Anorexia: estos son los síntomas a los que se les debe prestar atención

El Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría explica que los trastornos de conducta alimentaria se clasifican en: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracón; TCANE (Trastorno de Conducta Alimentaria No Especificado); PICA, trastorno por rumiación; trastorno por evitación - Restricción de alimentos y TCA-NE (TCA especificado, pero no cumple algunos de los criterios diagnósticos).

La Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB) de Cataluña explica que con el paso de los años, nuevos diagnósticos han sido integrados al listado, tales como: vigorexia, que es el ejercicio compulsivo combinado con dieta para fortalecer el músculo; ortorexia, una obsesión por la comida saludable; diabulimia, la omisión de la insulina para bajar de peso; adicción a la comida, la cual se consideraría como una adicción hacia algunos alimentos en concreto; y la obesidad.

En lo referente a la anorexia nerviosa, comúnmente conocida como anorexia, la asociación explica que este trastorno alimenticio se caracteriza por la restricción y reducción de la ingesta nutricional que provoca una pérdida significativa de peso. “La pérdida de peso puede venir dada por una restricción alimentaria acompañada de ejercicio físico intenso (AN restrictiva) o bien por autoprovocarse el vómito y abusando del uso de diuréticos o laxantes (AN Purgativa)”, señala.

El miedo intenso que experimentan algunas personas por ganar peso o convertirse en obeso es otra característica de este trastorno. Una tercera particularidad de la anorexia tiene que ver con la insatisfacción corporal, donde se suele presentar una alteración en la percepción del peso y la silueta corporal.

“La persona, a pesar de tener un índice de masa corporal bajo (inferior a 18,5 kg/m²), puede verse con grasa o con medidas desproporcionadas. A pesar de la pérdida de peso objetiva, las personas afectadas presentan un temor intenso de llegar a ser obesas. Hay una distorsión importante de la imagen corporal, con preocupación extrema por la dieta, figura y peso”, señala la organización española.

Agrega que en la insatisfacción corporal las personas suelen evitar la comida con acciones que compensan lo que ingieren, como la hiperactividad física desmesurada y algunas conductas de purga –vómito autoprovocado, abuso de laxantes, diuréticos y/o enemas–.

De acuerdo con la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia de Cataluña, esta enfermedad provoca un impacto negativo no solo en la persona que la padece, sino en su entorno familiar, social, laboral, académico y emocional. La sintomatología comienza a aparecer de forma progresiva, por lo que se debe estar alerta a cualquier signo o síntoma que haga sospechar de la presencia de esta enfermedad. “Una detección precoz es muy importante para hacer un buen diagnóstico y tratamiento”, afirma.

En palabras de la ACAB, estos son los síntomas a los que se les debe prestar atención:

• Restricción del aporte energético que lleva a un peso significativamente bajo, considerando edad, sexo, trayectoria evolutiva y salud física.
• Miedo intenso a ganar peso o convertirse en obeso, o conducta persistente que interfiere en la ganancia de peso (se podría diagnosticar también sin cumplir este criterio).

• Alteración de la percepción del peso y la silueta corporales, exageración de la importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.

La información de los expertos señala que hay dos subtipos que comprende la anorexia nerviosa: restrictivo y compulsivo/purgativo.

En el primero, la pérdida de peso se produce en especial por la dieta, el ayuno o el peso obsesivo. Además, cuando en los últimos tres meses la persona no ha recurrido a atracones o purgas.

Entre tanto, el compulsivo/purgativo se determina cuando la persona sí ha recurrido a las purgas en los últimos tres meses como el vómito autoprovocado o utilización incorrecta de laxantes, diuréticos o enemas.