General retirado Eduardo Enrique Zapateiro.

Opinión

Ministro de Defensa, no mienta más y asuma

Todo lo que está ocurriendo es consecuencia de las cuestionables decisiones tomadas bajo su liderazgo, por lo que será usted quien deberá responder por el debilitamiento de la Fuerza Pública.

General en retiro del Ejército Nacional Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda
31 de enero de 2025

Durante mis dos años y seis meses como comandante del glorioso Ejército Nacional, les recalqué a todos los hombres y mujeres que le sirvieron a este país —bajo mi mando— que no se pueden negociar jamás los principios, los valores, la institución, el apellido, el honor, la dignidad, y ante cualquier vulneración de ellos: ¡hay que defenderlos con carácter! Consecuente con ello, no puedo pasar por alto la afirmación —porque que es totalmente falsa— del ministro Iván Velásquez en el Congreso de la República, cuando de manera vaga, y sin fundamento alguno, trató de justificar la declaración de conmoción interior mediante la expedición del Decreto 062 de 2025, diciendo que, durante los últimos 15 años, los gobiernos anteriores habían debilitado la Fuerza Pública. A continuación, destaco solo algunos de los aspectos en los que trabajamos durante el gobierno anterior y que dan cuenta del verdadero estado en que entregamos el Ejército al finalizar el cuatrienio; sabiendo que también hay varias cosas a destacar respecto a las otras armas, pero que no me corresponde pronunciarme sobre ellas.

En cuanto a capacidades:

  1. Se fortaleció la capacidad de movilidad y maniobra, con la recepción de 145 vehículos ASV-APC, suministrados por el Gobierno de Estados Unidos dentro del programa Excess Defense Articles.
  2. Se fortaleció la capacidad de protección para la defensa de la infraestructura crítica y tecnológica de la fuerza, con la modernización de la capacidad de ciberseguridad y ciberdefensa.
  3. Se fortaleció la capacidad de movilidad y maniobra para conducir operaciones militares, con el fin de defender la soberanía, independencia e integridad del territorio nacional y del orden constitucional, con la activación del comando Contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales (Conat), Comando Específico de Norte de Santander (Cenor), Comando Especial Estratégico del Ejército (COEEJ), Comando Específico del Cauca (Cecau), creación de la Brigada Liviana de Caballería (Blica).
  4. Se fortaleció la capacidad de protección, con los grupos antiexplosivos del Ejército Nacional Marte y Exde, con la conformación total de 923 equipos para capacidad de desminado militar.
  5. Se fortaleció la capacidad de protección, con la instalación de la primera fase del proyecto Centinela, seguridad de fronteras.

Ahora bien, los resultados del anterior gobierno demuestran, inequívocamente, que se mantuvo una inteligencia dominante y una dinámica operacional sostenida.

No se trató solo de la captura de alias Otoniel por parte de 12 soldados del Ejército; son muchos más y ellos están expuestos en el libro de mi autoría, El honor del deber cumplido: una vida construyendo país. Sea la oportunidad para enunciar algunos más, con el propósito de recordarles que nosotros les entregamos el país con una situación de orden público bajo control, pues —se reitera— teníamos el control territorial, incluyendo zonas que hoy, desafortunadamente, están en manos de la narcodelincuencia, como el Catatumbo, Cauca, Huila, Guainía y Putumayo. En desarrollo de operaciones militares, fueron neutralizados o capturados:

