Oración a la Virgen de Lourdes para pedir por la salud de los enfermos

Tener a un familiar, un amigo o a una persona cercana afrontando alguna enfermedad no es un proceso fácil de afrontar. Además de apoyar con compañía, aportes económicos, fortaleza y otras acciones, también es viable recurrir a la oración para poner en mano de los santos o los seres supremos en los que se crea, la sanación del paciente.

Orar es una herramienta poderosa a la que muchos acuden como una manera de brindar apoyo. Pedir que el tratamiento funcione, que los médicos reciban esa sabiduría para hacer su trabajo de la mejor manera, para que encuentren las razones de la enfermedad y para que ayuden a aliviar y calmar sus dolores, son algunos de los clamores.

En estos casos, como ocurre siempre, lo más importante es pedir con fe, convencido de que los ruegos ayudarán a salir victorioso de las adversidades. Las peticiones en muchas oportunidades están dirigidas a diferentes seres que se cree tienen el poder de ayudar en este propósito.

Uno de ellos es la Virgen de Lourdes, que es una de las advocaciones más conocidas de la Virgen María. Su historia comenzó el 11 de febrero de 1858 en Lourdes, Francia. Se dice que orarle a ella ayuda a lograr sanaciones no solo físicas, sino también espirituales y emocionales, y que muchos de los que han visitado su santuario han recibido beneficios gracias a la fe y la oración.

La Virgen de Lourdes se ha convertido en un símbolo de esperanza y consuelo para muchos católicos, y su imagen se ha reproducido en estatuas, pinturas y otros objetos religiosos. Esta es la oración para pedirle por la salud de los enfermos.

Oración a la Virgen de Lourdes para pedir sanación para los enfermos

¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra!

Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos,

acudimos en las horas amargas de la enfermedad a tu maternal corazón,

para pedirte que derrames a manos llenas

el tesoro de tu misericordia sobre nosotros.

Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuches,

Pero acuérdate que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a ti haya sido abandonado.

¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima!

Ya que Dios obra por tu mano curaciones sin cuento en la Gruta prodigiosa de Lourdes,

sanando tantas víctimas del dolor,

guarda también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo… (se dice el nombre).

Alcanzadle de vuestro Divino Hijo Jesucristo la deseada salud,

si ha de ser para mayor gloria de Dios. Pero mucho más alcanzadnos a todos el perdón de nuestros pecados,

paciencia y resignación en los sufrimientos y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro Dios,

prisionero por nosotros en los Sagrarios. Amén.

Virgen de Lourdes, rogad por nosotros.

Consuelo de los afligidos, rogad por nosotros.

Salud de los enfermos, rogad por nosotros.

Rezar tres Avemarías.