Guillermo Valencia Columna Semana

Opinión

¿Qué pasaría si existiera un principio simple y fundamental?

¿Qué pasaría si existiera un principio simple y fundamental que pudiera guiarnos a través de la complejidad de la vida, los mercados e incluso nuestro propio desarrollo personal?

Guillermo Valencia
16 de octubre de 2024

Un principio que la propia naturaleza sigue, uno que nos puede ayudar a navegar la incertidumbre con claridad y eficiencia. Este principio existe en la física, se llama el principio de la mínima acción, y sus lecciones van más allá de la ciencia. Al enfocarnos en este principio, podemos entender mejor el mundo que nos rodea, los mercados que moldean las economías e incluso cómo crecemos como individuos.

Física: la eficiencia natural del Universo

En el mundo natural, todo sigue el camino de menor resistencia. En el centro de esta idea se encuentra el principio de la mínima acción, donde la naturaleza encuentra el camino más eficiente al minimizar la diferencia entre la energía cinética y la energía potencial. Matemáticamente, esto se expresa a través del Lagrangiano:S = ∫ L dtDonde el Lagrangiano L se define como la diferencia entre la energía cinética T y la energía potencial V de un sistema:L = T - VEste principio es universal: ya sea que hablemos de partículas subatómicas o del movimiento de planetas, la naturaleza sigue este camino de mínima acción minimizando la diferencia entre la energía potencial y cinética.

El movimiento parabólico de una bala de cañón

Consideremos el disparo de una bala de cañón al aire. La trayectoria que sigue, una parábola, no es aleatoria. Esta trayectoria está determinada por el campo gravitacional y la energía potencial en cualquier altura. La energía potencial de la bala de cañón se describe como:U = mghDonde U es la energía potencial, m es la masa de la bala de cañón, g es la aceleración gravitacional, y h es la altura. El movimiento de la bala minimiza la diferencia entre su energía cinética y su energía potencial gravitacional a medida que sube y baja.El principio de la mínima acción asegura que la bala de cañón siga el camino más eficiente—su trayectoria parabólica—donde la interacción entre la gravedad y el movimiento de la bala lleva a la mínima acción posible.

Mecánica cuántica: la influencia de los campos eléctricos y magnéticos en un rayo láser

En el mundo cuántico, este principio de mínima acción sigue aplicándose, pero ahora son los campos eléctricos y magnéticos los que dan forma al comportamiento de partículas como los electrones. Consideremos un rayo láser, donde el movimiento de los electrones es crucial para cómo se genera y dirige la luz. Así como la gravedad da forma a la trayectoria de una bala de cañón, el campo eléctrico da forma a la energía potencial de los electrones en el láser. La energía potencial de un electrón en un campo eléctrico se describe por:U = qVDonde U es la energía potencial del electrón, q es su carga, y V es la diferencia de potencial eléctrico. Esta ecuación describe cómo el campo eléctrico determina la energía potencial de la partícula, de la misma manera que la gravedad afecta la energía potencial de la bala de cañón.

Conclusión: un principio para guiarnos a través de la incertidumbre

El principio de la mínima acción es más que una ley científica: es una lente a través de la cual podemos entender nuestro mundo, nuestros mercados y a nosotros mismos. En tiempos de incertidumbre, cuando todo parece caótico, este principio nos ofrece claridad. Nos muestra que siempre hay un camino de menor resistencia, una forma de avanzar que maximiza la eficiencia y minimiza la fricción.Si abrazamos este principio, no solo sobreviviremos a la incertidumbre, sino que prosperaremos en ella. Porque cuando nos enfocamos en lo que realmente importa, cuando dejamos de lado la complejidad innecesaria y los conflictos impulsados por el ego, encontramos el camino hacia adelante. Y ese camino siempre nos llevará al progreso, al crecimiento y a la realización.

Gracias por leer.