TRABAJO

Proyecto de Uribe para reducir jornada laboral fue aprobado en el Senado: estos son los detalles

La iniciativa busca que el tiempo de trabajo semanal se reduzca a 40 horas. A pesar de su aval, el Gobierno y los empresarios rechazan el articulado. Le restan dos debates para convertirse en ley.

4 de diciembre de 2020
Según los ponentes del proyecto, la reducción de la jornada laboral no afectará salarios. Opositores dicen que no reactivará la economía, ni generará más empleos | Foto: Ministerio de Vivienda

El Congreso dio un nuevo paso en el camino por reformar la jornada laboral colombiana, propuesta que nació del expresidente Álvaro Uribe, cuando aún hacía parte del Legislativo.

Este viernes, la plenaria del Senado aprobó el proyecto de ley con el cual se reduciría la jornada de trabajo de los colombianos. Esta pasaría de 48 a 40 horas semanales, una cifra menor a la que propuso inicialmente Uribe, que propuso que fueran 45.

A pesar de lo anterior, la Cámara Alta le dio su visto bueno a que el tiempo laboral de los ciudadanos fuera aún menor, teniendo en cuenta estándares internacionales.

De acuerdo con Honorio Henríquez, senador del Centro Democrático, en promedio, en el país se trabaja más tiempo que en otras naciones de la región y del mundo. “Hay una necesidad para que los trabajadores ayuden en los trámites de estudios y demás actividades de sus hijos, y que tengan tiempo para descansar, aprender nuevas habilidades, estudiar, etc.”, aseguró.

En concepto del congresista, las disposiciones incluidas en la norma no implican disminuciones en los salarios de los trabajadores y se verán traducidas en mayor productividad.

En medio de la discusión, la senadora Aída Avella solicitó que se incluyera un artículo para hacerle frente a la tercerización en el país. No obstante, los ponentes rechazaron incluirlo en el proyecto, pues no iría en la unidad de materia de la iniciativa y podría ponerla en jaque ante su control constitucional.

Detalles del proyecto

De acuerdo con la norma aprobada por el Senado -que ahora hará su tránsito a la Cámara de Representantes-, las 40 horas semanales de trabajo podrán ser distribuidas en 5 o 6 días, según acuerdo entre patronos y trabajadores.

En todo caso, se garantiza un día de descanso a la semana y el número de horas laboradas diariamente podrá distribuirse de manera variable. Eso sí, habrá un tope de 9 horas.

El senador John Milton Rodríguez incluyó un artículo para que en la jornada laboral reducida se cuenten las horas laboradas física y virtualmente. | Foto: Conexión Congreso

A pesar de lo anterior, se dejan algunas salvedades para los siguientes casos:

  1. En labores insalubres o peligrosas, el Gobierno puede ordenar la reducción mayor de la jornada laboral.
  2. Empleador y trabajador pueden acordar -temporal y permanentemente- la organización de turnos de trabajo sucesivos, siempre y cuando no exceda de 6 horas al día y 35 a la semana. En estos casos no se pagarán recargos nocturnos, in dominicales o festivos, pero sí se reconocerá el salario de una jornada ordinaria.
  3. Para los adolescentes habilitados para trabajar habrá dos condiciones: los que tienen entre 15 y 17 años solo podrán hacerlo en jornada diurna máxima de seis horas diarias y 30 semanales, y su horario no podrá ir más allá de las 6 p.m. Para los que tienen 17 años, los tiempos máximos de trabajo serán ocho horas diarias y 40 a la semana, sumado a que solo podrán hacerlo hasta las 8 p.m.
  4. Un trabajador no podrá ser contratado para la ejecución de dos turnos en el mismo día, salvo en labores de supervisión, dirección, confianza o manejo.

De acuerdo con la ponencia aprobada, la reducción de la jornada laboral se hará de manera escalonada. Así las cosas, cuando entre en vigencia, las horas máximas de trabajo semanales serán 45; a partir del segundo año, bajarán a 42 y a partir del tercero, serán de 40.

Si un empleador desea hacerlo, puede reducir instantáneamente el tiempo laboral a 40 horas una vez comience a regir la ley.

En un concepto enviado al Congreso, el viceministro de Hacienda, Juan Pablo Zárate, dice que la medida afectaría al empleo y le daría un golpe a la economía, que está en plena recuperación. | Foto: Cortesía Banco de la República

En cualquiera de los casos, se dejó claro que el contratante debe respetar todas las normas y principios que protegen al trabajador. “La disminución de la jornada de trabajo no reduce la remuneración, ni el salario, ni el valor de la hora ordinaria de trabajo, ni exonera de obligaciones en favor de los trabajadores”, dice el articulado.

Vale señalar que en las 40 horas semanales se considerará el tiempo laborado, tanto de manera física como virtual. Esta fue una proposición del senador Jhon Milton Rodríguez, que busca considerar a los millones de colombianos que hoy trabajan de forma remota.

Rechazo del Gobierno y empresarios

La aprobación de este proyecto en el Senado no implica que ya esté listo para ser sancionado. Para lograrlo tendrá que surtir otros dos debates en la Cámara de Representantes y hacerle frente al rechazo de los empresarios y el Gobierno.

El presidente de la Andi, Bruce Mac Master, se opuso a la iniciativa, través de su cuenta de Twitter. Allí escribió que la iniciativa “no contribuye al restablecimiento y generación de nuevo empleo, todo lo contrario”.

Por su parte, el propio Ejecutivo ha señalado que la iniciativa no es de su gusto. En un concepto enviado al Congreso, el viceministro de Hacienda, Juan Pablo Zárate, presenta diversos argumentos por lo cual esta sería una mala idea para la economía.

Reducir las horas de trabajo a la semana desaceleraría la producción del país, por lo que la DGPM (Dirección General de Política Macroeconómica) presenta concepto desfavorable frente a este punto”.

Además, dice que modificar la jornada de trabajo llevaría a que aumente el costo laboral, teniendo en cuenta que habría una necesidad de contratar más trabajadores, “lo cual incrementaría el costo de la nómina en un contexto difícil para el desempleo. Lo anterior generaría un efecto negativo sobre el empleo”, agrega el funcionario.

Contra viento y marea, avanza la iniciativa. No obstante, lograr su aprobación plena no será tan fácil como parece.