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Las frases que podrían revelar que su hijo está bien educado, según expertos en psicología

Una buena educación desde la infancia aumenta las probabilidades de formar un adulto responsable, cívico y solidario.

22 de enero de 2025, 11:13 p. m.
Las frases que podrían revelar que su hijo está bien educado, según expertos en psicología
La educación de los niños va más allá de las buenas calificaciones o los logros académicos. | Foto: Getty Images

La educación es un factor fundamental en el proceso de crianza de los niños y va más allá de las buenas calificaciones o los logros académicos, ya que también se ve reflejado en la manera en que interactúan con otras personas, las habilidades para resolver problemas y expresar su empatía en situaciones complejas.

Por eso se podría decir que es el reto más grande de un padre en el hogar, pues se trata de una combinación de valores, hábitos saludables y, por supuesto, el buen ejemplo de los adultos que forman parte de ese núcleo familiar.

En este sentido, desde el campo de la psicología, algunos expertos señalan que las palabras y frases que un niño utiliza pueden ser un indicador clave de su nivel de educación emocional y social, pero... ¿Qué frases suelen destacar?

Para resolver esta duda e identificar si se va por buen camino en la crianza de un hijo, diferentes estudios y expertos han analizado algunas de las frases más relevantes para confirmar que la educación que está tomando el menor es la adecuada.

Frases que demuestran que un hijo está bien educado

  • “Por favor” y “gracias”

Las bases de la cortesía que demuestran gratitud y buscan pedir algo de manera educada son signos fundamentales de una crianza enfocada en la empatía y el respeto. Según la psicóloga infantil Jeanette Sawyer Cohen, del Centro para el Desarrollo Infantil de Nueva York, enseñar a los niños estas palabras desde temprana edad no solo mejora sus relaciones interpersonales, sino que también refuerza la empatía y la conciencia social.

Las autoridades determinaron que la muerte del menor fue un accidente. (Imagen de referencia).
Palabras como "gracias", "lo siento" y "entiendo cómo te sientes" son indicadores de una crianza basada en el respeto, la empatía y la responsabilidad. | Foto: Getty Images
  • “Lo siento”

Reconocer errores y asumir responsabilidad refleja madurez emocional. De acuerdo con un artículo publicado en Psychology Today, enseñar a los niños a decir “lo siento” los ayuda a desarrollar una mayor conciencia sobre el impacto de sus acciones en los demás. Además, se trata de una práctica que fomenta la resolución de conflictos de manera constructiva. Investigaciones del Journal of Child Psychology and Psychiatry (2018) revelan que los niños que son alentados a reflexionar sobre sus errores muestran un desarrollo emocional más sólido y relaciones interpersonales más saludables.

  • “Entiendo cómo te sientes”

La capacidad de reconocer y validar las emociones de otros es un signo claro de inteligencia emocional. En este sentido, un estudio realizado por la Universidad de Yale (2020) demostró que la inteligencia emocional en la infancia está relacionada con un mejor desempeño académico y social, enfatizado en la importancia de enseñar a los niños a identificar y nombrar emociones, tanto propias como ajenas.

Las frases que podrían revelar que su hijo está bien educado, según expertos en psicología
Fomentar estas habilidades desde la infancia contribuye al desarrollo integral de los niños. | Foto: Getty Images
  • “No estoy de acuerdo, pero te respeto”

Enseñar a los niños a expresar desacuerdos de manera respetuosa es fundamental para contribuir al desarrollo de habilidades de comunicación efectiva y pensamiento crítico. De acuerdo con la psicóloga Deborah MacNamara, autora de Rest, Play, Grow, esta habilidad prepara a los niños para navegar en un mundo diverso, donde las opiniones pueden variar ampliamente.

  • “Me equivoqué”

La capacidad de reconocer errores propios es una muestra de responsabilidad y madurez. Por esta razón, los expertos coinciden en que los niños que pueden admitir equivocaciones tienen más probabilidades de aprender de sus experiencias y de establecer relaciones saludables basadas en la confianza.

Aunque la lista puede ser más amplia, lo importante es aprender a identificar cuáles son esos valores y habilidades que se desarrollan en el entorno familiar y social del menor.