MEDELLÍN

Los 40 años del centro comercial Oviedo de Medellín

Tiene mucha historia. Ha sido remodelado cinco veces, recibe 35.000 visitantes cada día y celebrará sus cuatro décadas con la apertura de una nueva zona de comidas y un original espacio para los niños.

8 de noviembre de 2019
La manzana, ubicada en su ingreso principal, es el jardín tridimensional más grande de América Latina y ha sido por tradición la imagen del centro comercial. | Foto: Sebastián Morillo

Crear experiencias que sus visitantes recuerden siempre se ha convertido en el principal objetivo de los centros comerciales. Ya no basta con tener las mejores tiendas y las mejores marcas. Sí, las ventas siempre serán muy importantes, pero en el siglo XXI la fidelización de los clientes se lleva el tiquete dorado. Ese es uno de los grandes desafíos del negocio actual.

Y eso lo tienen muy en cuenta en el histórico centro comercial Oviedo de Medellín. “Cumplir 40 años prueba que somos un lugar muy importante en la ciudad. Aquí, millones de personas han encontrado el espacio ideal para divertirse, estar tranquilas, relacionarse con la naturaleza y solucionar todas sus necesidades; desde realizar compras, alguna transacción en el banco, hasta disfrutar de una amplia oferta gastronómica o visitar uno de nuestros cafés para cerrar negocios”, asegura Juan Esteban Pérez, su gerente.

Esta es una construcción con mucha historia. En 1979 la finca Oviedo se proyectaba como un centro comercial que cambiaría las vidas de los habitantes del barrio El Poblado, que para entonces quedaba en la periferia de la ciudad. Era un conjunto de locales con estacionamientos descubiertos, unos ubicados a lo largo de una vía, otros en una isla en el interior de la vía, y los restantes en una plazoleta cubierta. Así fue su primera etapa.

Durante estas cuatro décadas este conglomerado ha tenido cuatro ampliaciones importantes. La más reciente se realizó en 2015. Después de todas estas obras el centro comercial ocupa el territorio de una manzana (un cuadrante de cuatro cuadras), por eso desde hace nueve años su ícono es esta fruta representada en el jardín tridimensional más grande de América Latina que se encuentra en el acceso principal del centro comercial.

Oviedo se encuentra en el sector de la Milla de Oro de El Poblado, un importante distrito financiero, empresarial y de servicios de la capital antioqueña. Su ubicación es estratégica, lo rodean la avenida El Poblado, los Balsos y está cerca de rutas principales como la Avenida Las Vegas y la Avenida Regional.

Siempre fue pensado como un espacio sofisticado, tranquilo, glamuroso; y hoy busca consolidarse como un centro comercial, cultural y de desarrollo integral del ser humano. Para cumplir con este objetivo les ofrece a sus clientes experiencias complementarias a los establecimientos de comercio: eventos de diversión de gran formato, charlas sobre tendencias, clases de yoga y conciertos de la Orquesta Filarmónica de Medellín, entre otros. Así mismo, ha transformado sus espacios para atender las nuevas necesidades de sus visitantes. Por ello, creó zonas de coworking, de lectura, de muralismo, y amplió sus jardines y zonas de estar.

Los 40 años del centro comercial se celebrarán con la renovación de su plazoleta de comidas, donde se encuentra el emblemático árbol algarrobo, que ahora estará rodeado de nuevos jardines inspirados en los cenotes mexicanos. También se construirá un nuevo parque infantil, circundado por guaduas y bambúes e inspirado en la fauna y la flora colombianas. Allí los niños podrán desarrollar actividades lúdicas que reten sus mentes y su motricidad.

Oviedo tiene más de 2.000 empleados y recibe diariamente a 35.000 personas. Cada una de ellas tiene muchas historias que contar. “Este año celebramos cuatro décadas de historia. Nos llena de orgullo decir que Oviedo sigue siendo una marca vigente, que se transforma para ser más que un centro comercial. Somos la suma de momentos, esfuerzos, capacidades y personas que trabajan en conjunto para ofrecer las mejores experiencias”, concluye el gerente Juan Esteban Pérez.