CONSTRUCCIÓN

Los centros comerciales, un segmento clave para el desarrollo de Colombia

El aumento en la edificación de estos ha tenido un impacto importante en el ramo de la construcción en el país. Son los que generan más empleo dentro del sector no residencial y seguirán creciendo a buen ritmo.

Sandra Forero Ramírez*
8 de noviembre de 2019
En el último año, 1.197 locales comerciales han iniciado su construcción en el país. | Foto: iStock

El desarrollo de proyectos de edificaciones destinados a las actividades comerciales ha sido importante para el crecimiento del sector constuctor en el país. Hoy, los centros y áreas comerciales representan el 25 por ciento del total de la construcción de los proyectos no residenciales y son grandes fuentes de valor agregado y de generación de empleo para esta industria.

Vale la pena recordar que por cada 100 metros cuadrados de áreas comerciales edificadas se ocupan de manera directa 3,6 personas; es decir, se genera una ocupación tres veces mayor a la que brinda la construcción de otros segmentos no residenciales.

En la última década, los proyectos de construcción de comercio al por menor, la prestación de servicios personales y financieros, y las zonas de esparcimiento han sido cruciales para desarrollo de las ciudades. Según las cifras del Censo de Edificaciones del Dane, al cierre del primer semestre de 2019 Colombia tenía 1.950.000 metros cuadrados en construcción de este tipo de conglomerados. Esta cifra supera en 135 por ciento el promedio histórico de las últimas dos décadas.

Dicho balance muestra la importancia del sector. Los números son significativos: 1.197 locales comerciales iniciaron su construcción en el último año, y aunque esta cifra es menor a la registrada en 2016 (más de 2.000 edificaciones de esta naturaleza), evidencia que el crecimiento de las áreas comerciales es relevante en el desarrollo inmobiliario.

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Con el paso del tiempo estos espacios se han convertido en verdaderos complejos integrales. Su oferta de valor no se limita a los beneficios de la aglomeración comercial, también son lugares para el esparcimiento, la creación de tejido social y la dotación de zonas públicas con positivos efectos sobre el bienestar de sus visitantes.

Gracias a la evolución de la gestión inmobiliaria de los centros comerciales –a la competencia por generar mejores experiencias– se ha avanzado en la consolidación de un modelo. Los formatos pet friendly, la adopción de espacios verdes en las inmediaciones de los edificios comerciales, la mezcla de usos entre comercio, oficinas e incluso de unidades residenciales, y la escala adecuada para atender las necesidades de cada región, han marcado las tendencias en el desarrollo de estos espacios.

En los dos últimos años hubo un retroceso en el inicio de nuevos proyectos; desde el punto de vista estructural, la relación de GLA por habitante (Gross Leasable Area o superficie bruta alquilable) sigue siendo muy baja en Colombia: solo alcanza los 0,074 metros. En Chile, por ejemplo, tienen 0,177 metros cuadrados de GLA, cifra que supera en 58 por ciento la de nuestra Nación.

En ese contexto hay una gran oportunidad para seguir profundizando en el desarrollo de áreas comerciales en el país. Desde la orilla del mercado, recobrar la tendencia positiva en la construcción de estos proyectos dependerá de qué tan rápido se recupere nuestra economía y de la continuidad del desempeño que muestra el comercio nacional. Desde el enfoque urbano, el crecimiento dependerá de la necesidad de construir zonas con equilibrio inmobiliario entre destinos, actividades económicas y los requerimientos de la población. El objetivo debe ser el mismo, lograr que las áreas comerciales se consoliden como ecosistemas para el desarrollo económico y social de nuestras urbes.

*Presidenta ejecutiva de Camacol.