  • Walter Patricio Artízala Vernaza, alias Guacho, cabecilla del GAO-R E-2 Oliver Sinisterra, GAO residual (21-dic.-18).
  • Édgar Mesías Salgado Aragón, alias Rodrigo Cadete, cabecilla GAO-R E-62, GAO residual (02-feb.-19).
  • Arturo Ordóñez Riveros, alias Horacio, Ezequiel o Elefante Delegado, del Frente de Guerra Urbano Nacional, miembro Dinal GAO-ELN (01-mar.-19).
  • Arley Carvajal Martínez, alias Yesid o Coco, cabecilla del Frente José David Suárez, Frente de Guerra Oriental (14-mar.-19).
  • Mario López Córdoba, alias Negro Edward, cabecilla de la Comisión de Finanzas E-7 GAO residual (31-may.-19).
  • Giovanny Bello Olivero, alias Guacharaco, cabecilla del CP Héroes de Tarazá, GAO ELN (29-jun.-19).
  • Édgar Humberto Restrepo Benjumea, alias Mono Clinton, cabecilla principal del Frente de Guerra Urbano Nacional del ELN (01-ago.-19).
  • Luis Antonio Quinceno Sanjuan, cabecilla principal de Los Pelusos (26-sep.-19).
  • Reinaldo Peñaralda, alias Pepe, cabecilla principal GAO Los Pelusos (EPL) (27-ene.-19).
  • José Nencer Salgado Aragón, alias Chamo, cabecilla E-62 GAO residual (07-mar.-19).
  • Carlos Humberto Martínez, alias Diego Pura Sangre, cabecilla subestructura GAO residual E-62 (07-mar.-19).
  • N. N., alias Manuel o El paisa, cabecilla Frente José Antonio Galán, Frente de Guerra Darío Ramírez Castro, GAO-ELN (30-abr.-19).
  • Jesús Ruvier Delgado León, alias Armando Camarote, cabecilla Compañía Cinera Área Frontera, Frente de Guerra Nororiental, GAO-ELN (19-may.-19).
  • N. N., alias Mosquera, cabecilla subcomisión, GAO residual E-7 (31-may.-19).
  • Rogelio Bolívar Córdoba, alias Gildardo o Cucho, cabecilla coordinador E-7, 40,62 GAO residual (29-ago.-19).
  • José Nencer Salgado Aragón, alias Chamo, cabecilla E-62 GAO residual (07-mar.-19).
  • N. N., alias Manuel o El paisa, cabecilla Frente José Antonio Galán, Frente de Guerra Darío Ramírez Castro, GAO-ELN (30-abr.-19).
  • N. N., alias Mosquera, cabecilla subcomisión GAO residual E-7 (31-may.-19).
  • N. N., alias Alonso, cabecilla (e) Jaime Martínez GAO-residual (12-sep.-19).
  • Raúl Camacho Posada, alias Hugo, tercer cabecilla GAO Pelusos (EPL), cabecilla político, financiero y reclutador del GAO Los Pelusos (EPL).

Es de público conocimiento cómo las Fuerzas Militares han enfrentado numerosos enemigos, particularmente, el componente terrestre representado por el Ejército Nacional, que ha sido clave en el control de las fronteras patrias. A través de su intervención, se logró cerrar la frontera a los cabecillas de las estructuras criminales de las Farc, el ELN y otros grupos que habían tomado como retaguardia al vecino país de Venezuela, con la anuencia de su dictadura. Sin embargo, fue el actual gobierno el que abrió de par en par la frontera, permitiendo lo que hoy estamos viendo los colombianos con inmensa y justificada preocupación.

Las desacertadas decisiones del gobierno, bajo la dirección del Ministerio de Defensa, nos han llevado al caos que estamos viviendo hoy en todo el país. Todo esto era previsible y se podría haber evitado o, al menos, mitigado. No obstante, se optó por dejar crecer el problema, buscando justificar una conmoción interior que no se utilizaría para recuperar el orden público, sino para revivir una reforma tributaria que ya había sido rechazada por el Congreso.

Como si ello no fuera suficiente, el gobierno generó una crisis diplomática con uno de los aliados más importantes del país durante décadas. Como consecuencia, la ya mermada flota aérea de la Fuerza Pública ha dejado en tierra a los Black Hawk, afectando aún más nuestra capacidad para combatir las estructuras criminales. Es gravísimo para el país perder los recursos de cooperación, que no solo están destinados a fortalecer las capacidades de la fuerza, sino que también han sido esenciales para la implementación de programas sociales en territorios clave para la consolidación de la tan anhelada paz.

Nos encontramos ante una de las mayores tragedias que ha vivido el país en los últimos 30 años. No podemos permitir que el gobierno utilice esta tragedia para sembrar más odio y polarización. Tampoco podemos aceptar que desde Venezuela nos digan cómo manejar la crisis, cuando se sabe que han contribuido en gran parte al desastre que hoy vivimos en la región.

Por lo tanto, señor ministro, faltar a la verdad no es una opción válida, al igual que intentar justificar su falta de resultados atribuyendo lo que ocurre a los gobiernos anteriores. Esa es una estrategia vacía de contenido real y ya obsoleta.

Usted se encuentra al frente de esa cartera desde el 7 de agosto de 2022. Todo lo que está ocurriendo es consecuencia de las cuestionables decisiones tomadas bajo su liderazgo, por lo que será usted quien deberá responder por el debilitamiento de la Fuerza Pública, por la vida de los soldados que están enfrentando el conflicto y por la situación actual que vivimos los colombianos.

Desde mi posición como general en retiro, reitero mi compromiso con el país y me ofrezco como veedor del bienestar de los soldados, cuyo garante constitucional es el Gobierno nacional.

Noticias relacionadas