por 50 personas, se les solicita a los gobernantes actuar en tres áreas claves. La primera es mantener el flujo del abastecimiento de alimentos en todo el mundo, pues aseguran que las disrupciones de transporte y trabajo ya están empezando a impactar la seguridad alimentaria en muchos lugares y los precios de los alimentos en otros.

"Algunos países con excedente de alimentos ya han impuesto restricciones a las exportaciones. Nuevas reglas restrictivas en puertos de entrada y fronteras impiden el libre flujo de los productos alimenticios y comprometen la oferta oportuna de insumos agrícolas esenciales. Las restricciones en el desplazamiento de personas – si bien necesarias para propósitos de salud pública – ponen en riesgo la disponibilidad de mano de obra en las fincas en momentos claves en el ciclo agrícola", señala la coalición. 

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FOLU sostiene que el riesgo de enfrentar importantes interrupciones en el abastecimiento de alimentos durante los próximos meses está creciendo, especialmente para los países de bajos ingresos que son importadores netos de alimentos, muchos de los cuales se encuentran en África subsahariana.

"Los gobiernos, las instituciones internacionales e importantes organizaciones privadas necesitan actuar ya. Los principales países exportadores de alimentos deben dejar claro que continuarán abasteciendo completamente los mercados y clientes internacionales, mientras que los países importadores deben cumplir también su parte manteniendo abiertos los puertos y las fronteras, asegurando la continuidad en la implementación de provisiones apropiadas de inocuidad alimentaria. No podría haber un momento más importante para mantener abiertos y predecibles los flujos comerciales", recalcaron. 


El llamado es a tratar a los agricultores como proveedores de un sector esencial, así como loas trabajadores de la salud. Foto: archivo/Semana. 

La coalición urgió, además, a todos los gobiernos a invertir en la producción alimentaria local, tratando a los agricultores, proveedores de insumos agrícolas, trabajadores de las fincas, procesadores y distribuidores de alimentos como parte de un sector esencial, así como lo son trabajadores de la salud pública. También instó a los mandatarios a asegurar que los recursos financieros públicos y privados continúen fluyendo hasta la puerta de la finca, y a los bancos a extender créditos de intereses bajos a la comunidad agrícola y a lo largo de la cadena de valor de los alimentos durante toda esta crisis.

La segunda área clave consiste en escalar el apoyo a los más vulnerables debido a que por cuenta de medidas como el confinamiento, se viene registrando una dramática caída en los ingresos de los hogares, que les impide tener recursos para adquirir de alimentos. La coalición teme, de hecho, que debido a esta situación en los próximos meses se disparen los problemas de malnutrición y desarrollo físico y cognitivo en la población infantil.

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"A nivel nacional, los gobiernos con la ayuda de los sectores privado y filantrópico, deben fortalecer y expandir sus programas alimentarios focalizados y las redes de seguridad de los ingresos para la protección social, vinculándolos a alimentos que promuevan la salud y la producción sostenible. Entre tanto, la comunidad internacional (agencias multilaterales como bilaterales), deben movilizar recursos significativos adicionales de vía rápida para apoyar a los países de bajos ingresos para asegurar que puedan producir o importar los alimentos que necesitan", explicaron. 


La coalición le solicitó a los gobiernos permitir la importanción y exportación de insumos para poder cultivar. Foto: archivo/Semana. 

La tercer y última área clave se basa en sembrar las semillas para una mayor resiliencia o capacidad para adaptarse positivamente a las situaciones adversas. El reporte Creciendo Mejor (Growing Better), realizado por la Coalición para la Alimentación y Uso del Suelo (FOLU), destaca los masivos beneficios sociales, económicos y ambientales que surgirían al transformar los sistemas alimentarios y de uso del suelo en todo el planeta.

"El sistema alimentario en la actualidad es frágil, debido a una falta crónica de inversión, el agotamiento excesivo de los recursos naturales y una mala adjudicación parcial de más de $700 mil millones de dólares de medidas de apoyo anuales. No hay una solución de corto plazo para estos retos, pero podemos aprovechar la oportunidad para recuperarnos de una contundente y mejor manera que antes", señala FOLU. 

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Para tal fin, la coalición propone que, a nivel nacional, los gobiernos aseguren que los sectores de alimentos y uso del suelo reciban una financiación adecuada con capital de largo plazo e incentivos que recompensen el suministro de alimentos nutritivos y asequibles.


Garantizar el acceso a la seguridad social de los campesinos es otra de las peticiones que relizó FOLU a los mandatarios. Foto: archivo/Semana. 

Las inversiones, según esta organización, deben enfocarse en aumentar la resiliencia y la diversidad de las cadenas de suministro de alimentos, evitantando desperdicios y pérdida de alimentos, a partir del diseño de sistemas alimentarios regionales. Adicionalmente, brindando protección social vital que incluya servicios gratuitos de salud y apoyo en los ingresos, al igual que acelerando una mayor digitalización y transparencia en la cadena de valor, y reconstruyendo el capital natural.

La comunidad internacional necesita, entre tanto, asegurar flujos robustos de capital y tecnología para los países en desarrollo, ayudándolos a fortalecer sus sistemas alimentarios locales, mejorar la prosperidad rural, preservar su capital natural irreemplazable y cumplir los estándares necesarios para acceder a los mercados globales.

Para la coalición lograr que el sistema alimentario funcione bien es central para una recuperación resiliente en todo el mundo, creando el potencial para millones de nuevos empleos, menos hambre, mayor seguridad alimentaria y un mejor manejo de los recursos naturales esenciales: el suelo, el agua, los bosques y los océanos.