Emotiva comunicación entre la torre de control y el avión que llevó a la Selección Argentina campeona del mundo

Desde Argentina, sigue dándose a conocer detalles del título mundial que le entregó la tercera Copa del Mundo a la selección albiceleste. Antes de finalizar el año se viralizó la conversación que tuvo la torre de control con la tripulación del vuelo de Aerolíneas Argentinas, donde viajaba cada uno de los miembros de la Escaloneta.

El piloto se reporta a la torre de control y de inmediato la mujer, controladora del aeropuerto bonaerense de Ezeiza, les da la bienvenida.

“Argentina 1-9-1-5 Buenos aires. ¡Muy buenas noches! Identificado. Les damos la bienvenida al espacio aéreo argentino y le agradecemos en nombre de EANA haber traído a nuestros campeones. Muchísimas gracias, y gracias por traer a estos grandes que han hecho latir nuestros corazones durante todas estas horas”, contestó la torre de control.

El piloto le agradece y le pide un permiso especial. “Bueno, muchas gracias. Estamos muy contentos por la recibida. Muy felices con la Copa en casa. ¿Hay alguna posibilidad de pasar por 9 de Julio, aeroparque a 9 de Julio, posterior Ricchieri?”, preguntó el comandante de la nave.

La mujer de la torre de control, presta a ayudarlos, les dijo: “Argentina 1-9-1-5, lo coordinamos. ¡Claro que sí!, respondió y agregó al instante.

“Tiene autorizado volar sobre la 9 de julio sobre posterior Ricchieri y venir con nosotros nuevamente”, puntualizó.

El avión con Messi y sus compañeros pasó sobre un mar de gente gaucha que celebraba hasta altas horas de la noche y primeros destellos de la madrugada el título obtenido a través de los penales en el estadio de Lusail en Doha.

La grabación sigue, pero esta vez con el aeroplano sobre la pista del Aeropuerto Internacional Ezeiza y una nueva voz al control de la torre.

“Argentina 1-9-1-5. ¡Bienvenidos campeones del mundo! Campeones del mundo, autorizados a aterrizar!”, dijo la operadora y agregó.

“Desde la torre de control de Ezeiza le queremos dar la bienvenida a la Argentina, a los campeones del mundo y a ustedes, querida tripulación, agradecerles por traerlos y nos gustaría que puedan transmitirle al seleccionado nacional lo orgulloso que estamos. Lo felices que nos hicieron, por todo lo que pusieron y por llevarnos a lo más alto. Por traernos la tercera Copa del Mundo. Muchas gracias a ellos. Muchísimas gracias. ¡Vamos, Argentina!”, termina la grabación que se hizo viral.

Tras el aterrizaje, las puertas del avión se abrieron y el primero en aparecer fue Lionel Messi con la copa, acompañando del técnico Lionel Scaloni y Claudio Fabián “Chiqui” Tapia, presidente de la AFA, Asociación del Fútbol Argentino. Luego la delegación descansó en los predios deportivos de la Federación y después iniciaron el recorrido hacia el obelisco, donde no lograron llegar por tierra, sino que nuevamente tuvieron que sobrevolar la zona, pero en helicóptero.

El resumen del accidentado festejo del campeón del mundo; Argentina vivió caos y alegría

Lionel Messi y la selección de Argentina, campeona del mundo, tuvieron que terminar su caravana de celebración el martes con un sobrevuelo en helicópteros sobre una Buenos Aires desbordada con más de 5 millones de hinchas, sin poder llegar al legendario Obelisco como estaba previsto.

La zona del Obelisco, en la avenida 9 de julio, tradicional lugar de celebración futbolística, se vio desbordada por millones de personas, lo que empujó a muchos aficionados a desplazarse hacia la cercana Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede de la Presidencia.

“Los Campeones del Mundo están sobrevolando todo el recorrido en helicópteros porque se hizo imposible seguir por tierra ante la explosión de alegría popular. Sigamos celebrando en paz y mostrándoles nuestro amor y admiración”, anunció Gabriela Cerruti, portavoz de la Presidencia, en su cuenta Twitter.

Entre 5 y 6 millones de personas se habían congregado a lo largo del recorrido, inicialmente diseñado sobre unos 70 km.

Hinchas llegaron de otras ciudades, tan lejanas como Bariloche, a cerca de 1.700 kilómetros de la capital, o de Rosario.