Nuevos ídolos, por Esteban Duperly

Las sociedades necesitan fuentes de inspiración y líderes para imitar. Quizás una deficiencia de la nuestra sea precisamente eso: la ausencia de ídolos; de ídolos que valgan la pena. ¿A quién admirar en esta Colombia tan descuadernada?

Cuando los ciclistas campeones aparecieron en la década de los cincuenta, nuestros héroes hasta entonces habían sido los próceres, y estábamos hastiados de ellos. Por eso Ramón Hoyos y el Zipa Forero se convirtieron en lo que fueron. Pero hoy, cuando el espíritu de los tiempos llama por un mundo amplio, ¿a quién imitar?

Quien aparece sobre estas líneas es Haydée Eastman Calderón, abogada y defensora de los derechos civiles y políticos de las mujeres en Colombia. Fue la primera mujer graduada en Derecho de la Universidad de Antioquia, en 1947, año en que solo ocho mujeres egresaron de universidades. Haydée fue primero litigante y, más tarde, diputada de un departamento comandado solo por hombres. También participó en la fundación de la Organización Nacional Femenina y, además, fue columnista de prensa en diarios liberales. Escribió durante años a contracorriente, abogando por los derechos de los trabajadores y movilizando a las mujeres para que reclamaran lo suyo. Fue, en suma, una mujer que aró en el aire: planteó, más de sesenta años atrás, asuntos que apenas hoy discutimos con cierta seriedad.

Ahí está Haydée, entonces. Que decida el lector.

^{Fondo Haydée Eastman. Sala Antioquia, Biblioteca Pública Piloto de Medellín.}