CAPACITACIÓN

Los buenos resultados de la tecnificación de la minería en Antioquia

En 2016 la Gobernación del departamento, de la mano con el Sena, logró formar a más de 100.000 personas en esta materia. En 2017, 400.000 se inscribieron en diversos programas y cursos.

25 de julio de 2018
El programa no solo se dirige a los mineros, también involucra a las comunidades aledañas. / Se han abierto abierto 16 programas, de los cuales 11 se especializan en un solo sector y los otros cinco son multisectoriales. | Foto: Juan Pablo Gómez R.

Si no extraen el oro que hay en la tierra, desaprovechan una oportunidad económica. Pero si lo hacen de la manera equivocada, lo destruyen y acaban con él. A esta realidad se enfrentan todos los días quienes se dedican a la minería. Muchos de ellos han entendido que la solución no es abandonar esta actividad que, en muchos casos, sus familias han practicado durante décadas; la solución está en la adopción de buenas prácticas de exploración, de explotación y, finalmente, en un cierre responsable de la mina. Solo así el desarrollo llegará a las regiones que la naturaleza salpicó con este brillo dorado.

En sintonía con esta realidad, el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) y la Gobernación de Antioquia crearon un ciclo de minería donde lo primordial es la capacitación del talento humano. Para ello se promueven procesos de formación dirigidos a los mineros y programas de desarrollo económico enfocados en las comunidades aledañas a la actividad extractiva.

Juan Felipe Rendón, director regional del Sena en Antioquia, explica que ya se han abierto 16 programas, de los cuales 11 se especializan en un solo sector y los otros cinco son multisectoriales. Esto garantiza que los estudiantes salgan mejor preparados para el mercado laboral. En estos espacios se adecuaron salones de simulación con maquinaria pesada, salas de procesamiento y áreas para el trabajo de joyería. Así, el proceso no se queda solo en la extracción del oro, sino que trasciende a su transformación.

La meta es clara. Educar correctamente a la población para que se realice una minería responsable centrada en cuatro pilares: formación para el empleo, empleabilidad, emprendimiento e innovación. El Centro de Formación Minero Ambiental, en el municipio de El Bagre, es uno de los más destacados. Abrió sus puertas en 2014 con una cobertura de 1.100 personas y actualmente ya son 2.100 los inscritos en cursos técnicos y tecnólogos. Adicionalmente se implementaron programas complementarios a través de los cuales se beneficia a más de 12.000 antioqueños.

A estos centros se suma la campaña Cero Mercurio, por medio de la cual se han intervenido 14 plantas, en siete municipios, que utilizaban este metal para la extracción de oro. “Es la primera vez que surge una iniciativa gubernamental para esta problemática y esto permite avanzar en una minería bien hecha. Trabajamos para que la comunidad deje esas prácticas nocivas para el medioambiente y lograr que el proceso se vuelva cada vez más legal”, concluye Rendón.