Vida Moderna

Estos son los alimentos que “destruyen” la digestión

Mantener el equilibrio en el tipo de dieta que se lleve es la clave para evitar la aparición de fuertes problemas digestivos

Redacción Vida Moderna
3 de abril de 2024
Comida chatarra
Aprenda a reconocer cuáles son los alimentos que le cuesta más trabajo digerir | Foto: Getty Images

Por esta razón, es importante tener en cuenta que hay que balancear la alimentación que se ingiere, pues de nada sirve disfrutar en la mesa de un menú demasiado contundente, si después se van a sufrir de consecuencias negativas a nivel de digestión.

Existe una amplia variedad de alimentos que son ricos en potasio.
Nivelar los alimentos que se comen es la clave para que no caigan pesados al organismo | Foto: Getty Images

Cada persona es un mundo aparte a nivel de digestión

“Cada persona es un mundo y no a todos les cuesta lo mismo digerir determinados alimentos”, explica la nutricionista Fátima Branco, quien recuerda que mientras algunas personas tienen muchísimos problemas para digerir las verduras crudas, sobre todo por la noche, “otras pueden consumirlas sin ningún problema y no deberían dejar de hacerlo siempre que les sienten bien”.

Lo importante es tener en cuenta que cada persona es un mundo diferente a nivel de alimentación, por eso, hay que hacer un autoanálisis para detectar aquellas comidas que le hacen mal a su organismo o que usted demora más en digerir, para consumirlos de manera moderada y sobre todo, evitarlas en las noches.

De acuerdo al portal lavanguardia.com, hay 8 alimentos que hay que tener cuidado a la hora de consumir, pues suelen ser los causantes de sus desvelos.

  • Huevo

“En líneas generales, son los alimentos más grasos los que nos cuesta más digerir. En el caso del huevo, cuanto más cuajada esté la yema es peor, porque la grasa se concentra ahí y, por tanto, su digestión puede resultar complicada”, recuerda Branco.

El nivel de tolerancia al huevo depende de cada persona, así como hay individuos que pueden consumirlos a cualquier hora del día y por supuesto, disfrutan tranquilamente de los nutrientes que contiene, hay quienes solo pueden comerlos en las horas de la mañana, pues su organismo toma un buen tiempo en digerirlo.

Cubeta con huevos
El nivel de tolerancia al huevo depende de cada persona | Foto: Getty Images/iStockphoto
  • Fritos

Las frituras suelen ser especialmente difíciles de digerir, sobre todo si se consumen fuera de casa. En este sentido, Branco recomienda “tratar de no comer frituras en restaurantes, ya que en muchas ocasiones se emplean aceites que se han reutilizado varias veces alcanzando altas temperaturas y que producen acroleínas, que irritan la mucosa gástrica”, explica.

  • Mantequilla

La grasa se digiere y metaboliza en forma de triglicéridos y el estómago tarda más en digerirla que los carbohidratos o las proteínas. Por este motivo, la comida con un alto contenido en grasas provocan una sensación de saciedad más prolongada, pero también puede causar problemas digestivos.

  • Leche

“Para digerir correctamente la lactosa necesitamos lactasas, pero con la edad, estas enzimas van perdiendo actividad, lo que hace más difícil que el organismo la pueda asimilar.

Vaso de leche
La leche es un alimento que le aporta diversos nutrientes al organismo, pero con el tiempo puede resultar difícil de digerir | Foto: Getty Images
  • Lechuga

Tanto la lechuga como las endivias, escarolas y otras verduras que consumimos crudas favorecen la producción de gases, de manera que resultan muy difíciles de digerir rápidamente para algunas personas.

  • Carne roja

Al tener un mayor porcentaje de grasas que la carne blanca, la carne roja suele ser más difícil de digerir. Si es irremediable que la tenga que consumir en las horas de la noche, lo mejor es acompañarla con complementos ligeros.

  • Espinacas

Pese a que este tipo de verduras, por su contenido en fibra, hacen parte de una buena dieta balanceada, cuando se incorporan de manera repentina en la dieta pueden resultar pesados para la digestión.

Lo mejor es comenzar a incorporarlas de forma progresiva, para que el organismo se vaya acostumbrando a ellas.